Estar en Babia
Benedicto XVI recordó en el Angelus de este domingo a las comunidades religiosas de clausura, que el 21 de noviembre celebran la jornada "pro Orantibus".
"Es una ocasión particularmente oportuna -dijo el Papa a miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro- para dar gracias al Señor por el don de tantas personas que, en los monasterios (...) se dedican totalmente a Dios en la oración, en el silencio y en el recogimiento".
Maria autem meliorem partem elegit, quae non auferetur.
Lc 10,41-42
Los amigos de Jesucristo han dado mucho juego a la teología y a la historia. Mi comprensión quizá sea irrelevante; no por ello me resisto.
Marta es una mujer que no para, siempre está haciendo cosas. María en cambio, nada hace, se pasa el día rezando y absorta en sus pensamientos; y Cuando Marta se queja a Cristo éste le dice que María eligió el mejor camino.
¿y si no habla de nada críptico?
Todos hemos tenido épocas de mucha actividad desde temprano hasta tarde, sin parar ni encontrar tiempo para hacer nada; al punto de al acostarse no poder dormir por exceso de cansancio. Y con el tiempo esa época pasa dando lugar a una placidez vital, o no.
Pero esa época y esa gente, existen.
También hay época en la cual nada se hace; ver tv, ver películas, oír música leer novelas, acabar los días con la sensación de no haber hecho nada, de nada. Momentos infinitos, larguísimos días sin sustancia que al recordarlos en tu vida por aplazado que sea el tiempo los recuerdas como esa época, sin ninguna distinción.
¿y no son comparables éstos momentos a Marta y Maria?
Creo que son actitudes muy reconocibles en nosotros mismos éstas.
Pero en ese pasaje hay una sonada ausencia: lázaro, el hermano. El amigo de Jesucristo.
¿No estaba cuando ese pasaje? ¿había ido a mercadona?
A lo mejor el evangelio es más sabio.
Marta quizá aprovecha su vida y necesita ser consciente de ello en su capacidad de no parar; quizá necesita saber que está viviendo su vida; María ya sabe que todo es efímero y banal, y que realmente lo importante no se hace día a día.
Y Lázaro es todo. Hay momentos en la vida que hay que cerrar, enterrarlos bajo siete llaves y volver a empezar de cero absoluto: resetear el cerebro y comenzar de cero. Morir y volver a nacer. Resucitar. Lo otro pasó; sientes profundamente todo, pero necesitas acabar toda esa época y volver a empezar, necesitas resucitar.
Y una vez te ha sucedido, y son momentos duros de la vida, sabes que aquella vida pasó y que ahora vives otra.
Recupero éste post mío suscitado el recuerdo por las palabras del Papa; creo que no es inoportuno.
Benedicto XVI recordó en el Angelus de este domingo a las comunidades religiosas de clausura, que el 21 de noviembre celebran la jornada "pro Orantibus".
"Es una ocasión particularmente oportuna -dijo el Papa a miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro- para dar gracias al Señor por el don de tantas personas que, en los monasterios (...) se dedican totalmente a Dios en la oración, en el silencio y en el recogimiento".
Maria autem meliorem partem elegit, quae non auferetur.
Lc 10,41-42
Los amigos de Jesucristo han dado mucho juego a la teología y a la historia. Mi comprensión quizá sea irrelevante; no por ello me resisto.
Marta es una mujer que no para, siempre está haciendo cosas. María en cambio, nada hace, se pasa el día rezando y absorta en sus pensamientos; y Cuando Marta se queja a Cristo éste le dice que María eligió el mejor camino.
¿y si no habla de nada críptico?
Todos hemos tenido épocas de mucha actividad desde temprano hasta tarde, sin parar ni encontrar tiempo para hacer nada; al punto de al acostarse no poder dormir por exceso de cansancio. Y con el tiempo esa época pasa dando lugar a una placidez vital, o no.
Pero esa época y esa gente, existen.
También hay época en la cual nada se hace; ver tv, ver películas, oír música leer novelas, acabar los días con la sensación de no haber hecho nada, de nada. Momentos infinitos, larguísimos días sin sustancia que al recordarlos en tu vida por aplazado que sea el tiempo los recuerdas como esa época, sin ninguna distinción.
¿y no son comparables éstos momentos a Marta y Maria?
Creo que son actitudes muy reconocibles en nosotros mismos éstas.
Pero en ese pasaje hay una sonada ausencia: lázaro, el hermano. El amigo de Jesucristo.
¿No estaba cuando ese pasaje? ¿había ido a mercadona?
A lo mejor el evangelio es más sabio.
Marta quizá aprovecha su vida y necesita ser consciente de ello en su capacidad de no parar; quizá necesita saber que está viviendo su vida; María ya sabe que todo es efímero y banal, y que realmente lo importante no se hace día a día.
Y Lázaro es todo. Hay momentos en la vida que hay que cerrar, enterrarlos bajo siete llaves y volver a empezar de cero absoluto: resetear el cerebro y comenzar de cero. Morir y volver a nacer. Resucitar. Lo otro pasó; sientes profundamente todo, pero necesitas acabar toda esa época y volver a empezar, necesitas resucitar.
Y una vez te ha sucedido, y son momentos duros de la vida, sabes que aquella vida pasó y que ahora vives otra.
Recupero éste post mío suscitado el recuerdo por las palabras del Papa; creo que no es inoportuno.
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