jueves, 16 de noviembre de 2006

El medio, el ambiente y a ver que lío montamos hoy

Me mastericé en medio ambiente con una inocencia deplorable; algo me enseño el trabajo: si  te lo crees e intentas ser honesto, la cagaste.

Los presupuestos sobre el entorno siempre obvian una cosa: el hombre existe. Y como tal, su transcurso sobre la faz de la tierra es un hecho.

Claro, cualquier cosa que se haga comporta un cambio, pero lo de asociar cambio a destrucción o pérdida no se de donde ha salido; de hecho, como no volvamos al neolítico veo difícil que encontremos el "medioambiente" al cual parece aspirar todo.

La aspiración mía siempre era adecuar los errores: no implicaba ni implica mi trabajo mayor coste de ningun tipo sino todo lo contrario; y el primer objetivo a considerar es respecto al hombre, no respecto a un idílico paisaje que jamás ha existido en ninguna parte; excepto en los cuentos de hadas.

Desde la aparición de la ley, uno ya ha visto de todo (si, ya se que eso lo dice todo el mundo) y solo he sacado una conclusión: el único uso que se le da a la ley de medio ambiente es como freno, rémora y arma de chantaje para segun que sitios. Y nada más. También el follon que se monta extralegal, claro. Al final todo se ha constituido en un arma de propaganda terrible, de enervar a la gente, engañarla, manipularla y dar lugar a las peores pasiones: la envidia entre ellas.

El paso del hombre deja huella; la tierra no se rige por nuestro orden cronológico; lleva su tiempo y el hombre el suyo. Cualquier acto humano la tierra lo corrige, en sus ritmos, o sea: la tierra no nos necesita, nosotros a ella si.

Y la primera condición para el ser humano debería ser el sosiego.

El hecho de vivir conlleva hacer; y eso no conseguirá acabar con los recursos, ni con nada: mientras no se evolucione ahí, el hambre continuará. El comercio implica barcos, y frenar el comercio con cualquier excusa implica dañar a una zona: a los puertos entran barcos, y puede pasar algo.

En eso consiste la vida: siempre puede pasar algo, hasta que pasa.

Pero un exceso de celo en los estudios no implica que sea inviable, tan solo implica un exceso de celo en los estudios.

La comparación adecuada es si al ingeniero se le obliga a que de datos precisos en cada momento y al final de toda obra de la composición molecular del hormigón.

 

O sea : valencia debe dinamitar su puerto, y volver a un idílico cuadro de Sorolla que jamás existió más que como un retazo de realidad inventada.

 

 

El director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Alejandre, echó ayer un jarro de agua fría a las expectativas de los directivos del puerto de Valencia de acelerar las obras al anunciar que la declaración de impacto ambiental no estará antes de que finalice el año, como preveía la Autoridad Portuaria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Resumiendo: el desgobierno de zporky jode una vez más a los valencianos.
Luego querrán que votemos a Plá. Maldita Comunidad Facha.

lujaban dijo...

Visca Valencia!!