sábado, 1 de noviembre de 2008

Dignidad

Como una furcia en un burdel, ahí va el presidente del gobierno de España ofreciéndose por todas partes para ser la señorita de compañia en Washington; sólo que en vez de cobrar éste ofrece dinero, y ni aun así lo quieren.

Tiene talante.
Yo, tatrás.

1 comentario:

Geshcann dijo...

Vaya espectáculo más bochornoso que estamos dando...