martes, 25 de noviembre de 2008

Olor de pólvora en los disparos

Todo el mundo habla de la crisis en términos que se desconocen y magnitudes que desbordan. Hay una medida: la cantidad de becas y estudios de investigación para tonterías, magnificadas, inútiles, de moda, o que vienen en el aluvión son la manera de acorazarse los caraduras  “por el bien de la ciencia” ante lo que viene: se aseguran un sobresueldo. La tranquilidad del concejero de cultura de la generalidad valenciana ante el problema viene de ahí: si se publicara cuantas y cuales subvenciones, becas, ayudas y demás se dan, y  a que proyectos y con que criterios, a lo mejor ahí se debería meter la tijera y hacer trabajar a la gente con seriedad: la profundidad del color amarillo no es algo que para estudiarlo científicamente haya de ser subvencionable, más bien por el hecho de pedir eso debería ir varios a la cárcel.

1 comentario:

o s a k a dijo...

la subvención pública no debería ser la norma, sino la excepción

n a c o
principiodeutilidad