Si no haces tu travesía del desierto, el desierto te atravesara a ti. Simplemente, porque forma parte de la condición humana el encontrarse a uno mismo en la soledad y el abandono, para poder así afrontar la sociedad; que no es precisamente amable. La soledad es extrema en estos momentos: las redes sociales, los miedos instalados, las actitudes de prevención son caldo para la confusión y que medren los bandidos. La confusión, el miedo están instalados en las personas: se acogen a las militancias, a los clubs sociales, a las redes sociales, al esconderse de la soledad porque da terror, y eso lo aprovecha el mal para medrar: la confusión es su ley, y no otra. Y caldo de cultivo: el hundimiento del repugnante sistema socialdemócrata ha favorecido que los instalados en la burocracia culpabilicen a la gente; la gente se retira y acuartela con sus medios escondiéndose, y se instaura la desconfianza en la gente, en los amigos, en los matrimonios, en todo.
La gente se ha escondido, y siempre lo hemos hecho y lo hacemos: pero el desierto te atravesará más que lo huyas, y de nada valdrá esconderse: ese tiempo te pertenece y deberás vivirlo. y luego volver a la vida, a la sociedad hostil, a esta debacle que han montado los burócratas, con la anuencia hasta de los que dicen estar en contra: es un juego de rol, porque no saben por donde salir, no saben como solucionar, no saben que hacer ni como hacerlo: pero si saben que deben y quieren mantener el sistema: y nosotros, debemos echarlo abajo.
La religión es un lugar propio y propicio: la gente debe volver a sus raíces, reconocerse en su trascendencia, en su humildad y en su saber que somos solo carne de tránsito: estamos porque pasamos, y transportamos la cultura hacia el futuro, corregida y aumentada….o eso es nuestro deber: vivimos la primera generación de la historia que dejará menor herencia que la recibida; y lo que nos obliga la religión, que es la forma sincopada y sublime de nuestra esencia cultural, que es lo que la religión es: la esencia transmitida de nuestra civilización, la civilización, la cultura. Nos conforma y define y nos hace hombres.
Lo cual no significa que haya de ser lo que nos condicione; una vez formados, adelante, a por ellos: hay que sacar a toda esta gentuza a pedradas de la realidad. Y sin buscar justificaciones: es el momento de los individuos, de las personas. de nosotros, sin excusarnos en grandes ideales, o creyéndonos portadores de una verdad suprema sino como personas, nosotros, con nombres y apellido, y el rosario, en el bolsillo, que eso es personal.
Cuando Leónidas sale de Esparta con los trescientos, se está saltando su propia ley: y es el rey; se está saltando la conformidad de los sacerdotes, los éforos, y es su religión; se está saltando su propio interés, ausente de toda codicia y ambición; aun así va a enfrentarse a Jerjes: en llegando a la garganta, sabe que morirá: eso le da igual, porque no es el, son sus antepasados y el futuro: Leónidas y los trescientos murieron por nosotros, somos nosotros, pero no acataron nada: lo llevaban en sí mismos, sabían que había que hacer, y lo hicieron.
Es tiempo de amar, ser alegres, sacara a los malvados de la realidad y poder avanzar la historia: es tiempo de los hombres, no de pusilánimes, mojigatos, relativos, petimetres o meapilas: es tiempo de acabar con este sistema, y si es la hora de morir, tampoco se pierde tanto.
15 comentarios:
Hoy te ha salido redondo.
Gracias
vaya pedazo de texto
n a c o
linkazo
Algo dejaremos a los que vengan detrás, una estela embarrancada, si acaso.
¿seremos sus fantasmas? (los fantasmas de los que vengan detrás, me refiero)
Es que acabo de leer esto (del señor Amézaga):
Cuando hemos concluido la espectral obra, corremos a escondernos.
De la Historia aprendemos que poco aprendemos: el imperio romano se convirtió en el reflejo de su sombra en un espejo deformado en menos de 4 generaciones ¡en menos de 100 años!
como dice un amigo, somos una generación perdida. Si sobrevive la civilización lo hará por nuestro empeño personal. No es algo que vaya a decidir una institución pública a base de subvenciones o medidas proteccionistas. Nos ha tocado mantener la LUZ de la vela encendida, no hay para más. Los espacios para la libertad se han achicado con el ensanchamiento del poder y sus tentáculos. Es tiempo de mínimos.
Aceptémolos como máximos y dejémponos la piel por salvarlos
n a c o
aporellos
Poco puedo añadir. Ya lo has dicho todo. ¡Qué lejos queda la enseñanza de San Agustín!. Que lejos y qué actual debería ser que "el ejercicio de la política es la forma más sublime de ejercer la caridad". El amor al prójimo. El bien común. Las personas formamos sociedades que a lo largo de los siglos deciden cómo regirse para vivir y ser felices. Por ello, la sociedad ha de recuperar, persona a persona, su ser. De esta forma, el omnipresente Estado, caerá por sí solo (o ayudándolo un poco, si cabe)
un vecino.
Pero de morir “matando”, no de morir ya muerto.
Estoy empezando a leer sobre una insurrección no violenta pero generalizada de los “paganos“. La crisis que se presiente va a resultar devastadora.
¿y donde lees eso?
¿Por qué dices "religión" in génere? ¿Es que vale cualquier religión?
Te falta definición (la Quintana es una plaza muy "definida", no es - valga el ejemplo - Tiannanmen, ni El Zócalo; es la Quintana). Tu dixisti, si me explico.
p.s. Por cierto: No te imaginaba adicto a Leónidas y sus espartanos...¿o no? ¿o sí? ¿o tampoco?
Oh!
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Deán:
Ad primum, respondeo:
Religión, hay. es como estar embarazada, está o no está; yo no reconozco "alianzas de religiones" solo algunos libros sagrados ajenos al catolicismo, y bien cribados.
Pero la religion es lo que es; y nada más.
Ad secundum, dico:
definida: en sus contornos y formas, por su geometría estricta; ahí he redactado mal: tiene razón el Deán.
Ad tertium:
Soy arqueólogo, Dean, no soy "adicto" pero su fidelidad y configuración social prefiguran nuestro devenir.
Y si, esos heroismos lo cierto es que me emocionan.
Adicciones, no tengo: fumar es una virtud. Sería adicto a las mujeres, pero huyen despavoridas.
Sabes que dicen que los espartanos de Leónidas mantenían estrechos ligámenes (digamos) que les mantenían aguerridos usque ad mortem in ratio amoris pro sociis, qué cosas!
Por lo demás, diré-te que estás bien retratado en la boca del Callejón de la Inquisición: Mantienes un marcado perfil de "víctima inquisitorial".
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Ahí has retratado.
Lo de los ligámenes espartanos pienso que son más leyendas interesadas que veracidades contrastables, pero vamos si, soy presa de la inquisición, a menudo
Hazte inquisidor: Es el mejor remedio para.
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