En Madrid por mecanismos que sólo se explican porque esas cosas “pasan en Madrid” se ha establecido una corte socialdemócrata patética y repugnante que anda utilizando España como excusa y aporte económico; los medios de propaganda al existir la red han dejado de establecer ese fuste de “Madrid y resto de España” y la gente ya ve que Madrid no es sino una corte de obscenos vividores y caraduras; gentuza que aprovecha y nada aporta; de tal modo, han hundido la Real Academia como referencial del lengüaje: ahora siempre hay que mirar a los clásicos, ya no hay autoridad, porque debían dar títulos a los amiguetes, con una u otra excusa.
Para la Real Academia se postula Exuperancio que sigue encantado de haberse conocido a sí mismo en las páginas del mundo; se postula César Vidal, y no se descarta que en breve se nombre presidenta a la Bernarda por los mismos méritos.
Si han metido a alguien que vale en las academias, ha sido para justificar el desmán de meter al resto de vividores.
Se ha cometido el desdoro de que muera Enrique Morente sin rango; y son capaces de poner a Bisbal o Sabina de académicos.
Tenemos, vivos, a Halffter, a Estrella Morente, a Paco de Lucía, Mercé y muchísimos apartados del “es lo que se lleva” que merecen no sólo el reconocimiento sino el poder lucirlos como bandera; no entro en las letras ni en la historia porque la red está poniendo en evidencia a los vividores repugnantes frente al conocimiento y ahí somos muchos implicados: pero la red ha dejado fuera del conocimiento histórico a toda la universidad española tan instalada en la propaganda y a toda la parafernalia progre: pero bien, van por ahí luciendo prendas ajenas, como el pequeño rey de O’soglow.
Itálica, patria de Adriano: Trajano era de Híspalis.
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