Botellas de plástico vacías flotando sobre una superficie de agua: si hay muchas botellas, hay poco espacio entre ellas y el choque es frecuente.
La junta entre las placas que sucede en el sureste de España tiene en el espacio intersticial esa situación: entre las dos grandes placas, hay una cantidad enorme de placas de pequeño tamaño (respecto a las grandes) que también tienen sus choques, fricciones y movimientos, que producen a veces terremotos: Se Derrumbó parte del castillo de Buñol, se licuó la tierra en Alicante; no son nada nuevo ni extraordinario. Cuando creces en la tierra, oyes los cuentos y las leyendas, la historia, la tradición oral; construyes con las medidas y preparativos que da la evolución de la cultura, a cada sitio su tipo de construcción, su variedad del lengüaje, sus hábitos y costumbres;esa es la riqueza de España, la diversidad de la adaptación del hombre al medio, que ha generado España y la gran trama cultural que ahora impunemente se está arrojando a la hez de la progrez.
La construcción desmedida en base a una especulación da una uniformidad aberrante: hay edificios repetidos en varias ciudades de España, y el constructivismo financiero hace que se construya lo mismo en todas partes con los mismos materiales: las normas se cumplen, se universalizan y se pierde la riqueza de la diversidad; da igual un barrio de Logroño que Lorca: ahí ha sido el drama; ahí, porque esas construcciones han aguantado sin problema un terremoto leve, pero las partes decorativas externas son las que han provocado la desgracia.
Eso, y la certeza que me da el ver que los más asustados son inmigrantes, que no ha podido insertarse, que no conocen la historia local, las costumbres, la etnología, ni se han criado escuchando el terremoto aquel, o el pastor de Agres, o toda la historiografía popular que da los parámetros para que cuando sucede un terremoto en esa zona, la gente actúe de normal: las puertas tienen dintel. Y eso, que es la verdadera memoria historia es lo que no se puede transmitir a un inmigrante; se han de integrar, y asumirse; no se pueden exportar usos y costumbres; sí sus enseñanzas: ese ha sido el error, que no la construcción, que también.
Y nace San Borondón.
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