Paro en su casa, y me hago una foto; Leopoldo María Panero es un poeta de impresión, como sus hermanos, como su padre: antes, he dormido en una casa fundada por Santa Teresa, y he caminado las casas de Gaudí. Soy Ignacio, licenciado, doctor, ingeniero.…etc. títulos que nada me valen ante el que me hace y condiciona: ”soldado de infantería”, como Cervantes, Como Calderón, como El Cid, que la inventó; y nunca escribiré como Panero, pero desde su casa andando entro a Castroforte del Baralla, y soy Tip en su casino, soy Español y
ese ejército que ves
vago al yelo, y al calor
lo conozco lo se, lo soy, sigo siendo un soldado, uno más, y punto.
Uno más, y no valgo más que nadie, y soy consciente, y dejo mi vida ahí y cuando vuelvo las progres feministas han copado las plazas públicas y enseñan que el cromañón se impuso porque era más facha, y te callas; y sigues adelante, y te levantas y te hundes, y tu vida, sigue, porque eres Español y sólo he jurado una bandera y sólo serviré en un ejército, y sólo querré a una mujer, y sólo seré hombre cuando los demás también lo sean, que no seré nada que no seamos todos, y asumo lo que sea: porque soy Español.
Y Leopoldo María Panero vive en un psiquiátrico; a Santa Teresa y a San Ignacio los persiguió la inquisición; al Cid el Rey lo desterró porque le pidió honradez; Torrente Ballester no podía asistir a las reuniones de la Real Academia porque estaba extrañado y no podía ir a Madrid; el 3 de abril, con dos cojones y Dionisio Ridruejo fueron a decirle a Franco que si la guerra había acabado se acabaron los fusilamientos; y Cervantes vivía en la cárcel, y Calderón era otro, como yo: y yo, soy español. Garcilaso tuvo que exiliarse a Nápoles, a Antonio Vega lo mató la tristeza del amor.
Soy Español. Juré la Bandera. Soy Español, di mi sangre; soy Español, aguanto lo que sea lo que hagan los “enemigos” porque son españoles, y aquí nadie es mejor que nadie, soy español, Maic; y no puedo aconsejar que vengas a España, mor que te guste, porque soy Español.