martes, 15 de junio de 2010

Cosas de Lengüaje

Evidenciar la supina ignorancia sólo degrada el mensaje.

Un paro es dejar el trabajo durante un tiempo determinado en demanda de atención por un determinado problema.

Una huelga es el paro total de los procesos de producción hasta conseguir algo que se solicita y se considera que es de una justicia implacable.

Una huelga general es la huelga de todos los sectores productivos de la sociedad sine die hasta que se consiga una solicitud, una solución, o algo que se ha negado y por eso se convoca huelga general: todos, y por tiempo indefinido.

Que los sindicatos del régimen llamen huelga general a un paro parcial que no va a secundar nadie tan sólo es el creerse superhéroes en calzoncillos magnificando su capacidad y afán de protagonismo.

Cambiar el nombre a las cosas no cambia su definición; y nadie va a secundar eso.

1 comentario:

Interruptor dijo...

Sí, a veces cambiar el nombre a las cosas acaba cambiando su definición ya que la Real Academia, en contra de lo que habitualmente se la acusa, cambia con demasiada facilidad el diccionario para actualizarse, admitiendo uso espurios de muchas palabras que no debería admitir.

Independientemente de eso, lo que no cambia es la realidad. A un primo puedes llamarle hermano, pero no será hijo de tus padres. Como mucho conseguirás que a los hijos de tus tíos se les acabe llamando hermanos. Llamando huelga general a un paro estúpido que sólo van a hacer los que ya no trabajan (los liberados y algunos sindicalistas no liberados pero que no dan un palo al agua), no se va a variar el hecho, como mucho se conseguirá que la gente acepte que el término “huelga general” pase a significar lo mismo que “paro de los ya parados”. Pero la realidad no cambiará.