lunes, 5 de octubre de 2009

Uniformes

Mucha gente vuelve a los pueblos: los pueblos casi abandonados empiezan a vivir lentamente: en Castilla, La Rioja, por todas partes, mucha gente va yendo a vivir fuera o lo más alejados posible de los centros, del centro, de todo centro: la opresión que genera el horrible sistema político en el que vivimos no deja espacio al hombre y el tiempo de escape ha comenzado: mucha gente abandona, demasiada se va: de mi edad muchos están emigrando de España agobiados por la situación; de toda las edades abandonan las ciudades para volver a los pueblos.

El sistema está en guerra declarada contra el hombre: se le niega en su propia condición. Se disuelve toda responsabilidad en un magma en el cual todos los pecados obtienen el perdón socialdemócrata previo pago de todo precio considerable o imaginado; previo pago de la humillación el denuesto y el escarnio publico de la persona. Se delega el trabajo en una estructura de producción controlada por todas partes en todos sus términos, con los sindicatos ejerciendo de infiltrados delatores del sistema “por tu propio bien” y toda la sociedad así; se delega por obligación la cría de los hijos a un sistema repugnante que llaman educación y no es sino domesticación; la responsabilidad personal depende del juez que te toque si eres hombre, si eres mujer automáticamente se te exculpa y se condena al que pilla cerca “porque tu lo vales” y se niega sistemáticamente toda intervención del hombre en su propia vida, trabajo y familia: todo ha de ser mediatizado por la repugnante satrapía en todas sus vertientes modos y variantes posibles: nada es del individuo, ni su intimidad, que a todo accede la socialdemocracia y si no puede acceder se le da un maleficio en nombre de una presunta psicología o por el bien social: el bien social que no es sino la necesidad de control por parte de alguien y el control absoluto: la chafardería y el cotilleo dejan de ser un entretenimiento de espíritus malévolos para pasar a ser una excelencia social, y un alto honor al parecer.

Que todo el mundo vive del parecer: del parecer de los demás, de la apariencia que no de la imagen ni de la identidad: la identidad se niega en base a un criterio de uniformización por etiquetas; y todo va a un mismo punto: el hombre es aniquilado como persona para pasar a ser hez, masa, proletariado, “ser social” y todas las tonterías que se os ocurran: se niega a la persona y se niega al hombre, y esto es un sistema opresor peor que todos los que se han intentado imponer en la humanidad: es cuestión de cada uno, de nosotros y no de otros ni de organizaciones.

3 comentarios:

ZP Nunca Mais dijo...

Y encima nos dicen, cuando hay elecciones, que pongamos nosotros la vaselina para evitar el dolor.

pcbcarp dijo...

Esta tarde hablábamos de eso en el trabajo comentando una sentencia de un caso de quebrantamiento de condena de alejamiento, en que la mujer había permitido al ex que se pasara por casa el día de nochebuena para ver a los niños.

Las expresiones contenidas en la sentencia de marras eran dignas de 1984. Por supuesto, la mujer carecía de cualquier cosa parecida a una voluntad propia, habiendo sido vencida su resistencia inane por los argumentos torticeros del hombre. Lo que no hacía falta demostrar, dado que la voluntad de la víctima es jurídicamente irrelevante... bueno, bueno. La cosa está alcanzando un nivelazo, sí señor.

La ley no está hecha para defender a las mujeres, sino para intervenir en casa de la gente al más puro estilo estalinista, maoista o hitleriano.

Conrad López dijo...

Hace ya años que inteno hacer lo mismo que esos "neocolonos" de los que hablas. Adivina cual es mi único obstáculo.