Abundando

En España la gente vuelve a los pueblos huyendo del sistema; los que se quedan: el éxodo de gente de mi edad y demás es algo pavoroso realmente: huyen, no se exilian ni abandonan ni fracasan: huyen, huimos, todos.

En Londres la gente acuña su propia moneda; el sistema pútrido no da soluciones ni esperanza, la gente huye del sistema: siguen pues empeñados en el mantenimiento el sistema, como si fuera una verdad revelada, como si la constitución la hubieran recogido de donde los diez mandamientos: la realidad es la que es, mal que les pese, y el sistema de estados se acabó: el estado, ese constructo falaz, se ha acabado y la gente lo sabe; se vuelve a la Roma clásica de donde cualquier alejamiento no ha producido más que desastres.

Mientras tanto todos a llevarse las manos a la cabeza haciéndose eco de la algarada, la algarabía y la barahunda: los mismos que consintieron, taparon y callaron lo de las viviendas del psv y demás falacias del gobierno psoe cuando González, ahora se escandalizan de la corrupción del pp: aún no han matado a nadie que se sepa los del pp: si mientas lo de Lasa y Zabala ya estás maldito.

Se envía a la gente a la corrupción como un estigma univoco de un solo partido, que además lo asume como propio, otorgándole rango de veracidad a la moral proletaria de la izquierda: madre mia, seguimos en la retórica absurda de los mítines de posguerra.

No miran y no ven, gobiernan para un constructo que sólo está ya en su cabeza, como Norman Bates en su celda con la mosca, e ignoran la realidad: detentan el poder pero desconocen la realidad, y la realidad se escapa de todas sus pretensiones: terrorífico.

Por supuesto no se habla de la corrupción de Chaves y demás apaños del socialismo en Andalucía; no se hablará de los pufos y demás de toda la enorme estructura de los partidos: se personaliza para poder seguir funcionando en el sistema:

No hay corrupción en el sistema: el sistema es la corrupción.