viernes, 23 de octubre de 2009

El crepúsculo de las verdulerías

Una madre es una madre, y siete, una verdulería. Una vez reunidas, a grito pelado se impone el criterio que sea, se le pegan dos guantazos a los niños y se insulta: no importa a quien ni porqué, simplemente se insulta.

El conocido Maricón de Hugo Chaves (¿soy el único que se ha dado cuenta?) quiere ser un progre europeo y ¡asómbrense! arremete contra los campos de golf. Deporte o práctica que siempre me ha hecho gracia; pero que no practico: no exime eso que los demás puedan hacerlo. En esta galaxia, unos posts más abajo hay una discusión insinuada que corté de raíz: los veleros de Copa América eran fachas, y el vocinglero decía que era indecente que se hicieran cosas para barcos que la gente no podría comprarse en su vida: cuando le pregunté si podía comprarse el coche de Alonso en la fórmula uno, se acabó la discusión: dese un hilo para insultar y se hará: una vez hecho veremos discurrir la envidia, que no los argumentos; y por esas bajas pasiones, manipulan a la gente hasta el infinito, y hemos convertido occidente en lo peor: un mundo de esclavos encantados de serlo que defienden su condición: lo llaman defensa de la democracia y cientifismo.

Es lo que hay.

No se si el golf es un deporte de fachas y de burgueses: sí lo es de mala gente, seguro. Vamos, indudable.

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2 comentarios:

Conrad López dijo...

El error está en aceptar que el golf es un deporte.

Se trata sólamente de de un juego.
;|

o s a k a dijo...

súmele el error de prohibir practicarlo

todos a mirar el dedo que apunta a la luna mientras ésta mira fija al sol: unos buscan, otros buscan excusas

feliz domingo, caballeros

n a c o
swing