Se leen lamentos en facebook; mensajes crípticos en twitter: las gente está paradójica, confusa: el día les da alegría, la luz de fallas es la sublimación de la alegría de vivir, la noche es fría y reflexiva, honda, introspectiva y a veces cruel. Somos conscientes del pecado; nos imponemos penitencias, buscamos el perdón, perdonamos. Somos paradójicos en el día y la noche y los altibajos son la norma. Si se sigue la secuencia de comentarios en facebook, de mensajes en twitter, acabas dando con lecciones de autoayuda que se basan en un psicologismo banal de pensamiento endeble; a nadie satisfacen de tanto buscar la plena satisfacción.
Porque no saben buscar, porque de tanta ingeniería social les han borrado hasta el nombre con copias asesinas y religiones de fin de semana todo a cien, consuélese rápido y justifique sus pecados con alguna frase aparentemente ingeniosa; jamás consentiremos que sepáis quienes sois mientras puedan evitarlo: si asumís vuestra identidad el sistema muere, y el sistema hará lo posible porque sea olvidada, porque es mejor buenos ciudadanos que personas: los ciudadanos son cosa, las personas no.
Tras 400 años en Egipto, los judíos se pasaron 40 años vagando por el desierto; el diluvio universal duró cuarenta días; los que estuvo Cristo en el desierto, y el diablo le tentó. Quedan 40 días para la pascua:exactamente para el Jueves santo, que gracias al pp este año cae en martes. Ésta época del año se llama la cuaresma por ello, y su condición es fieramente humana, por eso estáis a veces contritos, a veces eufóricos, dispersos o superconcentrados, alegres y tristes a la vez, entregados y receptivos, ariscos y amables, perdonados y acusados: es la cuaresma, malhaya quien quiera dejar de lado la condición humana y su pacto con la tierra certificado en el Evangelio, malhaya quien no quiera verse en si mismo y su intimidad para poder ser plenamente hombre: y no estoy hablando de nada de fe.
Es la cuaresma: os pido perdón y os agradezco que hayáis leído; que leáis y que comentéis, y pediré perdón a quien debo hacerlo porque también yo debo hacerlo, y no sólo recibir las peticiones ajenas; y una vez perdonado, adelante a la pascua que venga la resurrección y el encuentro en la plaza del castillo con pantalones cortos y zapatillas de pascua y baile en la noche en cuadrilla con las chicas que no dejan arrimarse.
Porque somos hombres, que no ciudadanos, porque venimos del pasado y al futuro debemos legarle la alegría y perdonar las tristezas y amarguras, los cenizos y los malasombras: hacia la resurrección, que falta me hace, falta nos hace.
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