Preludia la primavera y empezareis a notar especiales señales de sensibilidad cambiante en la gente: viene la pascua. El calendario actual lo estableció el Padre Tosca en Valencia: el ciclo pascual, por el cual la pascua es “movible” respecto a las fechas fijas del calendario: sea por hábito sea por acumulación de sabiduría, el ciclo pascual define mejor el año que las fechas de los calendarios: la poda se hace en el primer menguante de enero…. a la misma gente que veréis reivindicar el ciclo lunar por aquello de “lo femenino” los veréis denostar toda celebración católica: es la ignorancia, imponen su criterio no su sabiduría.
La sistematización del tiempo es un disparate cientifista industrial que tan sólo unifica imposibles: el sol sale cuando sale, y nunca a una hora fija; nunca en dos sitios amanece a la misma hora, nunca tiene el mismo efecto: la riqueza de la diversidad se pierde por una unificación necesaria para la industria, y la gente anda cada día más mareada en sus “relojes biológicos” chakras y demás memeces.
Ahora, conforme anticipé quieren cambiar las fallas, ya admitió la jerarquía de la Iglesia que el jueves del corpus fuera domingo y dentro de poco se admitirá que el jueves santo sea martes: cuando se ponen a hacer disparates, no hay quien los iguale.
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