Estultorum progressium

Diciendo d'honterías todos los políticastros de España, han conseguido que sepamos que son lo que son, y jamás lo que dicen ser, ninguno: en esencia tan sólo se preocupan de alimentar su enorme ego y autoestima, lo que se llama soberbia, dando la muestra de la verdad: tan sólo les importa su afán de protagonismo, capaces son de cualquier cosa en tal de ser ellos los que protagonicen, si es posible, hasta serían las figuras en el belén.

Y luego, por mera secuencia lógica, todos los vividores arrimados mor de la adulación a forrarse: hace falta pues aumentar el estado para que sea una burocracia tal que todo pueda perderse en ella mientras nos interesa, todo pueda encontrarse cuando nos interese, todo se use conforme nos convenga.

Ni ideología, ni creencias, ni certezas, ni reciedumbre: según el favor del viento actuaremos: y con el clima cambiático, el viento sopla siempre según nos interese, siempre según queramos.

Por ahí anda gente que son Españoles, ciudadanos, y con capacidad de votar que no están dispuestos a ser los borregos de nadie, por muy de alternativa que vayan ¿que alternativa? Otros nombres, pero los mismos asuntos, mandangas y martingalas, es lo único que ofrece el pp.

Además de haber sido parte activa en la voladura de los movimientos ciudadanos que habrían dado alas a partidos de derecha más o menos serios: basta ya, hazte oir, avt, en una maniobra calculada, disueltos para que la anciana Díez y el arrimado al poder mande quien mande hasta el peloteo final, el pp se sigue cubriendo de gloria destruyendo a la gente de derechas en España y su capacidad de voto: o nos votais a nosotros u os jodeis, que no dejaremos que haya otra opción.

¿No es el asunto ganar a la izquierda? ¿O el asunto es que todo siga como está pese a cambiarlo todo pero que yo mande?

Y la gente que no es tonta se apercibe, y se les ve el plumero, cada vez más plumero y más a la vista, y eso les ha de pasar factura, aunque crean que todo lo tienen controlado.