viernes, 28 de diciembre de 2007

End of Rawalpindi

Casas de adobe caminos sin asfalto y una soberbia deplorable; carencias totales pero grandes alharacas y "manifestaciones externas" de poderío. En las conversaciones siempre salían dos temas: que en Pakistán hay muchos ricos riquísimos que tienen mucho poder,resaltando adecuadamente el mucho, y que Pakistán tiene la bomba atómica.

Luego seguimos nuestro camino hacia el Himalaya; según la sociedad que me toca sufrir podría escribir un libro de los lugares en los que nunca estuve; paradojas da la vida; Moscú tampoco existe; pero el equivocado soy yo.

De algunas cosas no me asombraré: que han habido algaradas de todo tipo desde el asesinato, estoy seguro; si de paso han saqueado a occidentales, con asesinatos sin problema, claro: será lucha contra el capitalismo o algo así; sólo es un robo con asesinato. Pero mola mucho saquear y que tenga Bush la culpa.

Y algo a anotar en mi capacidad de alerta: lo primero que hizo el gobierno fué "desconectar " todos los teléfonos móviles del país, y acto seguido internet. Al menos unas horas.

En Star Wars cuando Amidala sabe que no tienen capacidad de comunicación es aconsejada: "esto sólo puede significar una invasión"

 

Es mucho más y más amplio lo que está pasando de lo que nos está siendo revelado.

2 comentarios:

Váitovek dijo...

Sí, y como esa certeza es permanente, doméstica y externa, la pregunta que acosa es ¿Ha pasado alguna vez algo?

Ignacio dijo...

Si