sábado, 5 de octubre de 2013

Prudencia y contrición, Bergoglio

A todos nos avergüenza la catástrofe, la muerte y la desgracia ajena, sea cual sea, sea de quien sea, sea donde sea.
Pero no hay que olvidar que la demagogia, el brillo momentáneo y la propaganda lacrimógena por mucho que magnifiquen un suceso no alteran su naturaleza.
Y por la caridad entra la peste.
No hay porqué sentirse culpable de vivir en Italia porque la gente haya muerto por intentar llegar ahí, ni en España: la vergüenza la deben sentir quien mantiene sus países en tales condiciones en los cuales la gente tiene que huir de sus países para poder llevar algún tipo de vida: sin ir mas lejos, España.
El culpabilismo está bien tasado en El Evangelio, no haré extensión de ello; pero el culpabilizar a la grey no sana el problema, ni encara las causas.
Seguramente no siente vergüenza de las matanzas de cristianos que ha habido, hace menos de un mes en Egipto, que aún continúa en Siria, ni siente vergüenza de la conferencia episcopal española, más un club de rijosos que una piadosa asociación cristiana; no siente vergüenza de los países que se enriquecen haciendo mafias para enviar a gente en barcazas a la muerte, ni siente vergüenza de la indigencia moral, estulticia total y maldad en general que se ha extendido como la niebla sobre toda la clerecía; no siente vergüenza de que el catecismo ni siquiera sea de referencia en las parroquias.
Claro, que los negritos que llegaron en pateras, como Talá, que aun a veces le invito a comer y le visto con mi ropa, lleva desde que le conozco, hace diecisiete años, vendiendo collares, con un nulo conocimiento del castellano, y vendido a una mafia extraña ¿no siente vergüenza de que en España, gracias al liberalismo socialdemócrata, haya esclavitud? Como los negritos que aparcan los coches en el aparcamiento junto al Mestalla, que imprecan a las mujeres, roban e intimidan y dicen racista con mucho arte….pero apenas nada de castellano ¿eso no le avergüenza?
No le hablaré de la ablación de clítoris, justificada en el programa de la indocumentada rijosa de Julia Otero, ni de los tribunales de Sharia que se reúnen en Tarragona, Barcelona, y otros sitios y lapidan a niñas por “salir” con un chico del instituto, con quince años: si, junto al delta del Ebro. En Holanda decretan muertes, en Francia empieza a ser un problema serio: pero claro ¡como voy yo a contarle a usted la historia de la iglesia o de la reconquista española, o de El Cid, que de aquí hubimos de sacarlos a gorrazos, tras mil años de padecerlos!
Esto es una invasión, en la cual nos mandan hasta los muertos para provocar la “empatía” y así que abramos las puertas, y por la caridad entra la peste.
A nadie en España le faltará hospitalidad….mientras haya españoles; a nadie le faltará de comer….mientras los españoles tengan de comer; nadie será maltratado…mientras seamos Españoles, porque nos va en nuestra cultura, en nuestra naturaleza, pero esta enorme invasión es lo que debería avergonzarnos, y no necesitamos que se nos victimice: España, hoy, necesita prestes, sacerdotes, monjes, curas y gente preparada que sustente las necesidades espirituales que todos tenemos, no una curia rijosa entregada a los vaivenes de la bolsa: eso si da vergüenza, a España, al catolicismo, a la cultura y a la humanidad.
Bergoglio: muy mal.

3 comentarios:

ZP Nunca Mais dijo...

Bien dicho, coño.

Váitovek dijo...

No sé qué ha dicho el tal Bergoglio, ni me interesa.En cuanto al fondo, la hastiante historia va así:

1. Los pueblos y civilizaciones no cristianas/occidentales, gritan hasta desgañitarse diciendo: Todos somos buenos, excelentes e intocables, menos vosotros, perros occidentales, sois el único malo de la peli llamada historia universal.

2.Lo que nos afean dichos pueblos jamás se lo afean así mismos, porque ninguna otra civilización JAMÁS,alumbró conceptos como la igualdad por serlo de todos los hombres, el deber de socorrer al necesitado, el amor como la clave de bóveda y la universalidad de todos esos deberes.

3. Es decir, usando NUESTRO código, no el suyo, no afean nuestros pecados, que son muchos, que duda cabe.

4.Porque ellos han sido incapaces, ni chinos, ni árabes, ni mayas, ni nadie, de crear el código nuestro, pero reconocen que es EL CÓDIGO, muy superior al suyo.

5.Así que, una de dos: U Occidente es LA CIVILIZACIÓN a secas, o que saquen otro código de sus sublimes y patéticas culturas.Pero aplicar el código de occidente a occidente por un puñetero maya o musulmán para resaltar que no lo cumplimos sólo muestra que ellos ni siquiera han sido capaces de crearlo, y que reconocen PALMARIAMENTE que su código es una porquería bárbara a la que se aferran para sí porque son, efectivamente, bárbaros, meritorios, sí, pero muy por debajo de occidente en todo.

Y basta ya de gilipolleces. Si un muslmán quiere condenarme, que use la puta sharia, pero no le tolero que me aplique el Evangelio.

Ignacio dijo...

.....éste es mi Dhavar.