Y así ya tenemos focalizado el odio, y debidamente encauzada la ira de la gente podemos seguir saqueando: destrozada España por la burbuja inmobiliaria, ridiculizado el asunto de la opresión a los maricones, ahora a centrarse en culpabilizar a un grupo para llevarlo a la hoguera y así nos salimos con el botín por delante: literalmente, porque la culpa es de “los bancos” y a excitar el odio a los ricos, obviando que Botín ha hecho lo que debía hacer: cuidar su negocio, y así focalizamos en “los ricos” para que nadie ponga los nombres y apellidos de políticos y sindicalistas en las cajas de ahorros, que han sido los verdaderos culpables, simplemente.
Y los masones, que horribles: pero es que se nos han insertado, nosotros somos los buenos: coño pues si no puedes hacer nada abandona: al pp, a la iglesia ¿o es que el que el Papa ampare masones en su séquito no es indicativo de nada? es que ya la indolencia mental de la gente resulta ofensiva: obedecen sumisamente todos los principios de la propaganda de Goebbels mientras los van llevando al matadero.
Si los masones son tan malos ya se verá, porque Rariano no es así por que se masonizara en Méjico, es así porque el pp es así, porque la burguesía española es así, y acomodaticiamente cada siglo hunden España porque hay que tener “amigos hasta en el infierno” y desde luego, hoy la culpa de las leyes que emite el gobierno son del gobierno, no de los masones; y si los partidos acatan y someten, es que forman parte de la trama, las personas, no hay una entelequia de “los masones” o “los judíos” que los obligan mediante tortuosas técnicas horribles a ser gentuza: no, son gentuza por sí mismos, lo otro, accesorios.
Y si tanto se odia la masonización, que se abandone la iglesia: tanto dar alaridos y aullidos en las redes sociales y después, nada; y así se convierten en la vía de escape del sistema consiguiendo que se afiancen los objetivos que dicen combatir: esto es un truco que ya sale en las novelas de Verne; esto no cuela de normal.
No son enemigos fantasmales que acechan como a Harry Potter, son personas, con filiación y toponimia las que ejecutan estos males y las cómplices de ésta época tan espantosa: personas, y no vale dar alaridos y luego ser sumiso “por si acaso” o se dice, y se actúa en consecuencia en la propia vida, o a callar. Enervar a la gente es colaborar con el enemigo.
Israel es un país, los judíos una religión, los masones no se muy bien lo que son, pero que casual que siempre que hay una época de robo y latrocinio en España, aparece la Inquisición a montar hogueras: en sordina hasta ahora con la corrección política bajo el amparo de “defensa de la mujer” han genocidado la población; ahora va a por “Botín” y por extensión a “los ricos” que siempre son los demás, no los ladrones.
Cuando en la casa de contratación en Sevilla fueron y no había ni un duro para San Quintín, el inquisidor general Valdés montó los autos de fe de Valladolid, y aquí paz y allá gloria.
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