sábado, 19 de febrero de 2011

Cardenal de Mercasevilla y olé: siempre es el oro.

Para financiar la batalla de San Quintín en la guerra contra Francia, que venía a ser la reválida de Felipe II para suceder a Carlos I, necesitaban cinco millones de ducados (sin filtro) Estaban depositados en la Casa de Contratación de Sevilla.

Cuando fueron a echar mano, no quedaba ni medio millón.

Tuvieron que pedir prestamos; Felipe II y Carlos I, y claro: pidieron explicaciones.  El arzobispo de Sevilla no podía explicar esto, así que pasó a la cifra siguiente: culpó a los mercaderes, pero el Rey y el Emperador no tragaron, además ponía “grandes reparos” a hacer préstamos para esa guerra: El Arzobispo General Valdés, se estaba encerrando en un círculo infinito de mentiras y engaños: El Rey y el Emperador lo calaron y empezaron a darle de lado, con cierta vehemencia, mientras le pedían explicaciones.

Carlos I y Felipe II se ponen de acuerdo para tomar por la fuerza lo que se negaba a aportar de grado. Carlos I envía a la princesa con instrucciones de que usase una “demostración más moderada” “por la decencia del negocio” de lo cual se encargó el hermano de Valdés, porque era una persona de carácter violento; acaba pagando, a plazos, y haciéndose el digno.

Con esto, y la negativa al traslado del cadáver de Juana la Loca, Valdés tenía a la monarquía contenta.

Momento en el cual, Valdés, en su cargo de inquisidor general, inventa una conjura hereje para matar al rey:  En una carta de Valdés a Felipe II el 14 de mayo de 1558, pone fin al silencio al que estaba sometido, y da cuentas de los negocios y porqué le había resultado imposible salir de la corte: el asunto de los acontecimientos de Valladolid lo insinúa de soslayo, y con cierta perfidia escribiendo que “…ni aun al palacio real pensaban perdonar”  de manera que empiezan a aparecer herejes donde nunca los hubo, promueve los dos autos de fe de Valladolid, encarcela al Arzobispo Carranza, excita el celo de la inquisición y la persecución de los herejes, y así, vuelve a ganar el favor Real.

De momento, han prohibido fumar y quieren cerrar los blogs, pero claro, aquello pasó en 1556/1558 y ahora ¡Hemos progresado! y somos una sociedad moderna, Europea y baja en omega tres y con bifidus activo.

Pasó en 1556.

Y está volviendo a suceder. Pero por lo civil.

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