sábado, 30 de agosto de 2008

Y mirar lo hecho y decir: Dios mío, es el horror

Estudiar sirve para conocer el pasado. Cuando tras mucho estudiado lo consigues olvidar todo, empiezas a conocerte a tí mismo, en ese momento, piensas en ti y en tu vida, y al ser consciente de tus pecados, errores y aciertos, queda en tu albedrío el ser mejor o peor persona. Pero para poder olvidar, primero hay que haber estudiado: no valen apuntes, ni resúmenes, ni adoptar un lenguaje cursi: se exije el haber fatigado las horas; conviene el olvido.

La progriz  dominante tiene dos referentes: Lukacs (jamás sabré poner bien el acento) y Gramsci. y varios dogmas estatuidos en ley universal. Uno de ellos es la cursilada de “re-pensar” (escrito así) la realidad; el otro es el concepto de “puesta en valor” que vienen a significar: ayer descubrí un libro, un concepto, la historia del arte, el cine o algo así y tal como yo me encontré maravilloso al descubrir algo, la humanidad debe saber que eso existe ahí porque yo soy maravilloso y se lo hago saber, que esto está ahí y sobre todo lo maravilloso que soy yo.

Y nada más: la hipertrascendencia de la soberbia, de la inmadurez, de la banalidad y de la estupidez.

Y esa memez de nuevo rico con el asombro del hijo (consiguió aprobar el bachiller) es lo que nos está pasando: cualquier día descubren que existió el conocimiento antes de su nacimiento, y entonces tendremos que pagarles el tratamiento.

Inventar, elaborar, construir España ha sido un proceso en el que ha intervenido el tiempo, el clima, los hombres y la Gracia: el hombre se ha adaptado al medio, al cual ha condicionado en la misma medida que el medio ha condicionado al hombre, y la evolución cultural ha configurado nuestra cultura.

La expresión de la arquitectura en España la dan las plazas: la herencia directa del cruce ente el cardo y el decúmano configuran los lugares mas bonitos de nuestra estructura urbana (en progriz no se dice sitios ni lugares: se dice espacios)

Pero como somos maravillosos, podemos enmendarle la plana al pasado,  a la historia, a la cultura, y capaces son de re-escribir adecuadamente los evangelios.

En Sevilla hay una plaza que cumplió todos los requisitos: cuadrada, con casas, adecuada: no demasiado altas para poder subir sin ascensor, céntrica, y con su belleza (ahora ya imaginada) Y a cuenta de unos restos arqueológicos (que, como saben los arqueólogos, lo mejor es sacarlos, o dejarlos en donde estaban) se han marcado un proyecto de puesta en valor, modernización y re-elaboración que es para empezar a pensar si esto no ha llegado ya demasiado lejos.

En esta plaza pasa lo siguiente: seguramente costó mucho dinero tener un piso ahí; no digamos un ático; costó mucho adecuar la casa a la vida y tu vida a la casa; y entonces, llegan los genios de la realidad traspuesta, y ponen lo que llaman las setas: en las fotos lo vereis. A la gente le han elaborado un mirador directo a las ventanas del comedor, a los áticos, a su intimidad, destrozada.

El impacto economico sobre la gente que vive ahi es horrible (en estudio de impacto ambiental se dice negativo) y seguramente esos pisos no es que se hayan devaluado o depreciado; es que no valen NADA porque vives siempre expuesto a ser mirado por quien le dé la gana. Eso si: sobre plano y en presentación de imagenes 3-d de power point debe quedar deslumbrante; pero hay varios puntos donde se puede saltar a las terrazas desde el horror de la Encarnacion, los sevillanos lo llaman las setas.

Dos fotos de JMRC:

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La profundidad de campo no deja ver que la estructura prácticamente se superpone a los áticos en la curva de la elipse. Visto desde Google earth:

 

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Con esa concepción de nosotros mandamos, hagamos lo que nos dé la gana, propia de inmaduros, incultos, cursis, soeces, bajos, zafios, progres y demás infraseres, se está destrozando España, el patrimonio. la cultura y todo lo que nos hace ser: venimos desde el pasado y vamos al futuro, no nos tenemos que inventar un pasado para justificar los desmanes que se nos ocurren: sólo estudiando y conociendo nuestra cultura en sus orígenes y formación podremos vivirla, disfrutarla y ser por nosotros  en nuestra configuración como España, para la humanidad; lo demás es hacer el cursi dilapidando dinero que nunca cuesta nada a quien toma esa decisión.

Sevilla, da un ejemplo, como casi toda España, de la destrucción sistemática, estúpida, inane e infame, pero progre: destruir lo existente. Empezaron con los fastos del 92: como nada en Sevilla podía ser más alto que el campanario, hicieron el puente de Calatrava, más alto, un poquito, que apenas se note  pero avanzando en el socialismo. Ahora se han empeñado en destruir un jardín: El Prado: como romper el medio ambiente es facha, entonces proyectan en el jardín una “biblioteca”: vamos cubriendo así las necesidades que tenía España cuando las guerras Carlistas, vamos haciendo ciudades hostiles a la gente en nombre del progreso, progrecesamos adecuadamente: en nombre de la paz generan violencia, en nombre de la ciudanía estabulan ganado, no hay personas sólo entes preconfigurados en una mente enfermiza; van machacando las señas y la identidad por ser tan inmaduros y carentes de longitud de onda inteligente que creen que el mundo empieza cuando ellos lo descubren, como si una biblioteca a fecha de hoy tuviera razón de ser: como si no hubiera sitios donde ubicar ese horror proyectado.

Sin embargo, en Sevilla cristaliza una idea que está latente en arquitectos de Denia, Madrid, Barcelona, Valencia, y que entronca más con la realidad de lo que a mi me parecía posible: han conseguido ellos ilusionarme; ya os lo contaré, si me dan permiso.

 

La virtud de la gente es lo unico que puede empañar para acabar destruyendo todo el horror que hemos creado: sólo las personas pueden acabar con este régimen falaz, conspicuo, banal, de infraseres y estupideces, sin fundamento ni criterio.

Esta pintada está en una de las esquinas de la plaza:

28 junio 2008 Ignacio 185

 

Progrecesando adecuadamente, en breve alcanzaremos el preneolítico, y ahí andamos, inventando una realidad que se resiste a ser cambiada por la persistencia en el horror.

15 comentarios:

o s a k a dijo...

lo he pasado genial leyéndolo:

link

n a c o
faltaelmonolito

Ignacio dijo...

La sección monolitos me la lleva Van Orton

Terzio dijo...

Oh!

Te estás infectando en sevillano.

Tú verás!

-

Ignacio dijo...

Eso no se si es bueno, o malo.

Enrique Baltanás dijo...

Pues a mí me encantan los cuentos de Borges.

Ignacio dijo...

De esa admiración mi asombro por la coincidencia.

Enrique Baltanás dijo...

Otra cosa: dudo mucho que la progresía analfabeta haya leído jamás a Lukács. Y de Gramsci sólo ha oído campanas.
Estos sólo leen folletos, dossiers, cartas de restaurantes caros... Y El País, claro.

Ignacio dijo...

Ahí tienes razón. Pero el guión, me temo que es de ese origen.

o s a k a dijo...

con la inesperada entrada de oscár tu linkazo tendrá que esperar

a cambio, las camisetas que todavía te debo y que he re-diseñado en Londinium

n a c o
mtm-mortimer

Mary White dijo...

Los progres conocen a todos los autores del mundo de todos los tiempos... leer la contraportada de los libros que hablan de los libros que hacen referencia a algunos autores es suficiente.

Joaquín dijo...

Supongo Ignacio que no habrás pasado por alto el detalle que en esa plaza de la Encarnación, en una esquina está el "mercado provisional"... ¡desde 1973!

Te dejo un link:

El mercado de la Encarnación en los años 20

Ignacio dijo...

Si lo he pasado por alto: un mercado de puestos a ras del suelo tiene es y da vida; ese horror es la muerte urbana.
No conozco esa ciudad como vosotros, faltaría mas, pero es que esa enormidad clama a los cielos.

P.S:
(desde que descubrí frente al Callejón de la Inquisición que en triana DE NOCHE dan café en casi todos los bares, para asombro de algunos acompañantes, no sólo me declaré de Triana, sino que levanté iras cuando declaré "hay buenas vistas, del suburbio al otro lado del río"; entonces empecé a calar aspectos de lo que Terzio define como "la Sevillanidad")

Anónimo dijo...

Viene que ni al pelo:

Qué pena de Sevilla

Reboot, El Diablillo Cojuelo dijo...

Es el complejo de inferioridad. Cuanto más megalítico es el engendro, mayor es ésta.

Peggy dijo...

Las criticas vecinales y sociales suelen hacer efecto .Aqui el cubo de Moneo de la ampliacion del Prado se modifico en parte , fundamentalmente separandose de los Jeronimos .Por dentro cumple su funcion magnificamente , pero aun con los retoques me parece un "pegote" .