Inteligencias, artificios y engaños.

Llamar inteligencia artificial a algo es impactante, pero no implica inteligencia; sí artificio. Una red neuronal no es sino un sistema de toma de decisiones basada en una decisión simple: si, o no. A partir de una decisión primigenia se elabora un árbol de decisiones todas basadas en si y no: a partir de ahí se hace tan complejo como se quiera.
A partir de esta premisa simple hace muchos años empecé a trabajar en un desarrollo; con un conocido elaboramos un sistema para implantar un modo de predicción de incendios forestales. Funciona de tal modo que llega a anticiparlos. A mayor alimentación de datos, la red se autoconfigura y acaba dando por eliminación y cálculo de posibilidades predefinidas con precisión cual será el lugar más probable de un incendio si no cambian las condiciones: de momento se adelanta: suceden donde se había predicho.

[Por cierto, ese sistema está a la venta. A la administración jamás le interesó]

Es aplicable a cualquier tipo de catástrofes como riadas, arroyadas, y desastres por causas naturales: en otoño volverá a probar su efectividad, obviamente. Da igual, mejor montan un comité y un director general que se soluciona un problema; si el problema se eterniza hay mas funcionarios para enchufar.

Una vez metidos en esos asuntos, no se puede eliminar el componente intrínsecamente perverso que algunos llaman friki de la persona: vas haciendo cosillas cuando te aburres; al final se llega a lo básico como siempre: la realidad la configuramos conforme a nuestro lenguaje: la composición del lenguaje propio y su riqueza configuran la trama del cerebro y el pensamiento y la riqueza o inteligencia de un cerebro, y no al revés. Los católicos lo tienen más fácil, en La Biblia pone “al principio fue el verbo” y es eso, así de fácil.

En base al Dr. Abuse o inspirado por el y basándome en lo que sabía y aprendido, durante un tiempo (años) he estado jugando con un bot (en los ochenta los llamábamos así) configurado y “entrenado” por mí que ha estado manteniendo conversaciones por msn con gente conocida por mí, obviamente: a cada “victima” le asigné una configuración propia. Cada afectado por mi, a veces no ha hablado conmigo, pero a cada cual le he asignado su propio bot, no lo he universalizado. Ha ido personalizado a cada relación conforme los parámetros de tal relación y mi grado con la persona.

He tenido grandes enfados, hay quien se ha sentido molesto, hay quien ha manifestado preocupación por mi estado mental: ergo funciona; nadie ha notado que no era yo el que tecleaba, sino que a mi me “pasaba algo” supongo que algunos de ellos, si me leen, se explicarán ahora cosas.

La base de todo es el lenguaje; nos configura el cerebro ,nuestra percepción del mundo y nuestra inteligencia; manipulando el lenguaje hacemos apariencias humanas, o disimulos, más o menos logrados, pero la inteligencia es un atributo del ser: se puede parecer inteligente, o calcular mejor que alguien, o épatar con mayor o menor acierto pero lo que es la luz, la inteligencia y el brillo están en las personas: se puede imitar o maquillar, no se puede crear; el hombre es capaz de procrear y perpetuarse pero no es capaz de “inventarse” a sí mismo: esa paradoja está resuelta en la misma configuración de la cultura; ya es asunto nuestro perpetuarnos, crecer, la educación, la formación y la creencia en religiones extranjeras de alta infalibilidad y ricas en omega 3 o asumir que sólo somos individuos de una cultura más rica que ha generado Erasmo, Vives, Bach, Gaudí, San Ignacio, Santa Teresa, Hitler, Stalin y la sacralización civil de la estupidez como forma excelsa de ciudadanía.

Pero al principio, es el verbo.