Alguna luz proyecta sobre este cuadro y nos ayuda a descifrarlo el examen, nada más apuntado en éste lugar de criterios contrapuestos y personalidades de aquella época. Supieron distinguir en el problema de la inquisición la institución y las personas. Si la institución encajaba en su mentalidad, la ensalzaban, pero no por eso daban por buenos todos los procedimientos seguidos, en los que la aplicación de las normas procesales podía obedecer a la inspiración arbitraria de los jueces o del mismo inquisidor general. En éste orden se sitúa el debate teórico, acerca de que los inquisidores sean teólogos o canonistas. Carranza y otros se inclinaban por los teólogos, alegando que se requería finura teológica para juzgar con rectitud en materias de fe. El inquisidor general que juzgaría a Carranza favorecía abiertamente a los canonistas, insistiendo en que era menester la pericia procesal de los juristas. Con motivo de la provisión de algunas vacantes chocaron ambos patrocinadores de tesis opuestas.
Tellechea sobre el proceso de Carranza. más o menos, 1950.
Tellechea sobre el proceso de Carranza. más o menos, 1950.
5 comentarios:
Teólogos, moralistas.
Carranza, exquisito tema. Pero a Carranza le juzgaron los "mejores" del momento, ya fueran teólogos ya canonistas. Obviamente - opino - con canonistas le hubiera ido mejor. De todas formas, Carranza es un trago dificil para "nuestra" historia.
Bienvenido, Terzio.
No me interesa tanto la cuestión del proceso como lo que tiene de trasfondo: en esencia, en sí es la historia de España. Sólo he visto dos retratos fieles de España: el proceso de Carranza, y La saga/fuga de JB, de Torrente Ballester; son donde se muestra realmente el ser de España.
Y en el tema del proceso, lo que diga Tellechea, para mi es ley, ni me lo cuestiono.
Yes por Tellechea, apasionado con su paisano. Pero la cosa fue más.
Espero en breve poder explicarlo adecuadamente
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