En diferente medida a ambos nos conmovió la actitud y presencia de Perelman: yo más viciado por la realidad, el estudio y la academia, Soto desarrolló una trama a seguir como una madeja; un libro a considerar, una carrera a seguir: una conversación a dos voces para conjeturar.
Soto escribe engañando a la realidad, porque la realidad no sabe que está equivocada, Soto nos lo explica.
-¿Cuanto nos pesa ser de pueblo?
-Al pueblo se lo lleva el viento, en cuanto salimos vamos dando tumbos por Madrid y aprendiéndolo todo e imitamos y queremos ser Madrid. El valor está en volver al pueblo con tranquilidad, en escribir allí una novela.
-¿como sobrevives a la emoción?
-La emoción es el motor, pero el motor no está al descubierto. Sólo cuando estoy en casa, frente a la página, escucho el rumor sólido del motor, de la emoción. Escribir es una forma de canalizar la energía capaz de poner patas arriba una vida.
-¿Que opina de ésto Pepita Moreno?
-A ella le he dedicado esa novela. Todo lo que yo haga le parecerá bien, y ésa es una forma de querer tan generosa que nadie puede igualarla. ¿Qué opina de esto Pepita Moreno? Que es lo mejor para mí.
(Pepita Moreno es su abuela)

¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
viernes, 23 de diciembre de 2011
La conjetura de Soto
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