Las fallas, en Valencia, se financian con el dinero de los falleros y su imaginación; salen unos monumentos maravillosos. Las cofradías sevillanas sacan todos los años sus pasos, y se financian de sus cófrades. El plan sur de Valencia, una obra enorme de un nuevo ramal para el río para evitar inundaciones, se financió por el ayuntamiento mediante la puesta de un sello voluntario en el correo postal; la obra se hizo y no la financió el estado. El castillo de Buñol sigue ahí y recuperado por la voluntad de los miembros de una asociación de gente del pueblo que pusieron esfuerzo y dinero para que se recuperara, que no por las memeces que se hicieron después.
Rariano Majoy ha convocado a los haraganes de los llamados sindicatos y a un pijo Barceloní que dice ser empresario, para hablar de los problemas económicos: más le valía haber hablado con la señora de la limpieza: los haraganes amorrados al presupuesto sólo saben de extorsión y manipular a la gente de mente débil para montar algaradas y destrozos por las calles. Si alguien pagara por su sindicato habría afiliados, que no hay ni uno en los sindicatos de éste régimen comunista y genocida, y desde luego no oiríamos tantas memeces de pompas engoladas en boca de unos ágrafos cerebrales subidos al lomo de una estructura del estado represora y protocomunista; una estructura de control y manipulación, denuncia y extorsión, dicen que defienden al obrero: prefiero a la mafia más cruel que a esos vividores que van de buenistas.
El sistema ha fracasado. El capitalismo financiero producto de la revolución industrial en su segunda oleada está dando sus estertores: los muertos somos nosotros mientras los vividores siguen en sus fiestas y con sus elucubraciones de lelas de cou arreglando el mundo desde la estulticia: menos nivel intelectual y de inteligencia que la hez política actual me resulta imposible de imaginar; pero no la invocaré, seguro que la hay.
En lugar de volver a los principios y a los orígenes, desmontar la falacia autonómica y la memez de pijos malcriados de la burguesía regional española, se ahonda en las tonterías que se fomentan y se recorta donde es más evidente para un titular, pero no en lo esencial: gente a la calle, que haraganes en la administración sobran. 17 médicos en la ciudad de Valencia, alardeando de sueldo y nivel son sudamericanos que compraron sus títulos en el caribe, entre 9 y 13 mil euros: si lo se yo lo sabe cualquiera, si no se hace nada es porque forma parte de algo: que el nivel de mortandad en los hospitales de Valencia sea de los más altos del mundo ¿A quien le extraña? si no se curar, se chutar algo que los mata y luego dar excusas amparado en una estructura de autoprotección infame.
No es decente ni ético que tenga que mantener la estructura de partidos de lelos, de sindicatos de vividores y de ong de pega que sólo sirven para financiar haraganes. El que quiera que se los pague, tiene mi apoyo, pero que me extorsionen para mantener eso, es comunista, totalitario, matonismo y extorsión.
En la residencia de estudiantes cayó un décimo de lotería: siendo dinero de todos ellos, pagaron así la primera película de Buñuel. Con una cuadrilla de gente decente se puede ir adelante, y adelante fueron Dalí, Buñuel, García Lorca, Cernuda, Guillermo de Torre….. los conoceréis o no: ninguno es mediocre. Menos que mediocre es vulgar, basto, ceporro maloliente e insultante el cine que se dice se hace en España: lo pago yo, sin que me pidan permiso. Extorsión.
Rariano Majoy tiene que gobernar, y va a ser el presidente con más poder en toda la época de éste tardofranquismo buenista: si no empieza por el principio que es mantener principios, si no empieza por el comienzo que son las personas, y su vida, honor, dignidad y respeto, mal va: si el asunto es mantener un sistema falaz para justificar una tiranía de las corporaciones entregándonos al capital fiduciario como esclavos o replicantes, mal va, y lo único que hará es retrasar el inevitable final: el sistema ha muerto, hagamos cada uno una catarsis personal, hágase una catarsis social, una auditoría, haya condenas de cárcel perpetua a los felones, usurpadores, estafadores, vividores y engañifas de la progrez, sean incautados sus bienes y propiedades y hágaseles pagar el robo, sean quienes sean, y podamos trabajar, que con humildad este país sale siempre adelante, con alardes de nuevo rico sólo hacemos el ridículo; dejemos que las niñas puedan ser princesas aunque las progres, por feas, quieran destrozarles la vida a todas; abandonemos este matriarcado retrasado e histérico instalado en el vaginismo victimista, y que se preocupen de las personas, una a una y en conjunto no de entes paranoides [ “el pueblo”] que sólo justifican robos y haraganes.
El gato de Schrödinger está vivo y muerto a la vez. No hay que abrir la caja ni cambiar la arena; dejémoslo ahí, mandémoslo a Alemania que Merkozuá se apañe con ese asunto, pongamos fronteras, paguemos las deudas y adelante: y ya está bien de memeces antipersona.
Los españoles no son la banda de gaznápiros que pululan por ahí. Los Españoles son los que hubieron, y los que vendrán; nosotros de momento somos eventuales, y por tanto hay que preservar y enriquecer; echar a los vividores a la hoguera de la infamia, y dar al futuro algo sencillo creado por el trabajo y la alegría: las fallas, las cofradías, cosas sencillas que asombran al mundo y todos envidian: por eso quieren destrozar España: a por ellos, no deben prevalecer, jamás.
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