Haber fatigado bibliotecas y haberse enfrentado a las
fuentes y al latín, haber visto las entrañas de la tierra o haber
constatado la evolución: haber constatado la evolución tecnológica,
porque cada día es más palpable que aunque el número de habitantes
crece, la inteligencia permanece constante, y resultan más sabios con
menos palabras los medievales que vosotros en conjunto y de un
implacable vigor Íberos y Romanos: evolucionó Roma, con su decadencia se
hizo invisible pero no somos más que Roma con más tiempo, aunque se
empeñen los profesionales de las burocracias en ser una Roma suecada (y mal suecada) no somos más que aspirantes a la ciudadanía romana, pero la mayoría se olvidaron de estudiar para el examen.
El
paradigma europeo del conocimiento es Erasmo: para muchas cosas
prefiero a Luis Vives, pero es menos conocido; en todo caso; a estas
horas he manejado más datos e informes de los que ellos pudieran
sospechar en toda su vida; el volumen y la transmisión de datos,
implacablemente se nos hace de una facilidad pasmosa: tan sólo hay que
saber leer (cosa que los hoygan demuestran que es algo sólo para elegidos)
y discernir: el discernimiento se alcanza al haber olvidado lo
aprendido; pero claro, para poder hacerlo primero hay que haberlo
aprendido; así que los sabios de la legua ponen cara de haber olvidado
sin haber aprendido jamás, y ni son sabios ni leches: sólo montones de
maquillaje y actitudes de ofensas virginales, cuando van ofendiendo a la
realidad con su simple presencia.
Llegarán a viejos sin haber sido jamás adultos.
La
evolución tecnológica nos permite lo que no para Vives, sino incluso
para Verne hubiera sido una herramienta venerable. La obra de alguien,
la tuya, toda la obra, es posible, reflejable, visible y cuestionable,
sobre todo por tí mismo; repasable y reconfigurable: sobre bases sólidas
vas elaborando tu propia historia, que te cuentas a tí mismo mientras
la vas viviendo: así somos los bloggers. O Algunos.
Pero
esa opción es para todos: el arquitecto puede tener a simple ojeo de un
clic toda su obra, lo cual le sirve para recomponerse y seguir
adelante: la creatividad se garantiza, siempre que la creatividad exista,
será menos trabada por lo farragoso del archivado, búsqueda y
compilación: para cualquiera, la posibilidad del hiperenlace le evita el
farragoso caminar por bibliotecas, textos, notas y archivos, propios y
ajenos, públicos y privados. Del mismo modo, la inmediatez de la
publicación que da la red evita problemas de autorías: queda constancia
siempre de que fué primero: los copiones lo tienen cada día peor;
referenciar la obra que inspira, o que simplemente te gusta ya no es
sólo un signo de honradez, sino de la mínima perspicacia.
El
sistema educativo en España, el mejor dotado económicamente de la
historia, es el más deplorable de la historia. Que historia. En vez de
ser un espacio de discurso y relación elevada, la universidad sólo es un
cementerio de burócratas emperrados en mantener apariencias del XVII en
su inepcia a la adaptación a la tecnología: lo cual serviría para
muchas cosas, entre otras para que todos los estudios sobre "el cambio climático"
que han producido y que no venden, ni venderán, pero han publicado por
su ego, hubieran sido un intercambio entre blogs(o Webs, o Mails) pero
mejor público que publicado: de paso, habrían evitado la tala de
árboles, tan concienciados ellos.
No conozco
ningún tema de los que se publican libros por las universidades y demás
entes de la administración que no pueda ser reflejado en la red, al
menos igual: siempre mejor.
La administración
busca su propia perpetuación: publicar libros en la universidad aun
creen que da prestigio, en vez de hacer estudios divertidos y
apasionantes; la red, no existe; en la administración de justicia (que no justicia: la justicia es un atributo de Dios) la red no existe: no para la universidad, no para la justicia: pero el sistema de la red de hacienda es impecable (e implacable)
paradoja habemus: ¿paradoja? una simple ojeada con algo de rigor dará
por resultado que no hay voluntad de excelencia, sino simplemente de
poder, nivel de poder, y nada más; ni estudio, ni mejora, ni evolución,
ni diversión.
Por eso condenan a la gente al aburrimiento, por eso son tan pelmas.
Tengo
un blog: hago publico lo que considero; cosas más sentidas, cosas más
pensadas, cosas más meditadas, frivolidades, sensaciones..... tengo una
buena colección de música; tengo montones de textos propios y ajenos y
tengo acceso a la vida de otros que me interesa, o no; a los blogs de
otros que me interesa, o no: ahí entra mi discernimiento y mi cuita
personal; Hago bromas y oigo música; una vez tuve diecisiete años (y poesías que escribí entonces conozco a mujeres que juran que las escribí para ellas)
El volumen de información que organizo y me configura no me define;
pero no hace ni veinte años era impensable la capacidad que tengo ahora,
de todo: y mientras escribo esto hablo a la vez con Moscú, Letonia,
Sevilla y Denia.
Tenemos una evolución tecnológica muy aprovechable; pero nada hemos evolucionado desde Roma (siendo optimistas: pienso que hay demasiado australopitecino por ahí bramando consignas)
y desde luego, esto debería servir para mejorar sobre lo existente, no
para usarlo como herramienta de degradación de los hombres; de
alienación colectiva. En nuestras manos está, ya es cosa de individuos:
mis lectores me han elegido: eso, me honra; cada cual elige a sus
referentes, y me siento halagado de cada uno de ellos: ellos me
constituyen, o al menos constituyen el blog.
La NASA envió a la luna un cohete y lo trajeron de vuelta. Eso lo hicieron con un ordenador que siendo benévolos lo compararíamos a un 286 (que muchos de mis lectores ni saben lo que es)
No fiemos al ordenador la carencia nuestra: las carencias de las
personas son solventables, pero por las propias personas; la herramienta
no garantiza que su uso sea el adecuado: como rezaba el cartel en la
puerta de aquella iglesia americana "no todas las respuestas están en google"
debemos forzar, desarrollar la creatividad y que la inteligencia se
imponga sobre la indolencia; es nuestra misión como hombres; y aunque la
rémora de la burocracia se empeñe en negar esa realidad, la hacemos
posible cada día: aunque cierren blogs (mucha virgencita ofendida hay; demasiada posse, demasiada estupidez) cada día habrá más: y cada lector elegirá sus escritores, yo elijo, a mi me elijen..... y la evolución continúa.
La
libertad de expresión, tan cacareada, nos obliga a expresarnos cada
día mejor, y de mejor modo, para legar al futuro algo presentable: en
este viaje no estoy solo: mi blog es de mis lectores realmente, más que
mío.
Venimos de Roma; en La Galaxia estamos: veamos a donde vamos.
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