Usan todo el enorme poder de la red para transmitirse las consignas y los mantras que ordena su secta; juegan a ser vencedores por inundación de estupideces y acotan por espacios y delimitaciones melífluas la capacidad de expresión.
Usan todo el enorme avance de la red para transmitirse la manera más eficiente de hacer bifaces cordiformes; cuando evolucionan hacen congresos sobre bifaces cordiformes y se consideran expertos cuando hacen la revista de bifaces en la red: usan la herramienta más elaborada de la comunicación para anclar al hombre en la ignorancia; y a mayor capacidad de transmisión de la información y conocimientos más en evidencia está el nulo fragor intelectual de la gente y la carencia absoluta de toda inteligencia: usan la red conforme leyes que no eran ya válidas ni modernas en el XVII; usan la espada láser como luz antimosquitos; y son pasto de todos los estafadores y vendedores de crecepelo, sólo que por internet: tenemos más acceso a la información y a los datos, lo que está en evidencia es la nula capacidad de discernimiento de la gente.
La evidencia de lo inútil de éste sistema antihumano y aberrante se verá cuando se use la red no para quedar para hacer una manifestación, sino cuando se use la red para derogar al gobierno: con sólo trescientas mil personas que sacaran su dinero el día uno del banco y no pagaran nada al estado y no usaran pagos con tarjetas o transferencias, en dos meses se había acabado el sistema fiduciario, el euro y la unión europea; simplemente así se acababa con todo este aberrante sistema; pero esto es cosa de personas y no de ganado que obedece una consigna y necesita la manifestación para hacerse la foto que les de carta de validez en su banda sectaria y tribal; es cosa de personas y su discernimiento y no de militantes ni otros tipos de ganado estabulado: a mayor capacidad de discernimiento más veo la estupidez hacer de las suyas.
Por buena que sea la herramienta, la estupidez humana por inundación la hace inútil aparentemente: con tiempo veremos el esplendor primoroso de la red y los insulsos y malasombras, ignorantes y abúlicos se quedarán en el enorme último puesto que la realidad les reserva en sus propias vidas, entregados a la tibieza.
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