¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
martes, 30 de octubre de 2012
Oposición a la dictadura
lunes, 29 de octubre de 2012
Buñol trabaja y sueña
Aprendí a segar hierba (para los conejos) cerca del Roquillo: me enseñó un compañero del colegio nacional San Luis que era un pelín bruto: un pelín menos que yo, pero me enseñó la base de uso de la corbella y en ello segamos toda la hierba: su padre encantado. Manejo la hoz aun con cierta soltura: no creo que puedan decir lo mismo muchos comunistas. Íbamos al salir de la escuela (no íbamos al cole) a segar la hierba porque era el turno de su padre en la fábrica: se trabajaba en la fábrica, se mantenía una huerta, se hicieron vidas desde casi la nada con más que dignidad: gallinas y conejos, la fábrica y la huerta, trabajo, esfuerzo y alegría: claro que todo era afecto de pasiones humanas, claro que la vida era más bonita; las opciones crecían y se abrían: Buñol tenía la huerta, que es muy dura de trabajar, las papeleras y la valenciana de cementos, que era la que mejores sueldos daba. La alcaldía fue rechazada de plano tras la guerra por los represaliados y encarcelados por el rojismo, no la aceptó ni uno de los que habían sufrido el vigor del enemigo, y en dándose cuenta el tiempo la alcaldía fue una expresión real del pueblo: por una mística local los buñoleros no consintieron la imposición de un alcalde de los que proponía valenciana de cementos: todos los alcaldes eran papeleros o de las metalurgias locales, una industria boyante y enriquecedora de todo el pueblo, un pueblo humilde, pero desde luego la vida era más rica y enriquecedora, con una juventud potente y poderosa y una vida que se abría paso vigorosamente, rotunda, limpia. Los clavarios organizaban el tomate cuando la fuente estaba en la plaza, y un año alguien se propasó con una chica: al año siguiente los mismos clavarios estuvieron al ojo: del primer guantazo se acabaron los desmanes dentro del tomate, que era muy humilde y llevábamos los tomates de casa y eran los clavarios quienes organizaban la fiesta.
Porque el paisaje del hombre es la infancia.
Con Franco muerto y el vigor del concilio Vaticano II que hizo estragos en aquella juventud, estragos que aun perduran en los hijos de los estragados, y que la misma iglesia parece no querer enmendar a mayor abundamiento en el error, todo el mundo estaba en cuitas y fantasías, reuniones y activismos, políticas y modernidad: había que progresar y ser europeos, toda aquella parafernalia verbal demagógica y lamentable que se impuso cubriéndolo todo, como la ceniza de los incendios, como la lava, como el error y la maledicencia que tienen acreditada perdurabilidad, con la murga constante y persistente como único argumento, sin posibilidad de discusión: en aquel momento ya consiguió valenciana de cementos controlar la alcaldía mediante la colaboración de los sindicatos y el partido comunista: desde ese momento, la trama urbana se vio afectada y denigrada con cualquier excusa, como en todos los ayuntamientos de España; hubo una apropiación del término cultura por exclusión social de los formados, informados y curiosos, un establecimiento de la verdad oficial de absolutamente todo y una definición de la cultura basada en el progreso y los peces de colores: anda por ahí mano en mano una novela mía de aquella época; si se tercia la volveré a publicar; o la publicaré porque no salió, sólo corrió en algunas manos que espero que en su piedad la hayan perdido. Espero.
Con el control de alcaldía por valenciana casualmente fue el declive hasta la muerte de la industria papelera; las primeras huelgas llevaron a los sindicalistas a pegar fuego a un horno; el matonismo del sindicalismo en Buñol a veces ha sido extremadamente vergonzante. Así se controla mejor a un grupo social: no hay que tener el master de teoría de sistemas para saberlo, los que lo han sufrido simplemente lo saben.
Todo han sido alardes de industrialismo e industrializacionismo, todo han sido alharacas, todo grandes proclamas, todo un fracaso: no hay industria pequeña sin empresario: cuando una empresa va es porque alguien la hace ir; pero si para hacer cualquier cosa las premisas y prejuicios condicionan nunca se acaba haciendo nada: porque todo había de ser cribado por la extrema corrección política establecida, y cuando actúan los prejuicios de corrección política nada se hace; nada se ha hecho, todo se ha anunciado magnificándolo, todo trabajo anterior ha sido asumido como si lo hubieran hecho ellos: y la maledicencia y el discurso demagógico de desdoro de todo lo que no sea de la secta, lo ya sabido. Y si en Buñol es doliente, en Manises es sangrante: la flor de la cerámica no mantiene ni una fábrica, cuando venían de Hollywood las estrellas del cine en los sesenta y setenta a comprar a Manises: no queda nada, nada han dejado, en base a un industrializacionismo y un esquema de realidades prefabricadas que nunca se encajan en la realidad, por mucho que financien estudios y universidades para justificarlo: Buñol nunca ha sido un pueblo del extrarradio de Valencia, que tiene personalidad propia, y con estas maniobras confunden a la gente y la hacen perder todo sentido: uniformizar España anula toda personalidad local ¿a quien interesa eso?
Todo ha sido la nada, porque los despidos masivos se han acumulado y ahora valenciana abandona a su suerte al servicio tras haberlo utilizado a modo: demasiadas voces claman ahora sufridas y dolientes, y no tardará en surgir de alguna parte la iniciativa de hacer un Buñol turístico tras haber destrozado lo que lo podía convertir en turístico, y con unos planes que serán delirantes en su concepto e irrealizables en su realidad, pero que aumentarán la confusión del momento de incertidumbre, abandono y soledad de tanta gente, de tanto horror; porque la propaganda vía murmuración irá por todas partes, pero hay que pararse y reflexionar, porque lo primero que se hizo es abandonar la tierra y si abandonamos la tierra lo hemos perdido todo, y esto es el precio, que lo pagamos con nuestra vida mientras los mercachifles huirán con el botín.
domingo, 28 de octubre de 2012
Clásicos de La Galaxia: cambio de hora
Voy a explicarlo bien: el tiempo no existe.
Dios hace el tiempo, pero deja su administración a los hombres; de ahí los disparates en los que se convierten nuestras vidas, con nuestro concurso activo. El tiempo pasa; suele suceder: los lapsos se miden mal o se miden como Dios manda: cada cual sabe sus tiempos y sus eras, que en nada se adecuan al calendario. El tiempo es una hija y una mujer y se miden los tiempos entre instantes infinitos y mujeres veraces: las banales y vacuas, no cuentan: reset to zero. El tiempo es las segadoras de Millet y el sudor; una mochila y una vida vivida en los instantes: el tiempo nos dice que llego nuestra hora, llegas, das el parte al jefe, nunc dimmittis, tercer banco, a la diestra y ale: ite missa est.
El león de Natuba pereció junto al ejército de la guerra del fin del mundo cuando se rebelaron contra la imposición del sistema métrico decimal: cuanto más se intenta imponer un uso científico de la realidad más se aleja al hombre de la naturaleza; en intento de una naturaleza de totalidad se aleja al hombre de su espacio inmediato que ocupa y organiza: el tamaño de la tierra es aquel que puedes recorrer andando en un día, y volver a tu casa, lo demás, inane.
Verne escribió cuando existían más de cien husos horarios “normalizados” el tiempo se observaba localmente: de hecho la vida es localmente, dígamelo a mi que soy de pueblo. O sea: recorriendo 18/20 kilómetros hacia el este o el oeste cambiaba un minuto en el tiempo de la localidad. Y de ahí la vuelta al mundo en 80 días. Pero llegó el tren, y de alguna manera había que compaginar los horarios para que pudiéramos saber que llega tarde, que los que van dentro huelen mal, y que encima ahora la repugnante socialdemocracia no deja que se fume ni para tapar el apestoso olor a colonia barata. Aberrante.
Por esto se estableció en 1860 el Greenwich mean time como referencia universal del tiempo (es mentira: el tiempo es la medida que sucede entre un instante y otro, mientras ella se lava el pelo) Lo de hacer el cambio de hora para “unificar mas” es una estupidez de algún burócrata aburrido y posiblemente bastante traumatizado, la verdad.
El GMT ya no vale, ahora somos el horario de la red: Swatch Time. Se basa en dividir los 24 diferentes husos horarios en 1000 unidades. Cada unidad se llama beat (pulso). El día comienza con @000 beats y termina con @999 beats. Cada beat dura 1 minuto y 26,4 segundos. El horario siempre se muestra con una @ y tres dígitos. El @000 corresponde a la medianoche (invierno) en la ciudad de Biel, Suiza, elegida como meridiano principal. Nos seguimos rigiendo por el horario GMT, excepto esos dos días del cambio de hora.
El padre Tosca estableció el ciclo pascual del calendario hace años, en Valencia; otros decidieron el cambio de hora.
El 15 de abril de 1918, se introduce el concepto DST o Daylight Saving Time, “horario de verano" la convención por la que se adelantan los relojes para que las tardes tengan más luz diurna y las mañanas menos.
El del 16 de marzo de 1940, exactamente a las 23:00 horas se realiza un cambio muy importante en España. Adoptamos la hora oficial como la del Meridiano 15º Este, es decir, el Tiempo Universal o GMT sumándole una hora. De esa forma, y siguiendo con la aplicación del “horario de verano”, España tendría que adelantar una hora su reloj en horario de invierno respecto al GMT, y 2 horas en horario de verano, que es como hasta la actualidad se ha venido haciendo.
Estos últimos datos, así como la animación sobre la luz solar y el verano y el invierno, que podéis usar moviendo la raya de arriba abajo, son de Astrored que hacen un buen estudio del tema de la hora. Y de las animaciones más útiles que yo haya visto.
sábado, 27 de octubre de 2012
Sanidad, educación
La sanidad es todo aquello que condiciona el medio y su salubridad. Lo único que se puede gestionar es la salud, que si es una buena gestión es salud publica: tu médico te conoce y confías en él; dado un problema te remite a algún especialista conocido de él, por lo cual se garantizan ambos tanto el cobro como el trato adecuado al paciente; y si hay que operar, es tu médico el que decide quien y dónde: de tal modo, el paciente en toda fase de su enfermedad está indefenso y cuidado: claro que habría pequeñas derivas de dinero y favoritismos, pero un mal médico perdería sus clientes, sus médicos proveedores, todo; un mal hospital no contaría con pacientes. Y desde luego el nivel de gasto, coste, y corrupción se controla desde la base, o sea tiende a cero: para que tienda a infinito como ahora basta con hacer un sistema científico de manera que da igual la hora y el médico, da igual lo que sea, vas a un sitio u otro según una clasificación muy científica, y el hospital funciona por su criterio y cada cual a la suya: se fomenta así la eugenesia, la eutanasia, y la indolencia en el trabajo de los profesionales de la medicina y sus ayudantes.
No son personas, sólo son materiales utilizables o no, y así la relajación moral favorece el maltrato y la muerte.
La educación es problema de la familia. Una maestra de escuela por alta estima que se tenga, sólo es una pieza externa de ése sistema.
La instrucción pública es cosa del estado: se garantiza así la comprensión del sistema en el que el individuo vive y se favorece su educación, no sustituye la educación por una estabulación hecha por maestras incultas pero con unos egos impresionantes: el fracaso está garantizado.
Mientras sigan confundiendo educación con instrucción y se eroguen la formación reglada como sistema de formación de ganado para su uso y aprovechamiento, están estafando a las personas, a todas y cada una, además de insuflar aire vacío a su infinito ego de la nada, de gente soberbia y carente de toda formación.
Pero modificamos las palabras, modificamos los conceptos, elaboramos una estructura científica en la cual se pierde todo concepto en un marasmo de burocracia ficticia, y generamos gente inculta que están dispuestos a la eutanasia.
Y es por eso que es importante saber hablar bien y escuchar mejor.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Los hombres usan pañuelo de tela
Modernos, a cualquier precio: ese precio pagamos, el de ropas que encojen y zapatos que aprietan. Lo llamaron reconversión industrial, destruyeron el tejido industrial de España: luego, ya puestos, adelante con la ganadería y la agricultura: ahora a por los españoles.
España no es un pueblo industrial. La industrialización como medio para salir del hambre se convirtió en el fin: la codicia y el diablo hicieron el resto. Una España arrasada por la gripe y la filoxera que arruinaron familias y pueblos fue la puerta de entrada: que modernos, tenemos tren. Sobre la enorme trama financiera para que el capital fiduciario se asentara hay voces mas autorizadas, mejor informadas: ellos comentarán si lo consideran. Fuimos modernos tendiendo el tren, fuimos españoles inventando las cajas de ahorros y monte de piedad que hasta el advenimiento de esta etapa del franquismo llamada democracia fueron los organismos que permitieron a las familias no sólo salir del hambre sino subir a un estatus de vida más que adecuado: fueron las cajas de ahorro las que generaron una burguesía que se ha devorado a sí misma, pues son los hijos de esa burguesía los que han acabado presidiendo cajas de ahorros por vías políticas y sindicales, y conforme es su costumbre puliéndose el dinero de los padres: no sólo de los suyos.
No me vale culpar a toda la banca: que aquí hay personas al cargo de los consejos de cajas de ahorros, y han sido ellos.
Con el tren hubo un desarrollo industrial incipiente que alcanza su vigor esplendoroso cuando Franco se revuelve contra la falange entregándose a los gobiernos de miembros del opus: la industria nacional era maravillosa: los torneros, fresadores, los trabajadores eran escrupulosamente magníficos: cuando se inauguró la factoría de Figueruelas los ingenieros alemanes fotografiaban y copiaban las modificaciones de los trabajadores españoles en la cadena de montaje.
Todo ese vigor y creatividad, esfuerzo y trabajo se ha perdido, porque en vez de evolucionar a nuestro ritmo todos quisimos ser obreros de Detroit o Hamburgo, cuando no héroes de Vietnam; con la reconversión industrial se perdió todo.
Eran escrupulosos, eran finos y atinados, y eran solicitados en todo el mundo por su pericia porque venían de estirpe: la forma de vida española es creativa y vigorosamente recia. Se acaba la jornada y en el patio se canta, y nacen matrimonios y alguien coge guitarras, que no de otro sitio sale el flamenco sino de la tierra y el sudor de los hombres. Y en ese magma nació García Lorca y los Machado, Dalí y Torroja, y tantos que no enumero.
La concepción del trabajo lo es por si mismo: hay que hacer esta faena y se hace, cuando se acaba vas a casa. Como sudas llevas pañuelo: con la invasión aviesa del sarraceno del Sahara español se puso de moda el pañuelo moro, pero el pañuelo español es de cuatro nudos en la cabeza, sirve para que el sudor no empañe la vista, para secárselo, para envolver y para todo: el pañuelo lo lavaban las novias en el bibel porque en él le llevaban las flores los novios.
Una vida agrícola, recia, dura, esforzada: una vida rica y creativa, que engrandece a la humanidad con la enorme pléyade de creadores de España a lo largo de toda la historia: de pintores y escritores, arquitectos e ingenieros; músicos y sastres: nunca fuimos industriales porque esencialmente somos del agro, y en ese rango de vida España creó su gloria, la gloria del mundo.
Lawrence Durrell para escribir el Cuarteto de Alejandría tuvo que irse a Corfú; todos los grandes escritores ingleses han pasado “largas temporadas” en España, Italia o Grecia; no tendríamos dinero pero teníamos una vida propia, que es más importante. En Mallorca tuvo que recalar no se qué músico; en Formentera conocí a unos cuantos famosos, todo esto no es casualidad.
En lo único que se diferencian nuestras glorias de las del resto, es que aquí, si se morían de hambre, como que nos caen mejor; por lo demás la calidad siempre es superior, la verdad. Léase a Dumas, su viaje a Cádiz; Léase a Casanova y sus amoríos con Doña Ignacia, en Madrid y sus esfuerzos por Despeñaperros; léase……
Eso es lo evidente, no considero menor la creatividad de torneros y albañiles, fresadores o ganaderos: por todas partes salta la chispa, por todo en España se ve el genio y lo creativo. La industrialización si no se hubiera entregado al horror del capital fiduciario seria algo prodigioso; pero no lo es. Somos un país agrícola, la codicia y el diablo han destrozado lo que de bueno somos, y si algo somos es en el patio aparejando el carro, cortejando a la chica que mañana se acercará (siempre más tarde) hasta el campo a ayudar un rato en la faena y con ella rezaremos el ángelus que Millet os cuenta, que yo he vivido, que tanta gente añora aunque su carencia de referenciales se lo niegue; ya sé que no rezáis, porque ni sabéis las fases del día, pero esto es España y no está ni muerta ni zombi, y las espigadoras de Millet os miran mientras rezan al suelo donde hay enterrado un niño.
martes, 23 de octubre de 2012
Fuero juzgo
lunes, 22 de octubre de 2012
El tiempo da venganzas
Y lo cierto es que me equivoqué: dije Abril, ha sido en octubre.
Vaya, por eso error debo ser crucificado: todo lo demás, tal cual ha sucedido, al pié de la letra: ahora me crucificarán.
Y se cumple, tal cual dije, conforme a guión, como un baile cortesano ha salido el minué.
Y por esas cosas, me crucifican. Hoy se ha presentado el ere.
El fragor peregrino
Todos volvemos. Y sabemos que será irrepetible, y sabemos que siempre es nuevo y nada tiene que ver con ninguna de las anteriores. Siempre es lo mismo físicamente, nunca es lo mismo de ninguna de las maneras, por eso tenemos la nostalgia infinita.
En el sistema avieso actual, nada tiene final: tras la carrera, la eterna formación, la burocracia es una inmensidad infinita en la cual saltas pasos según “lo bien que caigas” y quizá consigas algo; toda la realidad se nos articula alrededor como una secuencia infinita de caminos infinitos que nunca acaban ni jamás se ve el final; de los que se ve el final es una cita tasada y repetitiva, odiosa: la declaración de la renta por ejemplo.
Toda la maraña de la vida consiste en sobrevivir a secuencias de obligaciones sin final y que jamás se intuye que lo tengan.
Los peregrinos sabemos que hay un final, que acaba, que se llega.
Los enfermos ya lo son para siempre hasta su eutanasia final; los divorciados somos condenados hasta la muerte, todo es para siempre y siempre farragoso, odioso, burocrático y aburrido, innecesario y ridículo que sólo sirve para justificar el trabajo del funcionario al cual le han creado ese puesto para justificar su vida, que no otra cosa es la socialdemocracia, aburrimiento y amargarle la vida a la gente.
Los peregrinos llegan, hay un final, nunca se repite: y se sabe el final.
Y hay una certeza: algo jamás se repetirá.
La puerta que no volverás a cruzar, la mujer que no volverás a ver, el vaso que no volverás a beber.
Una certeza me ronda estos tiempos: hay otra cosa que jamás se repetirá. Si cristo vuelve a la tierra es la Parusía.
No hay otra posibilidad, no hay otra opción, no hay otra posibilidad.
La sociedad y la gente conforme las veo hoy, asesinando indiscriminadamente, protegiendo asesinos; filisteos y publicanos, maldad evidente: si Cristo vuelve como vino, volverá a ser juzgado, condenado y crucificado por una recua de funcionarios que han dejado su dignidad colgando de las enseñas de su cargo; volvería a ser crucificado, volveríamos a ser la misma gentuza que hizo tal aberración: cada vez que apalean a un vagabundo salta a la vista que a Cristo esta crucifixión se la iban a hacer aumentando las dosis de crueldad.
Y La condición divina avisa una vez, para siempre: si vuelve será la parusía, es imposible otro comienzo, esa puerta sólo se abrió una vez, esa posibilidad la humanidad decide que hace con ella, pero hay un final, hay un final, porque la condición humana deriva hacia el mal con una derrota de difícil navegación.
viernes, 19 de octubre de 2012
Tuvo un sueño
Anuencia total, es España: todo el mundo sabe ahora todo de economía, sobre todo saben que el otro no tiene ni idea; todos saben la solución, no hay solución a esta disolución, pero una cosa se me muestra diáfana fuera de toda incertidumbre: sólo hay confusión, desde todas partes a todos los rangos y con todos los elementos posibles no hay capacidad ninguna de certeza: sólo confusión, mensajes letales encadenados, y disfrazados todos de buenismo, de rigor, de cientifismo, de conocimiento: y uno a uno, si los escuchas, resulta que pasado mañana esto es el paraíso terrenal.
El haz de juncos define la fasces por el Hybris, el haz de juncos es la unidad, el haz es lo que soñó José en su trabajo: envidiosos y poseídos por la tiña, sus hermanos decidieron matarlo: llegado el momento demostraron lo mierdas que eran ante ellos mismos y al no atreverse lo dejaron en el desierto sólo sin agua condenado a la muerte por crueldad, el miedo es el preludio de la crueldad, la justificación moral de los facinerosos es clara “yo no lo he matado” con lo cual te crees tu propia mentira, pero la conciencia actúa.
Sólo hay confusión, y certezas implacables: la confusión está siendo sembrada y abonada, y el mal beneficia a algunos, se beneficia a sí mismo, con implacables antecedentes y grandes definiciones: Molotov definió perfectamente la justificación moral de la traición “No esperábamos que nos traicionaran, nos adelantábamos y los traicionábamos primero” justificación tan zafia y banal que sigue funcionando.
José sobrevivió: gracias a la mujer de Putifar acabó en la cárcel, la historia de siempre, la historia de Santo Domingo de La Calzada, la historia de todos los días en todo el mundo; la historia de la inquina vaginista recrecida. A todos los pesares, abandonos, maledicencias, estulticias, cuñadas y desprestigios sobrevivió y por sus dotes el faraón lo elevó a altos puestos: su presciencia le situó bien, cerca del faraón; cuando comprobó el arrepentimiento de sus infames hermanos, les permitió la vida, les dio su perdón; la Biblia tiene ejemplos muy vigorizantes: no sé si hubo arrepentimiento, sé la bondad de la Biblia; la infamia nunca abandona su precepto, la condición del mal siempre se justifica, la situación creo que la tenemos definida con certeza implacable en su sencillez: Caín sabe lo que le va a pasar, y lo que le va a pasar a Abel, pero Abel no lo sabe: ese es el poder del mal: puedo hacerte todo el daño porque nunca sabrás que te lo voy a hacer, sé mi futuro y te implico para beneficiarme en mi inmundicia, hago de mi vida algo inextricable para justificarla con la vida de los demás, la mayor de las inmundicias.
En ello veo el acierto: nos están sacrificando, no sabemos como ni porqué pero los malos sí lo saben.
Todos suben al tren, el mismo tren,
pero Caín ya sabe su destino
y también el de Abel, que lo ignoraba.
Caín es malo y mata, eso fue todo,
y sigue siendo todo aunque Caín
Baltanás ahí ha tenido un gran acierto.
Y yo hablaba de la situación de España, hoy. ¿Qué a qué os ha recordado?
lunes, 15 de octubre de 2012
Nación zombi
Los tres mosqueteros se emborrachan en la taberna: para los mandos “su tiempo ya ha acabado” y hay que dar paso a las nuevas ideas y rejuvenecer al sistema: sólo salen a robar para poder seguir bebiendo, sólo salen a honrar al sepulcro del Cid, mientras en If el conde de Montecristo se niega a salir: es más propicia la prisión que la realidad estabulada como sistema social bien tramado, que no cuestión de personas; Cyrano acogido a sagrado ni a las mujeres mira mientras lee a santa Teresa y se abunda en su hundimiento; lord Jim eternamente permanece en la isla y Shandokan no sale del manglar por no ver la realidad: ni la madre Teresa le conforta: Long Jhon Silver sigue huyendo de todo aquello que se le acerca sin siquiera querer buscar la isla ni el tesoro, porque la mancha negra ha sido entregada a toda la sociedad y el sistema muere matando, sibilinamente y con cinismo, poseído de la hipocresía y la perversión.
Dan por muertos a los que ni zombis son, y en el momento adecuado saldrán a la vista porque ocultos no pueden permanecer en estos tiempos de inanidad y vulgaridad sublimada, mediocridad recrecida y robo organizado: cuidado, el ejército es legendario y no es de película, y al final es el hachero de Stevenson el que define el carácter de los españoles.
domingo, 14 de octubre de 2012
Aportación ecuménica
Sheldon:
Yo no soy digno de que entres en mi blog,
pero un comentario tuyo bastará para forrarme.
sábado, 13 de octubre de 2012
Los negros son exóticos
Porque esto es España, y nunca había tenido población negra, por una sencilla razón: España no tuvo esclavos. Nunca. Jamás. Le costó un vehemente discusión en el sínodo de Londres al arzobispo Carranza, el odio del inquisidor General y el acabar preso de la inquisición; iba apoyado por Las Casas, iba solo y atacado por El Duque de Alba entre otros: pero España no tuvo esclavos “el que pase por aquellas tierras ha de ser por el bien de los indios”
No es que seamos racistas, nos resultan extraños porque no los trajimos aquí esclavizados, España no tuvo esclavos.
España no tuvo colonias.
Descubrió el mundo entero y lo articuló de la misma forma que se articulaba todo el imperio, y lo mismo valía uno en Cuba que en el Perú que en Filipinas que en Soria: inventamos el mundo, luego los codiciosos si esclavizaron tierras y personas: sajones portugueses y holandeses, los protestantes, los hugonotes, pero España gracias al catolicismo siempre respetó a las personas.
Las mujeres nunca fueron oprimidas.
Que los cambios han sido de rango mundial, que lo que pasaba aquí pasaba en todas partes, y que aquí estaban más protegidas que en los países de la reforma: que la mujer en España siempre ha sido bien considerada y tratada, a pesar de las modas mundiales.
Y sino de que cojones iban a tener su propio apellido siempre, no como en el resto del mundo.
Y encima toda la incultura subsumida de progrhez da pábulo a la leyenda negra desde cátedras y prensa, la imbecilidad se ha adueñado de España. La leyenda negra la elaboran y difunden los que hacían aquello de lo que nos acusaban, y los progres en España la repican, menuda hez.
España descubrió el mundo, y el catolicismo si lo es es gracias a España, que nada debemos al Vaticano sino el Vaticano a España aunque ahora envenene al sabio catolicismo español con memeces y tonterías; Seguimos aguantando la presión de la envidia en sus formas más aviesas, y desde dentro con la generación de los supercincuentones subsumidos en su propia soberbia, génesis y producto de ignorancia, eso si: nunca se olvidan de robar en su relativismo cerebral e ineptitud total.
España morirá, pero nunca seremos un suburbio sajón degradado, que a ello nos llevan.
jueves, 11 de octubre de 2012
Yo no he sido
Por horrible y deleznable que sea la falta de ortografía, exige la misma cantidad de goma de borrar que una simple coma; tiende la gente a magnificar sus percepciones de la realidad agrandando lo que quieren, denostando lo que les parece siempre con enormes y grandes magnificaciones de realidades sin importancia: tiene más importancia la percepción que se le da a las cosas que las cosas en sí mismas, de ese deplorable modo el relativismo lingüistico ha degradado a España y la gente no sabe ni la medida de las cosas, ni el significado de las palabras, ni nada de nada: eso sí, todos saben inglés y su soberbia es excesiva. Pero ni saben hablar, ni lo que dicen, ni el valor de las palabras.
Y dan lecciones.
martes, 9 de octubre de 2012
Progredumbre
domingo, 7 de octubre de 2012
sub infra
viernes, 5 de octubre de 2012
Tradición manda.
Justas
Lanza en ristre y cabalgando, con gesto fiero y desafiante, la adarga puesta, lanza en ristre apuntando adelante. Valencia se llena al anochecer de cruzados que cabalgan en sus bicicletas con un palo con el cual hurgan los contenedores: por muy bonito que lo cuente, es deplorable.
jueves, 4 de octubre de 2012
No hay de que asombrarse
Sólo hay dos opciones: o el hombre se imbrica con humildad con la tierra y de esa manera se desarrolla como persona, se proyecta al futuro y tiene una vida plena, o es un obrero de la industria.
La comunión con la tierra implica el trabajo y el esfuerzo, la labor como realización, la familia y el amor y el pasar épocas de abundancia y carestía; la alegría y la introspección van en el ritmo: la matanza, la siega y la cosecha dan la alegría, la introspección va con el curso del año, con el tránsito del sol. Que era y puede ser moderno, y en algunas formas actualizable, pero esencialmente es una vida de humildad y sencillez, una vida plena, son las espigadoras de Millet con toda la carga de esa pintura.
La opción elegida por imposición de invasores para modernizar implica la proletarización. El trabajo rinde sólo en dinero, a precio tasado e independiente de la naturaleza, se desarrolla a tales horas y en medida de rango social definido y tabulado por el estado se cobra: la gente va estabulada.
La industrialización se ha impuesto de manera paradójica: se ha impuesto, mientras se destruía todo el tejido industrial. Y por consignas de rigor proletarista se ha destruido también todo el entramado agrícola, ganadero, pescador y de valor de la tierra que ha configurado España desde Roma.
En eso estamos, mientras como una burla, el sistema que fomenta la destrucción no sólo de la naturaleza y la imbricación del hombre con ella genera su contradanza de expiación de culpas sabidas: el ecologismo sólo es una especie de penitencia autoimpuesta ante el vigor de la animalada.
Si se está en este sistema, hay que asumir la energía nuclear, la destrucción de espacios, pueblos y lugares por “un bien mayor” y toda la suciedad que genera, aunque quieran limpiar sus conciencias industriales con el jabón industrial del ecologismo que nada consigue excepto su riqueza y continuidad.
No es una crisis de dinero, ni es importante en absoluto el dinero ni sus flujos, ni mucho menos los sanedrines financieros a los que se nos somete esclavizándonos: es una crisis de la naturaleza de la cultura en la que el hombre ha abandonado su vida por una comodidad aparente y una pobreza real.
Solón ha pasado a la historia como uno de los grandes legisladores. Probablemente lo sea: fue Solón el que hizo la regulación de los prostíbulos en Atenas, hacían pequeñas bromas sobre Esparta por su especial configuración de moneda: Esparta no se había vendido al oro de los templos babilónicos y tenían una vida de trabajo y esforzada sin los haraganes, riquezas, casas de putas ni grandes filósofos de las demás ciudades griegas.
Leónidas con 300 más salvaron a la humanidad de la esclavitud, la mujer como objeto para dar palizas y la degradación del hombre. Jerjes se envainó todo su dinero junto con su soberbia. Los pobres son la salvaguarda de la humanidad, como ratificó Cristo algo después, y ahora estamos con el problema de los pagos a Jerjes que tiene sucursales en Alemania porque la hez se ha envilecido con el capital financiero: y hay quien dice que hemos evolucionado, cuando no progrecesado.
miércoles, 3 de octubre de 2012
El vigor de la lucha
"Hay hombres que luchan un día y son militantes.
Hay otros que luchan un año y son interinos.
Hay quienes luchan muchos años y son funcionarios.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los liberados sindicales."
martes, 2 de octubre de 2012
Contra el enemigo
Todo lo furibundo del sistema es dedicado a esclavizar a la persona; la persona no es por sí misma sino como parte del engranaje y a él se debe y por ésta razón el sistema dispone de vidas y haciendas: y si bien con el comunismo no ha acabado de cuajar, su forma perversa de la socialdemocracia lo está consiguiendo, y la gente pica, pero cada vez menos: nadie es una pieza de una estructura por elaborada que pueda parecer, el ser humano es por sí mismo único e irrepetible, o no es.
Ahora la guerra es de la persona contra el estado al que hay que destruir en todas sus formas y funciones, hay que hacer una España de personas y no de plutócratas obedientes a dicterios de sanedrines del dinero: que todo el mundo olvida que el dinero es la herramienta y no el fin, y que no es otro el problema sino que nos han metido en una cadena de montaje del capitalismo financiero y se olvida a las personas por el mantenimiento del sistema.
Es el hombre contra el estado, y esa guerra ya ha comenzado y hay que empezar a destrozar al enemigo, que con nosotros ya lo están haciendo, y el numerito de dos lados del sistema, el guay y el menos guay ya no cuela ni en las mentes más débiles. A por ellos y a trabajar y vivir del trabajo.
lunes, 1 de octubre de 2012
Hoy es ayer
Ya me resulta más indigestas las furibundas proclamas de los periodistas e inteletuales, que las estupideces pomposas de los politicastros.
A la calle, a por ellos.