La concepción de Europa que padecemos como epítome de la democracia es el modelo de Willy Brandt, que se nos impuso por sobresaturación de propaganda por F. González; de aquellos polvos, tales lodos, que no es ajena la desgracia actual en España a tal disparate; y parece que en el resto de países de Europa tampoco tienen toda la conformidad: se activa la propaganda llamando ultraderechista a todo aquel que no transija con los dogmas, y ya hasta eso cansa: en el único país donde la propaganda sigue, cansina, es en España.
El directorio de la revolución, y sobre todo con Napoleón, exigía la elaboración de constituciones, que en sí eran un tratado de sumisión a Francia: la modernidad por obligación.
Y persiste la perseverancia en el error: no es que sea un planteamiento absurdo, es “que la gente no entiende” o “se ha aplicado mal” las mismas murgas que justifican aún hoy a los países comunistas: el vigor de la propaganda es certificable.
“Como socialistas, somos la raza superior, y debemos imponernos” dictaminó León Blum; y ha demostrado Austria que “no importan los votos, importa el que cuenta los votos” como sentenció I. Stalin: ahora, sigamos el signo de los tiempos, el zeitgeist, aparentemos vidas preciosas de película americana, y adecuemos nuestro parecer a lo que la norma social dicta: el miedo está acabando con todo, por la sumisión de la gente, y aun así, esto no se sostiene, por ningún lado: pero seguiremos oyendo murgas nuevas cada poco, que no decaiga el ánimo de los ciudadanos, no vayan a pararse a pensar: y si no es un victimismo, será otro; pero al final, el hambre resolverá las situaciones en que la inepcia y la perfidia sumisa de los políticos nos enquistan en vidas tasadas: yo soy una persona, no un ciudadano.
Presiento que el reparto de diputados ya está decidido; el gobierno, obedecerá al directorio, y la economía nos la gestionan desde el banco central alemán; el que quiera creer que va a cambiar algo con unas elecciones, anda perdido: este disparate cae, el sistema muere, y muere matando, generando confusión para poder huir con el botín: nada que no haya sucedido ya antes.
1 comentario:
Con tu venia lo copio y pego en el asteroide de zapaterolandia
Excelente artículo
Enhorabuena
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