Pillado por Carlos I en su racanería para poner lo que le tocaba para financiar, entre otras, tal batalla donde se distinguieron Garcilaso y San Francisco de Borja, el inquisidor general Valdés halló la manera de mantener su “imagen” y prestancia en la corte: unos cuantos autos de fe en Valladolid y Sevilla, Murcia, y apiolando herejes y acusando, generó un magma social en el que era terrible la vida para todos: para acabar de liarla, encarceló al primado de España, el arzobispo Carranza. Controló imprentas, aduanas y libros, extendió sus garras a todo: in rigore, ut jacent hacía examinar todo, y lo que importaba era que los censores fueran canonistas, no teólogos:así conseguía condenar o aliviar a su criterio. Pasa a la historia, pero como un bellaco el Arzobispo Valdés.
En el medio una sociedad confusa y un montón de gente en una crisis económica terrible que ni el consuelo de la religión tenían de miedo que había en la sociedad: Santa Teresa y San Ignacio dan fe de ello.
Montado el follón, da igual los condenados y los apiolados, el avanzó en lo suyo: imponía su criterio sobre la realidad, la realidad avanzó pese a él, pero el daño lo hizo, y mucho.
Follón, confusión, lío y escándalo para que no se vea tu infamia y “Salirte con la tuya” con el rey pasmado.
En España Rariano hace rarianeces, los del psoe no dicen nada pero montando mucho escándalo, la iglesia parece que ha abandonado el cuidado de las almas, lo de los sindicatos es de auténtica vergüenza y la gente ya no sabe ni rezar: mientras tanto, la socialdemocracia avanza hacia el abismo: es insostenible y ha muerto, pero mientras tanto todos siguen saqueando sin ninguna trascendencia, sin ninguna entrega, sin ningún afán de mejorar la vida de los demás: serviles hasta la náusea al poder fiduciario, a las grandes corporaciones y a la memez como norma, apoyados en un sistema de propaganda ya obsoleto que la gente deplora, y además intentando encarcelar internet para que los resquicios de la libertad sean proscritos: no prevalecerán, pero cuanto daño hacen a cada momento.
2 comentarios:
No prevalecerán. O eso intentamos. Como dice la canción comunera: si los pinares ardieron, aún nos queda el encinar.
Hola arkesis:
Me gustaría puntualizar el hecho de que en la actualidad existen toda serie de mecanismos por los cuales los usuarios de la red estamos siendo rastreados en todo momento. Las cookies de facebook o el hecho de que los resultados de busqueda en Google dependan de tu situación geográfica o del sistema operativo que utilices son ejemplos de como la red se está transformando en una suerte de "Gran Hermano" que todo lo sabe y que todo lo ve. La red tiene puertas y la libertad a que te refieres, desde mi punto de vista, es algo "más modesta".
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