viernes, 22 de enero de 2010

La paranoia de la crisis

El inspector de hacienda es presionado, directa o indirectamente para inspeccionar con más severidad: el inspector, que no quiere perder su status o ser puteado en estos tiempos, extrema su celo: lo mismo hace el policía, o cualquier funcionario por temor a ser trasladado, movido, y simplemente puteado.

Al otro lado, están las empresas:  con un número elevado de empleados, no me cabe ninguna duda de que presionan a los organismos del poder para obtener prebendas, exenciones, mejoras y proyectos que en situación normal serían inviables: “es que si no hago esto tengo que cerrar” o “haré un ere y echare gente a la calle…” lo cual engrasará los mecanismos del poder adecuadamente: sean exenciones de hacienda, sea lo que sea.

Claro, a nivel nacional pensamos en los bancos, el corte inglés, FCC y grandes corporaciones, pero al haber una atomización del poder y también una diversidad de fortunas, y empresas, se presiona al nivel que llegas, accedes, o te beneficia: municipios, autonomías……

De este modo, la bola cada vez es más gorda.

Y desde luego ni lo está haciendo zp ni se le ven ganas a Rajoy, pero a este gato hay que ponerle cascabeles, sedarlo o incluso eutanasiarlo.

Porque claro, en un sistema tradicional de municipios y estado, con listas abiertas y libertad, ni se nos ocurra pensar: cuanto más controlados estemos, mejor, a todo y en todos los niveles.

2 comentarios:

Embajador dijo...

No si tienes razón, pero perderíamos eficiencia.

Peggy dijo...

El problema es la doble moral que tienen los gestores políticos , la suya para su propio beneficio siempre y hacia nosotros solo meros explotados de sus intereses , esto invalida cualquier sistema .....naturaleza humana ..