Cuando se asienta el hombre sobre la tierra la parte vagabunda deja de ser lo principal para ser una actividad asociada a la agricultura: primero se había resumido el proceso de caza mediante la cría de ganado para acelerar trámites, y se labra la tierra para no depender de lo silvestre: la escanda se convierte en trigo, los animales son ganado y empiezan su mutación genética para dejar de ser silvestres y pasar a ser domésticos; el hombre domina la tierra adecuándose al medio ambiente a la vez que se adecúa a él.
Cuando Dios los echa del paraíso los obliga a mantenerse a sí mismos, y van cumpliendo. de éste modo el primer hijo (bastardo) se llamaba Caín. Fue el primer bastardo, imagino que Caín ya podía casar a Adán y Eva, pero lo tuvieron estando sin casar. Luego vino Abel. Por las cosas de la vida, Abel se dedicaba más a la ganadería, Caín a la agricultura, y lo de siempre: que si ese es un haragán, que seguro que se folla a las cabras, que si todo el día por el monte y yo aquí cavando, que si ese no hace realmente nada que yo soy el que mola, que si Dios prefiere a Abel porque le da los primogénitos de las ovejas y yo sólo le ofrezco los frutos de la tierra, que si tal…..los primogénitos de las ovejas es mucho sacrificio, significa retrasar al próximo parto la posibilidad de aumentar el ganado e implica mantenerse en el equilibrio inestable de la pobreza más tiempo a sabiendas; total, que un día “voy a ver lo que hace el haragán ese” y lo pillaría atendiendo a las cabras, o descansando, o rezando, o trabajando como un loco: daba igual, su sentencia era firme: cogió una quijada de burro, y lo mató a palos. Por la espalda.
Sin razón ni motivo, sin ninguna causa, lo mató. Supongo que en el momento posterior alguna lucidez tuvo de “¿porqué lo habré matado?” y se ocultó su deplorable envidia y celos dentro de sí, pero no pudo esconderlas bien, porque Dios le preguntó por Abel
¿Acaso soy yo el custodio de mi hermano?
Pero Dios que no se lo tragaba, aunque aquel disimulaba en plan yo no se nada, voy a hacer como si nada, ya pasará…..pero claro, aquí el primer espabilado que niega a Dios, se creyó que por creer él las cosas ya por eso sólo eran ciertas. Y aquel silbando. y Dios preguntando. Dios lo marcó: para preservar su vida. No lo mató. Es Dios: lo marcó para preservar su vida.
“Ojalá vivas para siempre” dijo Leónidas a Efialtes, pues no hace falta demasiada sabiduría para saber que el castigo es la vida, con la conciencia taladrando.
Los hermanos de José, hicieron parecida jugada pero con su padre; y aun así bien, no vivieron.
Es la condición del rufián: nunca vive bien, nunca se satisface, y nunca descansará en paz, por eso se busca la aprobación social, para diluir en el ruido social la voz de Dios ¿donde está tu hermano? ah no sé, no soy creyente que soy comunista…..y creen engañar a alguien cuando no se engañan ni a sí mismos.
Caín mata a su hermano. Por la espalda. Caín sabe la inminente y cierta muerte; Abel, no lo sabe: es la traición, la perfidia, la maldad.
Hay por ahí andando en tal día que hoy un elemento al cual sus hermanos lo han condenado a muerte silenciosamente, mediante el descrédito, el desdoro, el ninguneo, el desprecio, y siempre ejerciendo malas artes a todos los niveles, por detrás, y lo han saqueado y robado porque no se han atrevido a matarlo realmente: sí lo han hecho simbólicamente, sí han pagado a gente para que lo hiciera, pero fallaron; sí estoy contando algo actual, presente, delante de todos y todos calláis: Caín va a matar a Abel. ha llamado a los otros y van en cuadrilla además. Está sucediendo, y lo sabéis.
Cada día muere Abel, que no es un santo por ello, ni nada de eso; tan sólo muere por la traición, por la espalda. Pero hay un peligro que muy pocos conjuran cuando traman la perdición de un hombre: sea familia, sea una mujer, incluso alguien querido: hay un momento en el que aunque no se sepa de donde viene tanta presión no la puedes negar: cuando la presa toma conciencia de que lo es, el cazador está doblemente perdido: no conseguirá su objetivo, tan sólo jaleará la confusión a su alrededor, Dios lo valora igual que si hubiera cometido el mas execrable crimen, y la presa ha tomado conciencia de que lo es: no sólo no es fácil de matar: es que va a defenderse, y tiemblan los rufianes intentando engañar a la chusma para justificarse en su infamia, implicando a quien pueden.
Efialtes, y Caín, y los hermanos de José pasean por ahí todos los días: si la presa toma conciencia de que lo es, se estropea todo el negocio, se jodió toda la estafa, se asustaron todos los cómplices y todo se puso en evidencia: Dios deja a Abel defenderse, y Caín es puesto en evidencia para la historia, con una marca para que los hombres sepan; y vive, ojalá que eternamente.
Porque el problema ante la traición es cuando la presa toma conciencia de que lo es, como la toma Yoda cuando lo quieren matar, pero pasará hace demasiado tiempo en una galaxia muy muy lejana.