¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
En verdad en verdad os digo que hay demasiada santidad en este Santo Varón.
Se cumplen hoy años de la proclamación de la santidad de San Ignacio de La Galaxia: es por esto que hoy os ilustraré con la vida de tan Santo Varón, ejemplo ejemplar y próbido delicuescente, para asombro de las generaciones venideras.
En aquel tiempo, andaban los corintios haciendo capiteles, por todas las capitales, que les faltaban unas epístolas para ir poniéndose en solfa, ¿y que es un corintio sin un par de epístolas? y en las capitales proliferaban los profetativos profetizando aquí y allá mientras los epistoleros estaban en el saloon, y entre capitel y capitel, Corin Tellado manuscribía epístolas, cuando en un recodo de la realidad las vicisitudes se alinearon en conjunción de astros, y los profetas a coro proclamaron la buena nueva: no sólo se le debe rezar, sino que si días como hoy se le invoca con recogimiento y contrición, acontecen esparajismos en loor de alharacas. Entre líquidos libidinosos, vaginas voraginosas, y piernas sin sentido, andaban los tiempos cuando San Ignacio en La Galaxia sufría, sufría profundamente, pero aun así. Lacerado por la pátina del tiempo y supurando por las llagas, entre pátinas y patines y supuraciones pestilentes no dejaba de acometer su cometido: llagado el momento, se dedicaba con pasión ascética a contar las piernas que le faltaban a las mujeres, y él disponía lo necesario para enmendar esos dislates. ¡Santo Varón! Siempre atento a toda doncella desabrida, encaminaba sus pasos a la recuperación de honras y a encaminar por los caminos, cuando no se peinaba para que los barcos no se hundieran; no contento con ello, con los restos de los naufragios, inventaba amaneceres para los pobres, que agradecidos le cantaban loas bajo su ventana. Como no podía dormir, en esos ratos de recogimiento (de piedras, para tirárselas a los de las loas) consiguió inventar el pararrayos con mando a distancia que se conectaba bluetooth por usb ¡Santo Varón! Enmendando dislates de piernas de las féminas, que tanto le deben y a las que tanto se entregó, le fue anticipada la llegada de su hora: mediante una alarma en su ordenador supo que debía abandonar las pompas y fastos de este mundo. Regaló las pompas a un grumete y un fasto que le quedaba suelto lo aplicó en enmendar las cuitas de las buenas gentes a su alrededor ¡Santo Varón! Postrado en el lecho de una vecina, preparó el tránsito adecuadamente, dejando precisas instrucciones acerca de cuál es el método infalible para contarle las piernas a las señoras en su Epístola a los Blogeros “Posteandum progressium ab amare multitudine” falleció tal día como hoy, pero otro año.
Y es por esto que los días en la galaxia amanece. Santo varón.
Exactamente los mismos que el año pasado renegaban de las fallas, cosa caduca y de fachas, ahora jalean todo lo fallero siendo sus máximos figurantes.
La misma izquierda que reconocía que jamás había podido penetrar el mundo fallero para abducirlo, ahora son los más falleros del mundo: lo de declaración de patrimonio de la onu es una trampa aviesa para acabar integrando, debidamente edulcorado y adecuado al nuevo orden mundial, el mundo fallero; y pronto querrán que coincida siempre en fin de semana “por el turismo” y poco a poco las fallas no serán nada más que un negocio para unos cuantos, perdiéndose toda relación con su origen y constitución.
El PP demostrará que ellos son más del nuevo orden mundial que ninguno, por ahí no hay problema.
Y la cosa ni empezó ahí, ni está bajo control; y nadie quiere ver la realidad.
Tenía la noche una hendidura y quietas salamandras de marfil. Las muchachas americanas llevaban niños y monedas en el vientre y los muchachos se desmayaban en la cruz del desperezo. Ellos son. Ellos son los que beben el whisky de plata junto a los volcanes y tragan pedacitos de corazón por las heladas montañas del oso.
El siglo XX acaba en marzo del 2001 cuando los talibanes destruyen los Budas gigantes de Bamiyan: hasta hicieron bromas sobre la dificultad de destruirlos. En otra medida, ahora se hacen bromas en mi pueblo sobre la morfología y estructura de las imágenes de Los Santos: …tan sólo un trozo de piedra, tan sólo un trozo de escayola; tan sólo una imagen…con armamento antiaéreo destruyeron los Budas gigantes: acaba así el siglo XX, y aprovecha Bin Laden para lanzar una fatua incendiada, ardorosa, ferviente, estúpida… pero que se anda cumpliendo “conquistaremos Europa con los vientres de nuestras mujeres” y se va cumpliendo, añadiéndole el éxodo de niños y ancianos, forzados por movimientos tácticos de guerras no declaradas que se amparan en la mojigata sensiblería que se quiere asociar a la compasión.
El análisis de la composición de la población de “refugiados” es más que revelador.
Por la caridad entra la peste.
No es casual nada, la plutocracia anda en sus afanes intentando justificar el sistema industrial de un mundo mecánico y mecanicista que obedece a las leyes de la física y no a la condición humana; así se anula la personalidad, la persona, el ser y su avatar, porque todos son “capital humano” y se convence a la gente de que se “realizan” trabajando, haciendo del dinero la finalidad en si misma de la vida, no un medio para una vida plena. Es importante destruir los Budas, ningunear y anular en la medida de lo posible la Fe de las personas, todo signo de identidad debe ser borrado para que la gente obedezca ciegamente los dictámenes de los guardianes del campo de concentración: la libertad es una entelequia que de tanto nombrarla ha pasado a ser una palabra vacua, desconocen hasta el afán de su búsqueda: anhelan dinero, la libertad es la capacidad de usar cuanta más cantidad, mejor.
La medida de la vida ha de ser mecánica, estabulada y organizada según un ritmo mecanicista industrial, el tiempo es el que definen: la Semana Santa es para ir a la playa, anulemos el fervor religioso; la Navidad es para esquiar, lo otro es excusa; de la Pasión de Cristo mejor no hablar, porque no pueden argumentar, no se hable de eso mientras lo destruimos, si podemos, con armamento antiaéreo.
El siglo XXI comienza con la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York: sepáis que estamos en guerra, sepáis que nada importa la vida ni que nadie piense que se va a combatir con honor o entereza, con hombría o grandeza: guerra sucia, vil, contra todo y contra todos. Contra los trabajadores, contra la humanidad entera: mueran todos, en el nombre de mi soberbia.
No hay ningún problema en África que justifique éxodos: hay un problema de educación: allá donde España holló, hizo misiones, iglesias y universidades, y la tierra sirvió para sostener a los que en ella viven; donde las potencias coloniales hollaron, saquearon, destruyeron, y nada dejaron que a ellos sirviera, sólo el desconcierto.
Y bajo ningún concepto los sarracenos quieren mejorar la vida de su gente, su condición o sus tierras: no copiaron lo que dicen que hicieron en España: aprovecharon lo que había, lo saquearon, y cuando se les echó, no supieron replicarlo al norte de África: no quieren un mundo en el cual en su medida, su religión, y sus costumbres realizarse y vivir lo más cómodamente posible: quieren tener lo que aquí creen que tenemos, para violarlo, prostituirlo, destruirlo, y después, nada: y otra vez habrá que echarlos para que el trabajo de frutos: siempre; no se puede vivir del sudor ajeno, siempre; no se puede ser parásito, y eso es lo que anda demostrando la actitud culpabilista de ofensas fingidas y victimismo cursi que ampara la presunta compasión a los pobres.
No es una sociedad en cuya educación esté el desarrollo personal y social, es totalmente parasitaria.
Claro que hay que amparar a los refugiados, lo ordena El Evangelio.
Pero no por ello hay que dejar de ser conscientes de la trampa en la que estamos cayendo.
El siglo XXI empieza con la destrucción de las torres gemelas: ni olvido, ni perdón.
Y jamás hay que olvidar, y si bien nadie pedirá perdón, hay que buscar la verdad y no confundirla en un marasmo de intereses, burocracias, y dignidades judiciales: sea hallada la verdad, señalados los culpables y buscados en caza; sean humillados y encarcelados todos los beneficiarios de esta matanza, y sean denostados públicamente todos aquellos que escondieron su cobardía ante el miedo, que hay que levantar la cabeza y ver a la muerte venir y desafiarla, y no ser sumiso y rendirse como mierdas.
Porque son nuestros muertos, son mis muertos, y España no debe perdonar. Perdonan los hombres, si perdonan, España jamás.
“Me tomas la mano, llegamos a un túnel, se apaga la luz”
Las mujeres socialistas de 1910 eran unas señoroñas de postín que acompañaban a sus maridos, todos de algún rango industrial, más bien alto: puritanas, reprimidas, amargadas, restreñidas, como las puritanas que salen en las películas del oeste.
Y por éste escrito mío el “Día de la mujer trabajadora” pasó sin solución de continuidad a ser “Día de la mujer” lo cual me da rango de influencia, pompa y circunstancia y boato.
Y el sinnúmero de amenazas acumuladas, claro.
Este tipo de reacciones a escritos de la historia empiezan a hacer sentirme a veces demasiado influyente.
Ariel es la metáfora de la maduración, la novia perfecta que se enamora cuando cambia a mujer y lo es para siempre, mujer y enamorada; todos queremos ser el príncipe y tener una Ariel y haberla tenido de y para siempre y los peces de colores; Ariel es puro amor: lo da todo por amor, hasta la vida, esa concepción del amor como totalidad es la concepción católica del amor tal cual la transmite San Pablo. El amor es la caridad: dar todo a cambio de nada. No hay otra, porque somos hombres, y hemos inventado el amor y el Evangelio lo ha definido y ahí está Cristo a pesar de los curas y de la jerarquía católica.
La sirenita es una creación del conocido cantante de ópera Hans Christian Andersen, y en honor a tal cantante y cuento, cerca del palacio real en Copenhague se instaló una escultura, en su honor y recuerdo.
El patrimonio de la humanidad lo es por si mismo, no necesito que nadie me dé el titulo de bloguero para escribiros, no necesito que nadie me diga que las mujeres son divinas para adorarlas, deplorarlas, despreciarlas, olvidarlas, cero al coeficiente y se pasa al zorrón siguiente y vuelta a empezar que tu irás donde quieras pero la vida te va llevando y que bien vuela la falda María Rita cuando canta que es un amor; no necesito que nadie me diga que las hijas duelen ni me dan el titulo de humano, lo soy, a mi pesar: ser humano duele, profundamente. Ya no os digo si además eres español.
Pero si quiero dominaros como a un ejército de orcos borrachos (y como tal os comportáis) debo antes anular por todas las vías las certezas rotundas sobre las que asentar la vida: la primera el amor, el catolicismo ha de ser denostado: nada tiene que ver con la fe de los hombres o la condición humana, sólo con la capacidad destructiva del mal; nada os descubro que no dijera Cristo y esté marmolado en los evangelios; nada aporto, porque si Cristo no pudo acabar con el mal, bastante haré si me voy liberando de mis males hasta alcanzar la entropía en la levitación de Castroforte del Baralla, que aunque nadie lo haya declarado también es patrimonio de la humanidad: lo que tampoco reconocerán esos soberbios engolados infatuados pomposos banales y ridículos es el verdadero patrimonio de la humanidad: la humanidad.
Y ningún título ridículo de ninguna organización burocrática da o quita valor a las cosas, sólo es otra excusa para robarnos.
La sirenita se enamora y se transmuta a mujer, y todos nos enamoramos y es cuando somos hombres que nos hacen las mujeres y los hijos, nos hace el amor, nos mata el amor y el vuelo de la falda y el imposible acertijo de averigüar las piernas de las mujeres cuando bailan como posesas que al día siguiente entramos por la Puerta Santa; a la sirenita le hacen un monumento en Copenhague porque representa lo más bonito del amor de los hombres, la perfección del amor, despojado de banalidades y estupideces es la Virgen, pero no digas eso que lo importante es la carnalidad y es mi derecho mi cuerpo es mío y dos huevos duros: la sirenita estaba en Copenhague cuando dos amargadas en 1910 en la conferencia de mujeres socialistas proclaman el chocho de marzo como el día de la mujer trabajadora; lo celebran (poco) por primera vez en 1911; y el 25 de marzo de ése mismo año unas trabajadoras sucumbieron en el incendio de una fábrica en NY a manos del fuego, a manos de la maldad. Mezclar ambas desgracias buscando un beneficio sólo es producto de otra maldad, buitres plañideros.
En Copenhague se tramó la memez amargada del ocho de marzo, y el cantante de ópera tiene su homenaje con la Sirenita: cada cual elija, porque ya es tiempo de elegir entre la amargura y la alegría.
El patrimonio es la humanidad, y ahora con memeces y banalidades de inventar la realidad como adolescentes impúberes que descubren el mundo, nos están esquilmando y destrozando la vida, y la gente les jalea, como orcos borrachos en las tabernas de Sodoma (estuve anoche) y repiten como loros las mentiras, que aquí para ser catedrático de universidad hay que, al menos, haber leído las frases de cinco sobrecillos de azúcar para el café. El 8 de marzo es una conmemoración socialista: del mismo socialismo que negaba el derecho a voto a la mujer durante la república; las trabajadoras americanas murieron a manos del mal, como Sacco y Vanzetti, y a la mujer se la honra queriéndola: se la quiere, o no, y se la respeta cada día, y el arquetipo es la Virgen, y las normas del querer las da San Pablo en el evangelio, que aquí se han inventado todo cuatro indocumentados, y siguen robando, y se quedan tan orondos.
Así que a ir aclarándose, que para poder ser hombres nos han de hacer las mujeres. En todos los sentidos.
Más vehementemente proclaman sus consignas, más calladamente la gente los deja de lado: todo el enorme constructo del nuevo orden mundial ya ha caído, y el sistema ha muerto, y muere matando, y cada vez con más vehemencia: todas las argumentaciones sobre Trump, Putin, Marina Le Pen, Brexit y demás “ultraderechismos” se fundamentan sustancialmente a “en la tv han dicho…”
El gran éxito de la corrección política ha sido la inserción de la propaganda en el sistema educativo como dogma de fe; de tal modo, ni siquiera conocen los temas sobre los que son licenciados por la universidad, ni de lejos: la ortografía, deplorable cuando menos: y si les hablas de Escohotado, “les gusta mucho y ven sus videos en youtube”
Para Escohotado el placer es estudiar un tema, ahondarlo y llegar al fin; me complace que ande triunfando con su última obra; demuestra que al final, sólo los excluidos del sistema de corrección política estamos en las certezas: es el principio de incertidumbre de Heisenberg.
El sistema ha muerto, y muere matando, y la inercia arrastra a los amorrados a él a justificarlo bajo cualquier medio, mientras los amos buscan como salir de ésta impunemente.
Demasiada gente empeñada en ser chusma, cada vez menos excelencia: pero pululamos por la red desde hace tiempo, y cada vez se ve más en la gente: para los de ácratas es el metamodernismo; son atinados en su definición del posmodernismo que hemos padecido, pero que ya ha muerto, y todos sus corifeos se afanan en buscar protagonismos que ya les han sido negados por su impudicia; para la mayoría acabó el tiempo de consignas y llegamos al individuo, lejos de la masa, que busca su benefacción, a todos los niveles: y ya se ve. Y ya acabó la ficción de un orden mundial total fundamentado en la esclavitud de la persona, en demasiado poco tiempo la ideología de género, las mandangas de ecologismo y las zarandajas del buenismo puritano serán materia a esquivar en las conversaciones por aquellos que ahora las defienden vehementemente; las discusiones serán de rango de conocimiento y teología, excepto claro, los clericales, que siguen anclados en el posmodernismo de obediencia y prohibición de estudio: ni uno ha leído a Santo Tomás.
Quedaremos sólo dos clases: las personas, y la chusma, que intentarán justificar su vida en denigrando la de otros: la maledicencia y difamación, tan arraigadas en éste pueblo que se empeña en hundirse y arrastrar a todos al albañal; han caído en su lodo, y no podrán salir en generaciones, porque hace falta haber estudiado para poder hablar, y hace falta humildad para poder estudiar.
Están cambiando los modos del zeitgeist: pronto, cambiará el zeitgeist.
“El beneficio de Cristo” se publicó en Venecia en 1543. En la revisión de Flamino, en los capítulos V y VI se introducen pasajes de la justificación por la fe. El libro fué acusado de pelagianismo, y fué uno de los que corrían mano a mano entre los acusadores de Carranza cuando fué procesado por la inquisición.
El Índice de libros prohibidos tiene su primera edición en 1559 por la Sagrada Congregación de la Inquisición de la iglesia Católica Romana; en 1966 se decretó una prohibición de añadir más títulos. Todo era bajo la aprobación del Papa, y fue Pablo VI el que decidió su fin.
El Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum tenía como finalidad prevenir las lecturas perniciosas por uno u otro motivo; en el momento que nos ocupa, era grave estar en el índice.
Algunos títulos referidos en el Índice:
• Amar y sufrir, o su vida, de Santa Teresa de Jesús.
• Ensayos de Michel de Montaigne.
• Pamela o la virtud recompensada (1740) de Richardson.
• El contrato social y Emilio, o De la educación de Jean-Jacques Rousseau.
• Justine y Juliette del Marqués de Sade.
• Los miserables; Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo (en 1864)
• Madame Bovary de Gustave Flaubert.
• Algunas obras de Alejandro Dumas, padre e hijo.
• Las novelas de Stendhal (en 1828)
• Las novelas de George Sand (en 1840)
• Las novelas de Gabriele D’Annunzio (en 1911)
• Principios de economía política de John Stuart Mill (1856)
• Pensées, avec les notes de Voltaire de Blaise Pascal.
• Cours de philosophie positive, de Auguste Comte.
• Kritik der reinen Vernunft de Immanuel Kant.
• Prólogo a la Historia general de la masonería, por G. Danton, de Emilio Castelar.
• Historia de la Decadencia y Caída del Imperio Romano, de Edward Gibbon.
el 19 de febrero de 1547 Valdés es nombrado inquisidor general, y se dedica a reorganizarlo todo, como si todo empezara en él, como cualquier politicastro actual; cae en sus manos el índice de libros prohibidos: se le representa una nueva manera de acrecentar su poder, y empieza a investigar a los libreros, a los editores…hasta que da con que los libros venían del extranjero con encuadernación de otros títulos y autores. Contrabando.
El 28 de marzo de 1553 coloca un edicto en todas las iglesias aumentando las prohibiciones: todo lo quería controlar minuciosamente. Fray Alonso de Castro y Fray Luis de la Cruz dijeron a Fray Domingo de Rojas que Juan de Valdés había escrito a Carranza desde Nápoles: le pedía parecer sobre los mejores intérpretes de las Sagradas Escrituras; desconozco si hubo respuesta; sólo la existencia de esta carta fué piedra en el proceso de Carranza, arrojada por Domingo de Rojas, aprovechada por los aduladores del poder, por miedo, ambición, codicia o todas; Rojas fué relajado por la inquisición el 8 de octubre de 1559 en el segundo Auto de fe en Valladolid.
“El beneficio de Cristo” era el libro manejado por todos los herejes relajados al brazo secular de la Inquisición; la clave de su herejía: la justificación por la fe.
El 13 de enero de 1547, en la VI sesión del Concilio de Trento se dicta un decreto de 33 cánones, y un cuerpo doctrinal de dieciséis capítulos acerca del tema, que fué la clave principal del concilio.
Resumo: la justificación por la fe es el libre albedrío, y que por tener fe no vas al cielo, sino que te has de esforzar para ser católico.
Todo el mundo protestante considera la predestinación y que el mero hecho de tener fe ya les garantiza que se les abran las puertas del cielo: su manifestación social y cultural es evidente en el dólar: la evolución del razonamiento lleva a que la incardinación social, la corrección política, y el triunfo económico y social te dan pues mayor grado de santidad que la pobreza; para los católicos no tiene prevalencia la corrección política ni la preminencia social, ni mucho menos la riqueza, más bien al contrario; no ahondaré aquí en cuestiones de teología dogmática; sí anotar que en el lado del catolicismo es donde se da la poesía mística, y donde por el mismo razonamiento se prohibió la tenencia y tráfico de esclavos: no así en el mundo protestante; entre otras muchas cosas.
Bergoglio:
Él era inteligente, ha hecho un paso adelante justificando porqué lo hacía, y hoy luteranos y católicos, protestantes, todos, estamos de acuerdo con la doctrina de la justificación, en este punto tan importante él no se ha equivocado.
(Sobre Lutero)
Esto es herejía según el catecismo y la doctrina de la iglesia católica.
El ecumenismo no es sino una trampa para disipar la esencia de la cultura, y diluirla en el magma de la corrección política del nuevo orden mundial: el catolicismo ha prevalecido a pesar de la clerecía; en España la religión es del pueblo, pero el clericalismo imperante y la actitud abominable del clero, ejecutivos de la empresa Vaticano S.A. están engañando al pueblo quitándole sus símbolos y su esencia, su trabajo, y su condición: a los que tienen fe y religiosidad, la clerecía los está machacando.