En El retablo de las maravillas un charlatán de feria
mantiene entretenida a la gente en un espectro de ilusión infundida y detrás, no
hay nada; la fundamentación del posmodernismo prefiere referir a Penrose y
El traje nuevo del emperador como ejemplo de ilusión falaz puesta al
descubierto: no importa lo dicho, importa el parecer científico; no importa la
fuente, siempre que sea sajona, protestante, o ajena a la tradición cultural; no
importa no haber leído nada, para ser culto sólo hay que usar una palabrería
sajonizada y carente de significado, usar modos y afecciones de modernidad,
vestir conforme dictan y seguir todos los mantras de la neoliturgia de la
modernidad impuesta e impostada: banalidad, frivolidad, narcisismo y
egocentrismo sublimados.
Sabemos el resultado final del espectáculo que montan alrededor
de la gobernanza: se han enredado en su propia cuerda, y deben hacer alguna
artimaña para salir, y con alguna saldrán, pero el resultado final es un sistema
organizado, controlado, medido y tasado a la manera sajona, con dos partidos del
sistema y un sistema férreo de control manumitido en el control social: el
asunto es que la plutocracia mantenga el sistema en su provecho, y nada más, lo
demás, un espectáculo para entretener a la plebe, al vulgo, y al populacho: y
cuanto más gleba, mejor, de este modo los charlatanes del congreso de los
diputados son tan solo remedos de programas de cotilleo de televisión mantenidos
por bandas de interés a las que sirven de aviesa manera: el espectáculo ya sólo
interesa a los más tontos y a los interesados en su beneficio.
Y nada se habla de lo que nos agobia.
La autoproducción de energía sigue sancionada, la debemos
cotizar a las empresas (es por el pib) y lo de la electricidad es una
estafa en gran escala: desde el análisis del recibo a la animalada de haber
vendido privatizados los ríos a las compañías, es demencial: pero claro, que
hidroeléctrica fuera una compañía “nacional” sonaba a facha, y de ahí,
para alante: a la gente le cortan el agua, la luz, los expropian… y todos viven
en una ilusión de imagen próspera y “positiva” en los lodos de vidas
miserables con gobernanzas ruines, y del mismo modo que los programa de
cotilleos, la ordinariez y la vulgaridad lo inunda todo.
Y los “nuevos partidos” sólo son las chonis de
repuesto para mantener el sistema: ni dicen, ni dirán, de la energía, de la
sanidad pública, vendida y siendo un auténtico sistema de eugenesia y
mecanización y desprecio a las personas (sirva de ejemplo el Hospital de
Manises, auténtico matadero donde a la eutanasia la llaman sedación paliativa y
sólo se preocupan de la cuenta de beneficios: los médicos tienen clientes, no
pacientes, como el viejo chiste:
-Vengo de enterrar a mi suegra
- no sabía que estuviera enferma.
- se rompió una uña, y para que no sufriera….)
Mientras tanto en las calles se ve a niños con raquitismo, a
adultos con pelagra, y a todo esto la siniestra organización mundial de la salud
vuelve a inventar una epidemia mundial donde en lugar de morir todos como pasaba
con la gripe aviar, ahora el problema es que los niños nacerán deformes, y sigue
el control social: el que se crea el cuento es que ya no da de sí nada,
simplemente, esto es una debacle.
Cuando USA invadió Irak un general de Sadam, Alí el químico,
declamaba ante la televisión iraquí como iban venciendo y humillando al ejército
yanki, mientras al fondo de la imagen se veía a los tanques entrando en Bagdad;
el asunto es mantener la compostura y las formas y maneras, y que nadie se de
cuenta de la estafa, esa es su única cuestión ahora.
Pero el sistema ha muerto, muere matando y los muertos sois
vosotros.
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