miércoles, 30 de abril de 2014

Obras, fe

Cuando alguien hace una obra es justo que se le reconozca, independientemente del aprecio o valor que se le tenga y de a la persona: se le reconozca no implica el aplauso, reconocer que algo está mal hecho también implica reconocimiento.
En este reconocimiento se valora a la obra, nunca a la persona: cuando el calado de la obra trasciende, siempre indagamos a la persona, su calidad: así, Paco de Lucía o la Madre Teresa de Calcuta; así También Stalin o Mao.
Se valora a la obra y en secuencia se aprecia/denigra a la persona; suele coincidir la grandeza y la humildad, y eso nos conforta: está bien ser partícipe de los tiempos de la Madre Teresa u oyente de Paco de Lucía.
En este proceso lleva la humanidad al menos desde San Pablo. Y tendemos a magnificar tanto a quien valoramos en nuestro valor, como despreciamos en nuestro desprecio: esa magnificación es esencialmente letal. No hizo la Madre Teresa nada para llenar auditorios ni ser aplaudida por masas: su obra se define en el silencio, la discreción y la intimidad: si la tratamos como un auditorio de un concierto, la ridiculizamos a ella, a su obra, y esencialmente la despreciamos: cuando nos ponemos a jalear como orcos a todo en la misma medida tiene el mismo valor la Madre Teresa, un futbolista, Paco de Lucía, una porretona o los Rollings: no es esa la manera de perfilar bien nada, ni de comprender ni de valorar.
Aunque escuchemos a Paco de Lucía desde lo hondo de nuestro ser, merece el aplauso encendido y magnífico de todo el público; aunque veamos la obra de la Madre Teresa pública, merece nuestra reflexión honda, íntima y silenciosa; el mezclar estos términos degradaría toda obra, toda vida, todo afán.
Y al ensalzarlos así, en nuestra concepción bestializada de todo en una mezcolanza que no sabemos discernir, en vez de sublimarlos per se y en sí mismos, los banalizamos poniéndolos a nuestro nivel: o creyendo que lo hacemos, por lo que acabamos degradando toda excelencia, toda virtud, toda obra o todo trabajo; rebajamos la mística a la calidad de economía, rebajamos la música a la calidad de baile, rebajamos la danza a la cualidad de movimiento, acabamos magnificando a porretonas de varietés.
A Obama le dieron un premio nobel por ser negro. El fin de semana pasado lo que fue un papado que a todos nos marcó por su duración y haberlo vivido, se ha diluido por magnificación; el querer sobrevalorar al concilio Vaticano II por sublimación ha disuelto la figura de un Papa y de una persona, rebajándola de manera que ya parece que la santidad es cuestión de saber limarse bien las uñas y no llevar manchas en la camisa. Queriendo magnificar algo, se ha degradado a la persona, a su obra, y se ha diluido todo en un magma amorfo y deforme.
La justicia es buscar la medida de todas las cosas, sabiendo que no la vamos a encontrar porque en nosotros mismos somos falibles y nada humano es certero; pero es buen comienzo empezar a discernir que un juez no debe ser conocido, ni una estrella del Rock tímida, que una porretona es para decir bestiadas a gritos, que una misa es un acto respetable y no un concierto de pazguatos, que líneas cortadas de frases insulsas no significan poesía, que la apariencia no es el ser y que llegar a ser implica un esfuerzo y mucho trabajo siempre, en todos los casos; que la igualdad es una abstracción que no existe pero utilizamos como modelo; que un buen albañil y su trabajo son la esencia de toda arquitectura, que un cura sólo con serlo ya tiene bastante en la vida, que no poca faena debería ser, y no lo que hoy día es, que el trabajo nos ha de dignificar en su medida: ni todos somos estrellas de rock ni merecedores de Nobel ni candidatos a Oscar: a cada cual en lo suyo bastante faena tiene sólo con eso, y ahí está lo bueno de la vida.
Convertimos la fe en una carrera para llegar a Papa o ser proclamado santo, a ser posible en vida; convertimos la vocación no en un deleite sino en una competición de maleficios a los iguales para olvidar al paciente, y degradamos la medicina; convertimos la pericia musical en excelencia para degradar al verdaderamente excelente y Paco de Lucía ha muerto sin reconocimientos oficiales en España que se han dado a cualquier cualquiera; tenemos delante a curas, médicos, músicos, albañiles, excelentes; y como a todos tratamos por igual, aplaudimos al médico como a un torero y al torero lo tratamos de literato, la ópera la valoramos como cine y al cine como literatura, la literatura no la leemos, y nos hacen catedráticos.
Así va España.

[Coda
informan lectores de neopalabro para justificar infamias: empoderamiento.
más exactamente: “empoderamiento de la mujer
imagino que es una bestiada derivada del sajón aplicada al castellano para justificar no se sabe qué, pero seguir instaladas en la insatisfacción, en la vulgaridad, en el victimismo]

domingo, 27 de abril de 2014

Un orden para todos, una mujer de ojos verdes

Paco de Lucía tocando ojos verdes prodiga sabiduría, teología, conocimiento, que a gusto lo oigo, cuanto lo echo de menos. Y sólo soy un seguidor, un oyente.
Cuenta Borges de un primoroso erudito y sabio que encuentra una tribu en un salvajismo mudo y decide convivir con ellos para llevarlos al buen camino: en su mutismo, se hacen comprender, y el erudito sabio acaba dándose cuenta de que ahí están todos sus adorados: Aristóteles, Platón…. quería convertirlos a la sabiduría, y el ignorante era él.
El ignorante era él: esta certeza que evidencia en su totalidad el efecto Dunning-Kruger es la máxima social imperante. Todos se consideran tan sabios como para imponer su norma, pocos se dan cuenta de su propia ignorancia, menos aún lo reconocen y humillados vuelven a aprender: todos quieren imponer la sociedad perfecta a todos los demás, y en esa rebuznancia tenemos la redundancia de la ignorancia persistente en las estructuras que hoy padecemos, que no vivimos, ni mucho menos disfrutamos, de la sociedad hoy día: la padecemos. USA quiere imponer “la democracia” en el mundo porque somos todos pueblos retrasados, y ellos son los avanzados. Un pueblo así, tienen dinero, humildad a capazos: la tienen toda, no han usado nada de ella, la tienen impoluta.
Y en algún momento todos picamos, en alguna de todas esas trampas, y ya la realidad nos libera de eso: lo evolucionado es que para ser mujer te han de regalar un mantón de Manila en los toros, para ser hombre regalarlo, o ser el torero; la música viene desde el gregoriano dando orquestas y Bach, y en la misma raíz surge la evolución que da el flamenco, conforme dicta La Relación en su estudio del tiempo.
Convergen todos en el nuevo orden mundial: porque ”el progreso es así” o por la inevitabilidad de un evolucionismo trasfundido a la sociedad, por la pujanza de la globalización o por la antiglobalización: todos convergen en “la necesidad” de un nuevo orden mundial, sus únicas discrepancias son de matiz, de muy leve matiz, por magnificado y jaleado que sea.
Y todos parten subrepticiamente de la certeza de una situación sólida e irreversible, hacia un futuro hacia el cual progresan porque es “el progreso” o los más osados “la evolución” que también es irreversible e inevitable.
Dicen no creer en Dios pero creen no sólo en la inevitabilidad del destino, sino también en un destino prefijado a cuyo conocimiento han accedido –todos- por su certeza científica inevitable: y todos saben esa certeza, en un pensamiento unívoco, y ninguno considera que obedece a un dictado: “si dos personas piensan igual, hay una que piensa por las dos” enunció Mark Twain: cuanto menos cuando son todos, la mayoría, salvo excepciones muy aisladas.
Hacia el bachiller te elaboras una leyenda personal a la cual te sujetas un tiempo: sólo quien se libera de su leyenda personal es maduro; pero exige asomarse al abismo, y el abismo no es lugar fácil; de tal modo la leyenda personal configura y define tu vida: quien nunca se supera en esa etapa y no se supera a sí mismo, se estabiliza en un equilibrio inestable para toda su vida: lo mas leve es la inmadurez. Es en el bachiller donde todos llegan a un examen en el cual pese al aprobado desconocen toda la materia: la habilidad de resolución de ecuaciones de segundo grado no implica su comprensión; la admiración de un cuadro no comprende la asunción del proceso de arte: nadie en segundo de bachiller comprende a San Juan de la Cruz ni a Santa Teresa, nadie comprende el Romancero gitano, mucho menos el Poeta en Nueva York; ningún profesor sabe explicar el cubismo, el surrealismo, las supercuerdas o la historia; si alguno tienen suficiente formación sabe la materia, incluso presumamos que la entienda: el alumno no puede entenderlo, nunca a la primera, nunca sin haber tenido un recorrido en el que la vida te haya llevado al resumen, al cubismo, a la decepción, al dolor o a la abstracción.
Hay casos excepcionales: se ocultan.
No se puede entender, pero se aprueba; no se entiende pero se diviniza: de tal modo se concibe la “ciencia” si algo tiene aroma, olor o apariencia de “científico” es bueno; mézclese con la leyenda personal y empiece a ver la magnitud de la catástrofe; y ahora añada que la única certeza científica es tecnológica: cualquier mecanismo, artefacto o sistema que sea justificable es una certeza rotunda. (Escher por tanto, es obviado en todo este sistema de análisis) de tal modo la tecnología es divinizada: Marinetti denostado, sublimadas sus ideas.
No cabe en este sistema el misterio: si yo era un lector oculto, ya no digo comprender el misterio. El misterio es una verdad sencilla: hay cosas que no comprendes. Hay cosas que no comprendía, hay cosas que aún no comprendo, pero voy avanzando en mi comprensión: voy dando caza al alcance. Comprender que hay cosas que no se comprenden, es asumir el misterio de la vida. La manera de una antigüa religión que había en España -se llamaba catolicismo- era la Santísima Trinidad: es incomprensible, es obra de Dios: hay por encima de mi un ente superior al cual no entiendo, a cuya comprensión no accedo y cuyo designio es inescrutable: existe la Santísima Trinidad, yo no entiendo esto, pero dejo ahí en alguna parte del almario tal certeza que me justifica en la humildad: llego hasta donde llego, y con esfuerzo, un paso más.
Quien hace el esfuerzo.
Del mismo modo que has aprobado el examen sin saber la materia, avanzas en tu imaginario de certezas científicas fundamentadas en rigores de tecnología obviando tu manifiesta incapacidad: todos somos superhéroes en calzoncillos; no todos maduramos (de hecho, yo siempre voy por ahí con mi sable laser) y la conciencia sabe que eres “incompleto” por lo cual te insertas en sociedad, necesitas sociedad para “ser” aunque realmente lo único que haces es aparentar paseando por ahí tu leyenda personal: no eres, pareces; y pronto o tarde se te cae ese traje: ahora está de moda por el cientifismo el traje nuevo del emperador, yo, que soy único, siempre pienso en el retablo de las maravillas de Cervantes. Penrose es mucho más aburrido, realmente, y menos real, menos mágico: pero los mantras yo los he cumplido, sobradamente: sólo que yo sí he leído los libros, si me he esforzado en el entendimiento, si he pensado conforme a un criterio: todos saben la verdad menos yo.
Y voy leído y estudiado, falible y erróneo, consciente de ello y siempre buscando: quærendo invenietis, y cada cual se apañe con aquello a lo que dedica su tiempo.
Si en sociedad te justificas, necesitas la moda para estar en sociedad y no perder tu puesto, o aquel al que aspiras: por ahí la propaganda sabe muy bien dirigir los recados para que todos aspiren o deseen un status, se adecuen a una moda, actúen y vivan de una manera, y hasta sus deseos sean dirigidos: de tal modo se ha impuesto la corrección política: de ser bueno saber inglés para comprender cosas ajenas, pasó a ser necesario, y ahora, hoy, en España, alardean con vehemente orgullo de su ignorancia de su idioma y su conocimiento del inglés.
Se puede ser más idiota.
En base al cientifismo, los furibundos antiamericanos ahora reclaman –siempre vehementemente a gritos, siempre en mayorías- un sistema americano de organización nacional; en base al mismo cientifismo, se niega la historia para adecuar una historia inventada a una realidad que se nos cae a pedazos por todas partes: en el horrible pasado, historiadores con título y auditorio han proclamado que “El cid era franquista” y todas las tonterías de sublimación infantil de “los míos son los buenos de toda la vida, incluso antes” y el pasado ha de ser horrible para justificar ahora sus acciones, hechos, actitudes y esparajismos porque “no les queda más remedio” porque lo hacen por “un futuro mejor” y cada vez que sale el sol es el futuro prometido de ayer, y cada día peor. Pero siempre hay una justificación para toda metida de pata, avanzando hacia ese futuro prometido y promisorio, de tierras de promisión y vidas de deleites y placeres inmarcesibles.
Y en ese magma humanoide es donde se ha asentado la certeza de la “democracia” y el sistema campa a sus anchas: aunque desnudo como el emperador, en este retablo de las maravillas Ucrania está dejando todo en evidencia: ignoro la solución o las intenciones de Putin: mi admiración por el pueblo ruso es manifiesta; escrito tengo sobre la belleza de las mujeres de Ucrania: no es esto lo que se dilucida: el asunto está en que el sistema puesto en evidencia prefiere armar una guerra (62, modelo para armar) antes que reconocerse como fallido, aceptarse como error, anularse y dar paso a un sistema fundamentado en un pasado que con certeza sí dio evolución y conocimiento.
Yo estoy muy cerca de un ucraniano: mucho más de las ucranianas, que en el XVII la nobleza europea iba allá a buscar esposa, son bellezas legendarias: doy fe; estoy muy cerca de un norteamericano, y de un ruso: mucho más cerca de esa gente que de mi gobierno; y ellos más cerca de mi que de su gobierno: pues nada, los que mandan dicen que representan al pueblo, ente mitológico, como la esfinge.
Fundamentados conforme señalo, nadie se atreve a tomar partido en Ucrania desde fuera, nadie elige bando, porque el emperador está desnudo y hasta los más conspicuos miembros del sistema se ven en evidencia: no sabemos si “los otros” son los malos, pero hemos caído en la cuenta de que “los nuestros” los buenos, no son.
Ni el fragor de la propaganda, ni ningún circo máximo consiguen distraer ya de la realidad a nadie; las leyendas personales se han caído todas por todas partes; y el sistema tecnológico disfrazado y en evidencia se cae: se podrán imponer un tiempo pero todo por todas partes se ha caído; todo, está en evidencia. Este sistema muerto muere matando. Aunque se empeñen en un cientifismo, en un nuevo orden y una tercera vía, ya se sabe que todas esas argucias sólo son artimañas del sistema para su propia perpetuación.
Después de muerto, Paco de Lucía saca un disco y me emociona, profundamente: hay cosas inevitables, pero no lo es la estructura del estado ni la aberrante sociedad que nos quieren imponer como sea
Pero en las grietas está Dios, que acecha.

viernes, 25 de abril de 2014

Crisístrata


Pese a la imposibilidad, si se pagara la deuda no habría acabado la crisis.
No hay una crisis fiduciaria ni económica. Los problemas de rango fiduciario obedecen a un esquema de organización de un sistema plutocrático de control y sumisión de la población, nada que ver con la realidad: el sistema se idea fundamentándolo en un mecanismo mundial de absoluto control de todo y su distribución. Este mecanismo de relojería que ideado y en un folio roza la perfección se fundamenta en la negación de la realidad; la concepción de la tierra como un único cortijo cuya producción se distribuye en el establo, y todo a un ritmo métrico y fijo, niega la realidad y niega al hombre: y adjunto a tal concepción se utiliza la sanidad: el colesterol, para justificar la dilución del aceite y mover masas dinerarias, la propaganda de enfermedades para justificar el control social: desde el sida a la manipulación aberrante del aborto son mecanismos de génesis de justificación del sistema. Y con todo esto, la distribución del tiempo en un sistema métrico elaborado en rango a un criterio de “consideración” del obrero. No se considera que alguien no lo sea, ni trabaje a horas no tasadas ni por dinero, simplemente todo ha de ser regulado y medido, tasado y pesado, y alcanzando paroxismos histéricos en su búsqueda de una perfección imposible que se sustenta en ideologías de autoayuda y una frase vacua: no se busca el bienestar de la gente, sino que no molesten a un sistema inhumano que sólo se justifica en sí mismo: de tal modo, igual que la crisis lo ha sido por decreto, decretan guerras e invasiones, por “la democracia” tallas y pesos, por “la salud” y formas sociales fundamentadas en la vacuidad que nada contengan y así nada molesten: todo es la forma en la cual no molestes bajo ningún concepto a una idea de un futuro sólido: se progresa: ¿hacia donde? y la argumentación del futuro del progreso sólo es el progreso industrial, la concepción industrial de absolutamente todo y la concepción fabril de la vida.
No acabara esta crisis cuando por decreto haya acabado la crisis fiduciaria. La crisis es de concepción moral, de negación de la persona y de la vida y la muerte, relativizando todo concepto y manipulando las mentes más endebles en su favor en un magma de buenismo y bondad vomitivamente cursi.

miércoles, 23 de abril de 2014

La sagrada familia

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Éste es el mango de la espada con la que San Jorge mató al dragón. La casa Batlló muestra en su fachada como las fauces fueron atravesadas por la espada insertada de San Jorge: Gaudí no hacía arquitectura, era casi un teólogo, si no más que teólogo: otro día os explicaré los planos suyos de La Sagrada Familia. Y por razones que no han al caso San Jorge se celebra en Barcelona regalando un libro, costumbre que intentan extender las empresas editoriales. Empresas que no saben reaccionar al impacto de la red, y sujetas cada día más a las vanidades de la cotidianeidad cuando no de la vulgaridad: la red abre posibilidades a todos, y aquí andamos muchos: el querer insertarse en una industria no siempre es significante de la calidad de la obra, porque las más de las veces sólo es industria y vanidad.
Por la red se mueve el conocimiento y la obra: si bien hay que ir expurgando y decidiendo con tiempos, es más que evidente que lo que los antiguos medios de comunicación ensalzan es la necesidad de una industria editorial en la obsolescencia; la música, la literatura y la historia ya son decididas y fomentadas en la red, y si no, no: al cine, poco le queda. De blogs, incorporo a la columna lateral, a Anita Noire, por méritos propios, recomendable; de los demás, os doy la referencia: quien pone bien las etiquetas en España es El corte inglés, yo sólo leo, disfruto, pienso, y así voy trazando una raya con una tiza por todas las galaxias.
Os paso una selección de una silva de varia lección
ebjaLa Guerra AjenaPortada Tarde de MoscasyehebComandante compañeraEn-la-grietaIgnacio Tomás - Una realidad fractalla-relaciónDEFMatemática Lítica

lunes, 21 de abril de 2014

Scripta scripti

-Muy vacía está la ciudad –mostraba el taxista- ¿Que ha pasado algo?
Contestan, del otro lado de la barra
-Viernes Santo. Que se ha muerto Cristo.
-Y la carpintería que harán ¿la traspasan? tercia el camarero.

Se asombran del nivel y la calidad literaria de España, algunos: yo no.

miércoles, 16 de abril de 2014

Empedernido corazón

cancioncillas que tienen por principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en los días del Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la pasión y muerte de Jesucristo ….. coplas disparadas a modo de flechazos contra el empedernido corazón de los fieles
D. Antonio Machado, Demófilo, define así la Saeta.
Se aflamencan en los reinos de Andalucía a fines del XIX abundando las saetas carceleras: comprensible. Soleares, Bulerías, Seguidillas, comprenden la naturaleza vertebral del cante del trabajo y los hombres; tierra, sudor y trabajo, animales y labor, devoción y pasión: tienden a cercar al cante a su derivación del cante de la baja Andalucía; el cante es de España toda, como el flamenco; la evolución en la baja Andalucía tiene otras claves. La Saeta es una seguidilla devocional de expresión de fervor y emociones contenidas, las nunca expresadas en rezos y cuitas, introspecciones, promesas, devociones, agradecimientos y aflicciones: salen disparadas en palabras que jamás explícitamente dan la medida del fervor, claves tan arraigadas y sentidas que todos las intuimos, y que las más de las veces no las comprende ni quien las canta de la hondura que destilan.
Hay demasiado fomento del error del horror de la industrialización en la comprensión y difusión del llamado catolicismo actual. La fe y la religiosidad son íntimas, de alcoba cerrada y soledad, apenas pregonada, nada ostentosa, muy sentida fe: del más alto lumbrera al menos instruido gañán todos comparten el mismo sentimiento hacia la fe, la misma fe, y la misma actitud hacia ella, sea presente, o no.
Y en este mundo industrializado de superhéroes, clama al cielo la infamia de dar a elegir como a subnormales ¿queréis ser como Judas? una vez vista la película pregunta que quien quiere ser el malo. Y todos jaleando esa estupidez.
En la antigüa religión de España, el catolicismo, en pasando una cosecha y las fiestas del pueblo ya sabías que eras Judas, que eras de la algarada que pidió soltar a Barrabás y no a Cristo, que jaleó a Cristo a su entrada y jaleó su crucifixión, humillación y desprecio; que como te descuides eres parte del populacho que apedrea a Cristo, que ahí defender defendió la Verónica, Nicodemo y nadie más, y como mucho: su madre y la Magdalena estaban calladas, sin jalear el tumulto, pero tampoco protestando.
Y de ahí la humildad de los antigüos católicos españoles, sabios de que la constante alerta es lo que te impide formar parte de la chusma que mata a Cristo, que se embrutece y destroza. LLegada esa conclusión estabas maduro, silente, y compartías el vino con el vecino, porque ahora todos se creen superhéroes capaces de salvar a Cristo y de no ser Judas, se creen capaces de salvar a Dios, se creen más que Dios, y desde la clerecía se jalea eso: si son capaces de salvar a Dios, son más que Dios, ergo, son Dios: pero no existe ya el pecado en orígen, ni la soberbia. Todo es guay.
A Cristo, lo crucificamos nosotros cada día, al menos media docena de veces. Yo, en persona, mí mismo, nada de echar la culpa a otros. No fueron los judíos, ni los romanos: He sido yo.
Y sólo desde esa certeza se puede elaborar un rango teológico personal que para nada valga, para todo valga, a ti te valga. Lo demás lo dará el trabajo, estudio, y tiempo.
Los relojes llevan saetas, se llaman así por su forma de lanza; había una marca que era “Longines” por Longinos, el romano que asaeteó a Cristo en la cruz, por si no le dolía bastante: la saeta duele al oírla y debe de doler al cantarla, porque la lanzan como una saeta sabiendo que va a dolerle, porque te duele a tí, y te duele  echarle ese dolor a la espalda del pobre hombre, que bastante desgracia tiene con la fauna en la que nos hemos convertido.
La seguidilla da la saeta, y el canon y nivel, la medida y lo más alto lo ha establecido éste año Diana Navarro: es mucho, esta mujer, esta saeta:



Establecido el magisterio, quede a la historia.

lunes, 14 de abril de 2014

Rango o clasificación de pelma

Malhaya que haya un texto, obra, escrito o frase que guste, sea rotunda, o sea un gran acierto: en cuanto empieza a difundirse, no tardará en aparecer aquel que dirá “eso ya lo planteó ( x ) en su obra ( y) que conozco por que me creo más culto que el que acaba de inventar la frase a la cual me estoy refiriendo, ergo: yo soy más, aunque no se me ocurra nada nunca, nada tiene que ver mi referencia con lo dicho, y sólo vivo de referencias de otros y frases leídas en sobrecillos de azúcar, pero como me encuentro muy importante a mí mismo, no consentiré que brille otro, e intentaré opacar su fulgor con mi malasombra, asentado en mi vanidad y junto a mi ego, los cuales me impiden ver que sólo estoy destilando envidia y amargura haciéndome el sabio
Nada hay nuevo bajo el sol, y nada se escribirá que no encuentre su reflejo en El Evangelio, si no su origen, lo sé: por eso antes de sacar escritos al público he dedicado mi vida al estudio y trabajo: cosa que normalmente ninguno de éstos ha ejercido: sólo el papel de estresado.
Ha tenido brillo en la red esta semana un elemento del ayuntamiento de Madrid que, aposentado en una plaza por designación directa (esto de otorgar plazas, prebendas, sinecuras y parabienes con cheque adjunto ya no es la designación a dedo que tanto se deploraba del deplorado Franquismo: ahora, es universalizado, y “normalizado” y es “una necesidad….” colocar al de turno, más bien idiota, en una plaza que por sus medios ni se atrevería a soñar) pues el de Madrid, que tiene la autoridad, el rango, y el cheque, tacha, subraya, hace notas al pié y al lado, dice como se ha de hacer…en un edificio de Norman Foster, que había comprado Norman Foster, para hacer Norman Foster un museo o similar para el público en Madrid: lógicamente, ante tan falta de respeto, Norman Foster, ha dicho que por “motivos personales” se lleva el museo a Nueva York.
El funcionario, en su puesto; a él “que Norman Foster ni Norman Foster” al lado de uno de éstos, CHuck Norris es un novato.
Haces una buena frase y no faltará quien diga “eso ya lo había oído yo antes” no mira: si encuentras por ahí, en algún diccionario de autoridades u obra respetable antequem la frase “El que no tiene luz propia tiene malasombra” dices en ése momento que no es mía: pero antes asegúrate de haber leído el texto entero donde la refiero, no vaya a ser de alguien y resulte que yo sí he citado a la autoridad: pero claro, todo menos reconocer las bondades de otro, enfrascados en nuestra amargura.
Esto por una frase: si hay aciertos rotundos como “La relación” o “Comandante compañera” ya la cosa pasa a mayores: te obvian, ningunean, desprecian, opacan a su feble visión, para decir “como no lo veo no existe” ergo no pasa nada: puedo copiar los argumentos de este tipo y atribuírmelos como “investigación” o “hallazgo” propio, como me pasó con Itálica, patria de Trajano: apoyados en la categoría burocrática, creen que con el cargo va el conocimiento, y lo que la naturaleza no te da, el sistema tampoco.
Pero vamos: a fecha de hoy, la universidad de Valencia se ha hecho esencialmente con profesores que lo son con trabajos copiados, en cuanto pueden, de alumnos, esperando el silencio y la sumisión. Ya no cuento la clasificación del Neolítico en base a los trabajos míos sobre los estudios de Clarke: de ridículos, asombran: hasta generar cátedras; y envidia y maldad, maledicencia y desdoro: y se quedan tan orondos. Lo de Sorolla de tan evidente, da vergüenza ajena; y luego hablan de los informes sobre la enseñanza: si el criterio siempre es aquel que se acomoda a la escasa o nula capacidad intelectual de un cargo “del partido” que, con suerte, aprobó egb con enchufe, a donde va a ir a parar nada, si censuran, copian y actúan desde el miedo que siempre tiene la ignorancia. Miedo que les lleva a ir siempre en cuadrilla y jamás solos, por lo que la pregunta ante cualquier novedad, en la universidad, en los centros de investigación, es “¿Eso se ha hecho antes en algún sitio?” y si no es así y no viene certificado por alguien cuya secta reconozcas, no vale.
No es que copien descaradamente, es que ellos cogen tu idea, argumento, razonamiento, escrito, o frase, y primero la despectivizan, desprecian, ningunean y hacen de menos. Luego, la “re-piensan” la “actualizan” la “ponen en valor” y la “modernizan” por el “contexto” o “la coyuntura” y de paso hacen toda una campaña contra ti, y ahora con “asertividad” “empatía” y, señoras y señores, con el neopalabro de moda que para todo vale, que nada significa, y que además de no significar nada, está mal construido y sólo quiere significar esclavitud
proactivo
Tranquilos: aún podemos caer más abajo.
Porque por donde vamos, mal vamos, y toda esta hez de gentuza “profundizando” en el “estado del bienestar
Mal vamos, peor seguiremos, y así no saldremos de nada.
La envidia es roja, verde y amarilla (F.García Lorca)



viernes, 11 de abril de 2014

Presciencia

Están induciendo que creamos o estemos en situación de alerta de guerra para justificar la tiranía de la dominación: no pueden justificar la infamia de éste momento de otro modo, y están forzando tal situación de temor constante para seguir robando.

jueves, 10 de abril de 2014

Pasión

Si Dios te da la vida, también te condena a muerte: la esencia de la vida humana siempre es en paradoja, siempre es aviesa, las trampas están por toda partes; en la esencia del pecado encontramos la virtud agazapada; en la apariencia de virtud repugna tanta impudicia; y lo vemos en nosotros mismos, lo vemos por todas partes. Los mismos que aclamaron a Cristo a su entrada, aclamaron su crucifixión: y hay quien se cree que hemos avanzado, evolucionado y progrecesado. El Domingo tras la pasión llega la Pascua, y poca gente se ha preguntado porqué en España se celebra tan bien la Semana Santa y mucho más devota, fervorosa y católicamente que en El Vaticano.
La celebración de La Pasión y la Pascua no son casualidades: aquí se sufrió a la morisma, y el alivio de librarse de los sarracenos hace que se elabore un constructo cultural de primer orden como es el desarrollo de la Semana Santa y la Pascua: en España la religión es el pueblo y no esta impúdica clerecía y el neopapismo y clerolatría que ahora por propaganda quieren imponer: el cura está bien ahí, y que de ahí no se mueva. La religión es cosa nuestra, íntima y personal, de cada uno, nada de mojigaterías, beatorrismo ni meapilismo: ahora, la fusión de la confusión de la izquierda y el clero, ha hundido el origen popular, literalmente, de las cosas propias de la gente, que son la naturaleza vertebral de la cultura.
En Buñol, que era un pueblo de gente pobre, adusta, recia y trabajadora hasta que “la democracia” ha decidido convertirnos en un suburbio degradado del más inmundo ghetto, no hay gran manifestación de la Semana Santa: Pero el Domingo de Pascua se dispara la vida: se lleva a la Virgen de los Dolores y al Nazareno desde Las Ventas y el pueblo hasta la plaza del Castillo, que como Dios manda todo en España, está fuera del Castillo: la pendiente de bajada para la una y de subida para el otro es de las que agotan a los fuereños; ya no  te digo si además llevas una imagen: son los mozos los que llevan y traen sus imágenes; los clavarios, y allá va la imagen a empujones, parones, adelante y atrás, y todos jaleando: aunque de natural somos brutos, a la imagen jamás le sucederá nada: todo esto se hace para enfadar al cura. Que para eso está el cura, para luego reñir desde el púlpito la falta de recogimiento y piedad, mientras los fervorosos están todos recogidos, tomando cañas en la barra.
Ya se nota la nitidez de la luz: y el origen gremial de las cofradías, como lo es de las Fallas, conlleva el hacer un paso lo más primoroso posible para nuestra cofradía: fuera de afeites y cosmética los hombres, el alarde de lujo se hace con el gremio, la cuadrilla, la exhibición de la unidad es el paso de la Semana Santa. Y por eso el clero quiso prohibir las cofradías: España es católica a fuer de anticlerical.
La grandeza de la escultura y su maravilloso fulgor en España es directamente efecto de la pasión en La Pasión: y ahí tenemos Salzillo,Velasco, Alberdi, Morales, Mena, y todos los grandes escultores lo son de imágenes: desde que se progrecesó España, se intenta prohibir la Semana Santa (Una realidad fractal) y por supuesto no hay ni un escultor digno de ese nombre de todos los financiados por este régimen avieso y usurpador, que nos vende como esclavos.
El arte de España tiene dos componentes: la religión, y la luz. El fulgor de la luz de España nos ha hecho ser la primera potencia mundial de pintores….y de ciegos. La comprensión de esta verdad sencilla es lo que haría que la secuencia cultural hubiera seguido evolucionando: el dominio de la luz, en vez de ser magnificado con el cinematógrafo, acabó cuando acabó Buñuel y Berlanga; La escultura ni está, ni se le conoce finalidad, y lo que hay da vergüenza ajena; la pintura es la justificación de que cuatro histéricas se pongan al frente de museos, se crean Lucrecia Borgia, financien a los haraganes del partido, y se encuentren exquisitas, porque la profusión de teorías fundadas en el fárrago y la incomprensión hace que de lo mal escrito hagan ley; y como es incomprensible, todos hacen como si lo hubieran entendido, cuando no sabe lo que significa ni el que lo escribe, porque ni sabe lo que hace: todos ponen posse de enterados con suficiencia y displicencia, dicen “tu es que de eso no entiendes” en una secuencia argumental propia de quinceañeras, que de ser gracioso en niñas ruborosas, es patético en gente madura: ya no digo en la ancianidad ignorante que puebla universidad, política, y todo aquello que pulule alrededor del dinero: con el dinero de otros todos son grandes combatientes de luchas estúpidas imaginarias, mientras van gastando.
Tenemos ciegos, pintores y escultores por la luz, por la religión: que es cosa de combatientes, soldados, cuarteles, peleas y trabajo, esfuerzo y vida, respeto e intimidad sentida: como el cante tenemos todo el arte, aherrojado a la historia y a la tierra, al hombre y al Cristo, a una religión cuartelaria que no clerical, de hombres apasionados de verdad y mujeres con la navaja en la liga: y esos son el fervor, la Fe y la religiosidad de España, no ese meapilismo mojigato que tanto beneficia a la actual clerecía tan cuestionable, a esa progrez tan aviesa como ignorante. A éste sistema que nos esclaviza.
Telesio levantará el velo de la virgen de los Dolores en la plaza del Castillo y se le escapará una lágrima mientras todos se estremecen al son del himno de España: luego, baja la cuesta del Castillo con las dos imágenes, que a la noche te esperan los amigos a la gran cena de Pascua: somos españoles y ahí tenemos la hermandad.
Viene la Pasión, viene la Pascua: estamos rayando el alba.



Y será la pascua: la Tarara.
La tarara (taranto) by Camaron on Grooveshark Los cuatro muleros by La Argentinita acompañada en piano por Federico Garcia Lorca on Grooveshark

domingo, 6 de abril de 2014

Labrando un futuro

Comprender la justificación del disparate que estamos viviendo implica hacer un poco de reflexión sobre el momento y cómo hemos llegado hasta aquí. Contra la máxima de “ya no podemos volver atrás” existe la realidad: pararse, y reflexionar.
Dar por inevitable que la situación debe perpetuarse así es una estrategia para continuar por un camino que no lleva más que a la decepción y la abulia: si se ha perdido el camino, se vuelve atrás, se deshace lo andado, se coge por el buen camino donde se dejó y adelante: la torce de la senda no es implacable, y el objeto de la vida no debe ser la perpetuación de un sistema, sino la consecución del desarrollo de la persona en su dignidad y grandeza, cada uno respecto a sí mismo.
Y como daba para algo más que un escrito breve tal reflexión, le he dado formato de libro, aunque quizá demasiado breve para tal nombre, y queda a vuestra disposición.
Por supuesto, gratis.

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