Canción epónima

No lo habéis sabido hasta ahora,nada, ni idea

ni lo sabreis nunca:

porqué un día las conexiones fallaron, o fué el aire:

y la pantalla cuadrada con símbolos privados

dió con vuestros favoritos en la galaxia tremebunda.

Que explorasteis hasta el fondo de sus entrañas

sintiendo confort en singular galaxia.

Ni hasta ahora os habíais dado cuenta, nada, ni idea

y tampoco sabeis que una noche

(da igual el tiempo, aunque fuera primavera)

públicos empezaron a salir escritos y derroche

de creatividad acumulada. no lo sabréis nunca

cuando apareció en vuestra vida la galaxia iluminada

agitando algo y rompiendo el silencio

como una luz irradiando: system failure;

o como un engendro surgido del abismo.

Siendo este lado, la galaxia con sus estrellas

(Daniela Sarahyba es la que se baña)

y está algo loco, dicen los viejos blogueros

que no saben precisar cuando el big bang fué consciente

aunque alguna vez creyeron precisarlo.

Plagado el espacio de músicas y enseres

que cotidianos revelan la realidad desmedida.

No lo sabéis, aun, no lo sabréis nunca

y en este lado de la galaxia esperais siempre una cuita

que ponga cerco a la luna y que os cuente

que los marineros aparejaron hacia islas y navegan

sin la luz que confunde y distorsiona

hacia lugares que sólo existen en este lado:

de la galaxia tortuosa.

Y por eso hay cosas que prefieren el misterio

y en los mares navega Shosholoza,

en la excomunión de los aventureros

que trasfundieron los límites.

Y hay blogueros que conjuran

las miradas de Nesta o las firmas de Osaka

buscando si hay algo que les corra por las venas:

(jb positivo es el componente midicloriano)

y miran a las mujeres, como si eso fuera normal.

Y pasais por la galaxia, simplemente.

Que siempre estuvo ahí: no lo sabréis nunca

pero vais, tan simplemente.

Y aparejados de argumentos y soledades sufridas

pasais todos a verla:

¿que habrá de nuevo?

a ver que nos cuenta:

igual habla de seres, que viven en este mundo

o sale el Apóstol Santiago y la morisma tiembla.

Hay una radio, hay fotos y cuentas

que sumándolas debidamente dan coeficientes enamorados

para pasmo de puristas: pobres, tan desamparados.

La Galaxia mantiene, yergue, despierta

sumido siempre en profundidades negras

brincando sobre la realidad, trasmutando conceptos

y olvidándose de rezar para que os acordéis de que sabéis hacerlo.

Salta por la borda de un bajel infecto

sale de estampida: nadie lo vio saliendo:

la galaxia de batida, simplemente un paseo

que tal vez ahora empieza:

¿que mas da si vuelvo?