domingo, 4 de septiembre de 2016

La mengua

Da igual.

Haya o no elecciones; elijan a quien elijan, el resultado es el mismo: un incremento elefantiásico de la burocracia, y luego a generar murgas, consignas, dictámenes y mantras para justificar el dineral que nos cuesta la burocracia: ahora están con el heteropatriarcado; cuando más activos son en tuiter es en las horas de oficina de los funcionarios; lo del clima cambiático ya lo van diluyendo: pesar de la animalada de dinero y la justificación de desmanes que nos ha deparado, sólo han conseguido aumentar el desarrollo sostenible: que es todo aquello que sirve para desarrollar y sostener sus cuentas corrientes, y nada más.

Da igual.

Los tuits arrebatados de feminismo y aniquilación de los hombres se producen en las horas de oficina de los funcionarios. Las proclamas invasivas en facebook, lo mismo, llenan todo espacio para no dejar sitio a ningún otro argumento: pelmas; muy pelmas: esto es fácil de comprobar para cualquier usuario de ordenador, pero la burocracia sólo es un ente que sirve para justificarse a sí misma, nada sale de la burocracia que no sea oneroso para las personas.

Yo soy persona, no un ciudadano.

El final es que quien manda es el sistema burocrático, que son los más vehementes defensores del sistema y de todo lo que les mandan defender sin ningún criterio ni discernimiento más que la paga a fin de mes.

Y todo es lo mismo: sublimación, y satanización de un tema al cual defenestran o subliman con la misma vehemencia que al día siguiente lo olvidan y pasan a la murga siguiente.

Esto es la modernidad.

Que no empieza cuando el siniestro F. González repartió las cartas de la baraja que había armado Suárez; esta modernidad empezó con Fraga de ministro, cuando, a la vez, en España aparece un presunto PCE clandestino y empieza a tomar poder por todas partes el Opus dei. Casual, no es; usan los mismos métodos y sistemas sectarios de organización. la muerte de Franco no es sino un paso más en el proceso, lo de atado y bien atado ahora tiene otro sonido, la verdad.

E inventan, por un lado el frente popular, que quieren llamar de modos raros; por otro, el socialismo bestial de rango burocrático y opresor aunque lo disfracen con apariencias de modernidades y juventud, y ni aun así, con todo el enorme aparato de propaganda, consiguen engañar lo que esperaban, y cada vez son más los desengañados.

Y el único que está aplicando, a rajatabla, una estrategia leninista es Rajoy.

No se enfrenta, huye toda confrontación, de todo tipo por todas partes: dota a sus enemigos de enemigos dentro de su propio sector, y los deja defenestrarse entre ellos: así lo está haciendo en Barcelona, así está actuando con su oposición, y así apuñala a los de su mismo partido.

Quien manda es la burocracia, a las ordenes y dictámenes del capital plutocrático, y cada día más, y cada día más vendidos, menos libertad y menos capacidad de acción.

No plantea nadie listas abiertas. No plantea nadie la animalada de lo que se ha hecho con la electricidad y con el agua, no se plantea ningún espacio de libertad, sea para el comercio, la industria o la creatividad: de aquí salió Pegaso y Barreiros, Ossa y Bultaco; ahora en esta época tan idónea, no nace ni un remedo de la compañía Tesla, ni hay nada original o creativo: todo va tamizado por la enorme burocracia: nada se hace, todo se destroza.

Y la objetualización de la gente es ya dogma de fe, nadie habla de personas o españoles, sino de ciudadanos: eso lo es cualquiera en cualquier parte, se diluye toda identidad, y la democracia es lo que deriva del sistema de invasión de Napoleón creando estados donde no hacían falta para controlar las naciones.

Y que me cuenten las milongas que quieran: da igual todo, el sistema sólo sirve para justificarse a sí mismo mientras somos vendidos como esclavos: sin más cambio posible que el de apariencias, los hechos, son los mismos en todos: y no hay que mirar al 31 para verlo, basta mirar los gobiernos desde que murió Franco, y con ese panorama se analice: todo en España ha sido menguado, y nada ha crecido ni en nada hemos prosperado.

Y yo lo recuerdo, y vosotros también: aquí no se hizo declaración de la renta hasta hace bien poco, y sin embargo hasta ese momento la industria española era pionera, con la literatura y la pintura, a partir de ese momento empezó la ruina que ahora padecemos.

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