lunes, 19 de septiembre de 2016

Sospecha

Los manuales de neolingüa y demás artefactos de propaganda del sistema tienen todos más o menos explícito el “no te arrepientas de nada” Corolario: si no te arrepientes, es que nada has hecho.
Todo el artefacto de propaganda del sistema, incluyendo la sistemática pesadez y repique en facebook y tuiter de dogmas y consignas varias, de machismos, fachismos, antiviolencia, animalismo y demás murgas, son, esencialmente, muestras de supremacismo.

Supremacismo.

Y esto es un verdadero peligro, porque si se fomenta tanto es con algún fin.

domingo, 11 de septiembre de 2016

La sangre ignora las puertas: ni olvido, ni perdón.

Tenía la noche una hendidura y quietas salamandras de marfil.
Las muchachas americanas
llevaban niños y monedas en el vientre
y los muchachos se desmayaban en la cruz del desperezo.
Ellos son.
Ellos son los que beben el whisky de plata junto a los volcanes
y tragan pedacitos de corazón por las heladas montañas del oso.

El siglo XX acaba en marzo del 2001 cuando los talibanes destruyen los Budas gigantes de Bamiyan: hasta hicieron bromas sobre la dificultad de destruirlos. En otra medida, ahora se hacen bromas en mi pueblo sobre la morfología y estructura de las imágenes de Los Santos: …tan sólo un trozo de piedra, tan sólo un trozo de escayola; tan sólo una imagen…con armamento antiaéreo destruyeron los Budas gigantes: acaba así el siglo XX, y aprovecha Bin Laden para lanzar una fatua incendiada, ardorosa, ferviente, estúpida… pero que se anda cumpliendo “conquistaremos Europa con los vientres de nuestras mujeres” y se va cumpliendo, añadiéndole el éxodo de niños y ancianos, forzados por movimientos tácticos de guerras no declaradas que se amparan en la mojigata sensiblería que se quiere asociar a la compasión.

El análisis de la composición de la población de “refugiados” es más que revelador.

Por la caridad entra la peste.

No es casual nada, la plutocracia anda en sus afanes intentando justificar el sistema industrial de un mundo mecánico y mecanicista que obedece a las leyes de la física y no a la condición humana; así se anula la personalidad, la persona, el ser y su avatar, porque todos son “capital humano” y se convence a la gente de que se “realizan” trabajando, haciendo del dinero la finalidad en si misma de la vida, no un medio para una vida plena. Es importante destruir los Budas, ningunear y anular en la medida de lo posible la Fe de las personas, todo signo de identidad debe ser borrado para que la gente obedezca ciegamente los dictámenes de los guardianes del campo de concentración:  la libertad es una entelequia que de tanto nombrarla ha pasado a ser una palabra vacua, desconocen hasta el afán de su búsqueda: anhelan dinero, la libertad es la capacidad de usar cuanta más cantidad, mejor.

La medida de la vida ha de ser mecánica, estabulada y organizada según un ritmo mecanicista industrial, el tiempo es el que definen: la Semana Santa es para ir a la playa, anulemos el fervor religioso; la Navidad es para esquiar, lo otro es excusa; de la Pasión de Cristo mejor no hablar, porque no pueden argumentar, no se hable de eso mientras lo destruimos, si podemos, con armamento antiaéreo.

El tiempo. La medida de los hombres.

El siglo XXI comienza con la destrucción de las Torres Gemelas en Nueva York: sepáis que estamos en guerra, sepáis que nada importa la vida ni que nadie piense que se va a combatir con honor o entereza, con hombría o grandeza: guerra sucia, vil, contra todo y contra todos. Contra los trabajadores, contra la humanidad entera: mueran todos, en el nombre de mi soberbia.

No hay ningún problema en África que justifique éxodos: hay un problema de educación: allá donde España holló, hizo misiones, iglesias y universidades, y la tierra sirvió para sostener a los que en ella viven; donde las potencias coloniales hollaron, saquearon, destruyeron, y nada dejaron que a ellos sirviera, sólo el desconcierto.

Y bajo ningún concepto los sarracenos quieren mejorar la vida de su gente, su condición o sus tierras: no copiaron lo que dicen que hicieron en España: aprovecharon lo que había, lo saquearon, y cuando se les echó, no supieron replicarlo al norte de África: no quieren un mundo en el cual en su medida, su religión, y sus costumbres realizarse y vivir lo más cómodamente posible: quieren tener lo que aquí creen que tenemos, para violarlo, prostituirlo, destruirlo, y después, nada: y otra vez habrá que echarlos para que el trabajo de frutos: siempre; no se puede vivir del sudor ajeno, siempre; no se puede ser parásito, y eso es lo que anda demostrando la actitud culpabilista de ofensas fingidas y victimismo cursi que ampara la presunta compasión a los pobres.

No es una sociedad en cuya educación esté el desarrollo personal y social, es totalmente parasitaria.

Claro que hay que amparar a los refugiados, lo ordena El Evangelio.

Pero no por ello hay que dejar de ser conscientes de la trampa en la que estamos cayendo.

El siglo XXI empieza con la destrucción de las torres gemelas: ni olvido, ni perdón.

 

Nos están sacrificando, no sabemos como ni porqué pero los malos sí lo saben.

Todos suben al tren, el mismo tren,

pero Caín ya sabe su destino

y también el de Abel, que lo ignoraba.

Caín es malo y mata, eso fue todo,

y sigue siendo todo aunque Caín

con otro nombre y traje se disfrace.

Baltanás ahí ha tenido un gran acierto.

Y jamás hay que olvidar, y si bien nadie pedirá perdón, hay que buscar la verdad y no confundirla en un marasmo de intereses, burocracias, y dignidades judiciales: sea hallada la verdad, señalados los culpables y buscados en caza; sean humillados y encarcelados todos los beneficiarios de esta matanza, y sean denostados públicamente todos aquellos que escondieron su cobardía ante el miedo, que hay que levantar la cabeza y ver a la muerte venir y desafiarla, y no ser sumiso y rendirse como mierdas.

Porque son nuestros muertos, son mis muertos, y España no debe perdonar. Perdonan los hombres, si perdonan, España jamás.

Me tomas la mano, llegamos a un túnel, se apaga la luz

Acertados, primorosos y delicados "La oreja de Van gogh" como lo era Van Gogh, como lo era su sobrinieto.

 

domingo, 4 de septiembre de 2016

La mengua

Da igual.

Haya o no elecciones; elijan a quien elijan, el resultado es el mismo: un incremento elefantiásico de la burocracia, y luego a generar murgas, consignas, dictámenes y mantras para justificar el dineral que nos cuesta la burocracia: ahora están con el heteropatriarcado; cuando más activos son en tuiter es en las horas de oficina de los funcionarios; lo del clima cambiático ya lo van diluyendo: pesar de la animalada de dinero y la justificación de desmanes que nos ha deparado, sólo han conseguido aumentar el desarrollo sostenible: que es todo aquello que sirve para desarrollar y sostener sus cuentas corrientes, y nada más.

Da igual.

Los tuits arrebatados de feminismo y aniquilación de los hombres se producen en las horas de oficina de los funcionarios. Las proclamas invasivas en facebook, lo mismo, llenan todo espacio para no dejar sitio a ningún otro argumento: pelmas; muy pelmas: esto es fácil de comprobar para cualquier usuario de ordenador, pero la burocracia sólo es un ente que sirve para justificarse a sí misma, nada sale de la burocracia que no sea oneroso para las personas.

Yo soy persona, no un ciudadano.

El final es que quien manda es el sistema burocrático, que son los más vehementes defensores del sistema y de todo lo que les mandan defender sin ningún criterio ni discernimiento más que la paga a fin de mes.

Y todo es lo mismo: sublimación, y satanización de un tema al cual defenestran o subliman con la misma vehemencia que al día siguiente lo olvidan y pasan a la murga siguiente.

Esto es la modernidad.

Que no empieza cuando el siniestro F. González repartió las cartas de la baraja que había armado Suárez; esta modernidad empezó con Fraga de ministro, cuando, a la vez, en España aparece un presunto PCE clandestino y empieza a tomar poder por todas partes el Opus dei. Casual, no es; usan los mismos métodos y sistemas sectarios de organización. la muerte de Franco no es sino un paso más en el proceso, lo de atado y bien atado ahora tiene otro sonido, la verdad.

E inventan, por un lado el frente popular, que quieren llamar de modos raros; por otro, el socialismo bestial de rango burocrático y opresor aunque lo disfracen con apariencias de modernidades y juventud, y ni aun así, con todo el enorme aparato de propaganda, consiguen engañar lo que esperaban, y cada vez son más los desengañados.

Y el único que está aplicando, a rajatabla, una estrategia leninista es Rajoy.

No se enfrenta, huye toda confrontación, de todo tipo por todas partes: dota a sus enemigos de enemigos dentro de su propio sector, y los deja defenestrarse entre ellos: así lo está haciendo en Barcelona, así está actuando con su oposición, y así apuñala a los de su mismo partido.

Quien manda es la burocracia, a las ordenes y dictámenes del capital plutocrático, y cada día más, y cada día más vendidos, menos libertad y menos capacidad de acción.

No plantea nadie listas abiertas. No plantea nadie la animalada de lo que se ha hecho con la electricidad y con el agua, no se plantea ningún espacio de libertad, sea para el comercio, la industria o la creatividad: de aquí salió Pegaso y Barreiros, Ossa y Bultaco; ahora en esta época tan idónea, no nace ni un remedo de la compañía Tesla, ni hay nada original o creativo: todo va tamizado por la enorme burocracia: nada se hace, todo se destroza.

Y la objetualización de la gente es ya dogma de fe, nadie habla de personas o españoles, sino de ciudadanos: eso lo es cualquiera en cualquier parte, se diluye toda identidad, y la democracia es lo que deriva del sistema de invasión de Napoleón creando estados donde no hacían falta para controlar las naciones.

Y que me cuenten las milongas que quieran: da igual todo, el sistema sólo sirve para justificarse a sí mismo mientras somos vendidos como esclavos: sin más cambio posible que el de apariencias, los hechos, son los mismos en todos: y no hay que mirar al 31 para verlo, basta mirar los gobiernos desde que murió Franco, y con ese panorama se analice: todo en España ha sido menguado, y nada ha crecido ni en nada hemos prosperado.

Y yo lo recuerdo, y vosotros también: aquí no se hizo declaración de la renta hasta hace bien poco, y sin embargo hasta ese momento la industria española era pionera, con la literatura y la pintura, a partir de ese momento empezó la ruina que ahora padecemos.