viernes, 26 de junio de 2015

El tiempo del hombre

Pontificará en breve que el Ave María es un ave migratoria y que debe constar en los manuales de ornitología ambiental y sostenible; Bergoglio demostrará que el espíritu santo “es una manera de hablar” y más que confesionarios, harán falta psicoanálisis, y alineamiento de chakras: lo importante será limpiar el aura, y el buen rollo en general.

El disparate va servido.

La tan referencial como desconocida Ilustración, momento de adecuación de “la intelectualidad” a la modernidad por decreto, conlleva la sumisión al poder establecido y los debidos halagos para obtener prebendas, más o menos como hoy. El círculo valenciano de ilustrados (a los que yo llamaría cuadrilla) se destacan tanto como se ignoran, y se habla más que se estudia; en tal círculo asoma el Padre Tosca.

Bergoglio pretende celebrar la Semana Santa por lo civil, que el Jueves Santo caiga  en martes, y adecuar al hombre a la necesidad del ritmo industrial, no adecuar el ritmo al hombre, sino el hombre como parte de la maquinaria: mayor aberración aun no se ha oído, pero conforme va la curia, no lo descarto.

Lo de no se hizo el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre “ya no se estila

Estudiar historia implica estudiar latín, y a partir de cierto momento conocer aunque sea de soslayo la historia de La Iglesia. Sólo por esa sencilla ecuación determiné la definición del tiempo de los hombres en La relación, otro huevo de Colón puesto que tantas copias está vendiendo como copiones apropiándose de la idea “haciéndola suya” del mismo modo, antes de dar dictamen, primero me estudio lo referido al tema y busco su origen, esa es la clave de entender algo la propia vida, no dar por cierta la adecuación a la leyenda personal y sostenella y no enmendalla, sino buscar los orígenes de todo en todo por todas partes, pero no todos son capaces de asomarse al abismo.

 

Para la nochevieja del 2013 expliqué el porqué del calendario:

 

el 708 ab urbe condita Julio César ajusta el calendario: aquel año tuvo 445 días y claro, no cuadraban mucho la vacaciones ni los días libres que los augures (haraganiis gandulorum sindicaliis) no sabían como cuadrar. Y empieza el calendario Juliano que no estaba tampoco tan mal; ese año nació San José de Arimatea: el que cedió su sepulcro a Cristo. En 1582 Gregorio XIII cambia el calendario: no era caprichoso; venía obligado por los acuerdos del concilio de Trento que querían cambios sobre lo fundamentado en el concilio de Nicea: la pascua debía celebrarse en el plenilunio posterior al equinoccio de primavera, pero para cuando Trento, ya había un desfase de diez días: lo importante es el calendario litúrgico, y a eso había que atenerse. Atentos a estos cambios, que nos traen el canto gregoriano, que fundamentan el canto llano, que se empieza a ordenar el mundo en un rango que busca el calendario litúrgico: y lo que se hace realmente es adecuar la medida del tiempo al año trópico: el tiempo de completar una vuelta alrededor del sol.

De tal modo, el calendario litúrgico establecido es la relación perfecta entre el orden de las galaxias, los ritmos estacionales de la tierra, y la vinculación más completa del hombre en la naturaleza: sólo hacen falta dos mil años para que lleguen los innovadores a inventar la realidad y el ecologismo de la unión del hombre con la tierra, haciendo de lo que dicen la bandera falsa que ampara la destrucción de todo aquello que dicen defender.

La perfección del calendario la dio en Valencia el Padre Tosca, en su compendio matemático es donde establece ya con claridad y rigor el ciclo pascual hasta hoy, y es el perfecto y adecuado: no hay cálculo de la nasa capaz de enmendar la plana a tan buen matemático; de esto en Valencia, nadie sabe nada, por supuesto: como van a elogiar a uno excelente que haya en la tierra de la mediocridad del páramo de estulticia en que se ha convertido España.

Arregla los desfases de calendario el año en que consta que a Julio César le sobrevenían eyaculaciones mientras combatía contra Pompeyo en Hispania; bien ajustados pero con errores que se empiezan a arreglar en el concilio de Nicea, y que por orden conciliar de Trento Gregorio XIII sigue adecuando para evitar el desfase que llevaban en ese momento de diez días, y empieza ahí la historia del compás, el ritmo, el cante y el toque; el Padre Tosca fija el ciclo pascual, que es la esencia del año, la pascua; y ahora seguimos utilizando tan elaborado mecanismo de tiempo, sudor, hombres y trabajo para que en nochevieja os pongáis a grosso modo con la excusa del cambio de año.

Y es que las fiestas si lo son, no son por casualidad. Por eso son fiestas: las que se establecen por decreto, dan más pena que alegría, como la constitución y esas memeces.

En este tema todo lo que tenga menos de dos mil años es una ocurrencia de algún desertor del arado que quiere darse bombo, egos sublimados en su inmundicia ignorante y soberbia.

Podéis daros bombo, o tener la justificación intelectual para la fiesta, o apuntarlo como curiosidad o estudiarlo, o copiarlo para tesis doctorales (cosa que últimamente pasa mucho a éste lado de la galaxia) porque celebrareis la nochevieja. A Éste lado de la galaxia, seguimos persiguiendo la manera de dar a la caza alcance: que Dios nos ampare.

miércoles, 24 de junio de 2015

Hastío

De algo cuya naturaleza es el cambio, hagamos visajes porque cambia ¡que tiempos éstos! ¡a dónde vamos a ir a parar! y lo que cuando yo estudiaba era (quizá) una pulsación de la glaciación que empezaba a parecer querer rastrearse en el registro fósil, becerro de oro mediante, se transformó en el agujero de la capa de ozono, que nos iba a obligar a todos a usar crema solar factor de protección tres mil, que en su propia tontería de planteamiento se disolvió y descubrieron ¡El Niño! que se llama así porque lo descubrieron los heroicos conquistadores españoles en la Nochebuena, y el niño era la clave, la verdad áurea, el arca perdida de todo el asunto del clima; y desarrollando el tema ¡encontraron el negativo! y La niña, con todo, no fue una murga tan aburrida como lo había sido el niño, porque llegó el enfriamiento global, que se transformó en el calentamiento global, que se transformó en el cambio climático, que aunque su descubridor declaró que todo había sido una murga para obtener beneficios, sigue adelante, en la inercia de la magnitud de dinero desperdiciado para justificar lo injustificable, con algún oscuro fin.
Siempre está la Comandante Seminova tras toda urdimbre siniestra:
En una de esas ocasiones en que un profesor de medicina evidentemente necesitado de unas sesiones en el koljós “Noches del Ártico” intentaba apabullarme, me dio los datos necesarios para urdir la trama: aunque era a largo plazo, fue lo único que pude tramar en aquellos días. Debía mantener mi estatus de científica fría y desapasionada; pero eso no constituía ningún problema. Para mí; al papanatas lo llevaba loco.
Pretendía alertar a la comunidad científica de lo espeso del humo de las chimeneas de las fábricas, buscando maneras de hacerlo menos espeso. Le parecía grave para cuando jugaba al golf. Como un mujik acosado, mi cerebro revolucionario comprendió que atacando la estructura fabril del enemigo minaríamos sus defensas; no debía ser una acción abierta sino hacer que el propio enemigo atacara sus estructuras; por todas partes debíamos estar presentes: aun en la memoria colectiva los hechos neoburgueses aunque aprovechables de Sacco, N. y Vanzetti, B. propiciaban un magma que podría aprovecharse para insertarse en la estructura profunda del enemigo capitalista: en los sindicatos, en la propaganda que se llevaba desde California, en las universidades. Debía ser sagaz y displicentemente cumplidora de mi cargo diplomático en la naciente ONU, por lo que esa noche tramé un plan, por quintuplicado, que podía servir para algo. Mientras tanto, cumplía mi misión de desapasionada y fría asesora científica de los pueblos en la ONU.
Y tras una vida de estudio y trabajo, errores que no me perdono, y aciertos que no me perdonan, me doy cuenta de que exceptuando las actividades solitarias de científicos, estudiosos, y artistas “toda ciencia trascendiendo” fuera del mundanal ruido, todo obedece a un sistema de propaganda de justificación de las necesidades de la plutocracia: y hallo consuelo en el estudio, en la soledad y en la naturaleza, que no en el hombre; y cada vez ansío más poder volver a emocionarme como la primera vez que leí el Poeta en Nueva York; y disfruto mucho con la mística, la teología dogmática, y la búsqueda de la palabra que defina la cosa, la situación, la precisión, para poder entender el mundo lleno de sentimientos y emociones a alta presión; y en la comprensión antropométrica de la condición humana, era, hasta hace bien poco, un buen referente los condicionales dogmáticos del catecismo y la iglesia: y en eso llega Bergoglio y hace una Encíclica, que deja parda a la Epístola a Los Corrientes 3-4,8 segundo piso ascensor, y revuelca toda la conclusión inefable, según la escolástica, que deja por vacuo, el panorama científico de moda hoy, y se arroja a los pies de la plutocracia, justificando el argumentario del becerro de oro, arrodillado y sumiso ante Jerjes todopoderoso fideicomiso del banco central alemán y del Chase Manhattan Bank.
Bergoglio nos ataca, y en la pampa mata vacas.
Adecuo el tema de “los 80” porque es que no salgo de mi estupefacción, y estupefaciente me quedo volviendo a repasar la llamada encíclica: esto no hay por donde cogerlo. Menos mal que estoy excomulgado, si no mi amigo Paco me jarreaba de firme. Pero ya no tengo Cura.
El magisterio de la iglesia ha de referirse a la condición intrínseca de la persona; la iglesia, guardián de las esencias de la cultura, y fideicomiso de la tradición y la veracidad, entra a la persona, y al alma, no a la mundanal juerga ni mucho menos a la justificación del capitalismo, nada más lejos del catolicismo…mientras hubo Papas en El Vaticano, que al menos disimulaban, aunque quiero pensar que eran creyentes, y católicos.
La teología de la vegetación es la sublimación de la soberbia: la tierra (Gaia) es todo, lo asemejo a Dios, yo voy a salvar a Gaia, ergo: yo soy más que Dios; humildad, en estado puro: la magnificación de la soberbia, el querer comprender el mundo en un folio y resumirlo en un compendio de frases sin sentido.
Que la urbanidad, la higiene, la convivencia, la educación la hayan transmutado a corrección política de ecológicamente correcto, y medio ambiente; y la suciedad sea polución, y la gorrinería contaminación, es cambiar el nombre a las cosas, nada que no hubiera sucedido antes; nada que no sea fruto de 1789 en su invención constante de la realidad, siempre cambiante, siempre inventada, siempre fallando; frente a eso, la tradición trasciende modas y épocas, y Cristo murió sólo una vez explicando bien claro el asunto importante: y sólo siendo mejores nosotros que nosotros mismos cada día, podremos servir para algo a la humanidad; lo demás: modas, humo, evanescencias y terrores del año mil, sólo que en el año dos mil, y demasiado dura tanta murga: faltaba Bergoglio jaleando a la plutocracia. Excomulgado, Y ya no tengo Cura. Pero los católicos deberían empezar a pedir inquisición, anatema y sambenito, la verdad.
No hay bienes escasos: considerar el agua, el sol, el viento, un bien lo que hace es, por un giro lingüistico, transmutar su condición de naturaleza a algo valorable: ergo se puede comprar, ergo debemos pagar por ello: por el sol, por el viento, por el agua.
El agua es escasa en el desierto, y establecer como dogma de fe “el agua es un bien escaso” es dotarlo de categoría económica: y al agua se la bendice, pero no se debe mercadear con ella; ni con la pobreza, ni con el hambre, ni con la condición humana: rebajándolo todo a números sin fondo y ciencia sin raíces degradamos a la humanidad a simples objetos de uso, manipulación y disfrute, y negamos la condición humana, la que le dio martirio a Cristo, que vino a dejar claro que era lo importante y qué lo accesorio y qué lo despreciable: porque no les dijo parábolas a los mercaderes del templo: ni les habló, los sacó a latigazos, ni palabra; para ahora hacer encíclicas patrocinadas por las multinacionales de la energía, de la desgracia y del hambre.
Pero en las grietas está Dios, que acecha
Dijo Borges, con mas tino y mas seso.










sábado, 20 de junio de 2015

Lo de Grecia ¡es un dracma!





sábado 28 de mayo de 2011 
Plazas calientes. 
Dilios informa al senado y se acaba con la traición y Jerjes se mete el orgullo gay por donde le cabe: Sabemos nombres y nada más, pero en las Thermópilas volvieron a salvar la civilización, nos volvieron a salvar; loor a los héroes de la cultura, de la tierra y de la evolución, que no de otra cosa hablamos: frente a la barbarie dictada y obedecida por el banco central alemán, los éforos dictaminan que hay que salvar la economía, volver a crecer y no se cuantas cosas más de números sin fondo y jardines sin sentido: a la orden de los bárbaros de más allá del Rhin, los éforos quieren entregar las águilas imperiales de Roma a cambio de un estipendio: estupendo, se nos llenó el sistema de éforos, que el soborno es grande como prometió Jerjes a Leónidas, pero hay gente que tiene claro que la vida es más importante que la propia vida: en Esparta la vida era rigurosa, si, claro, y rotunda, y por eso pudieron negarse al soborno implacable del dinero del banco central alemán que entonces como iba sin blanquear venía directo de los ríos de Babilonia a engrasar a Platón, y las ciudades de prosperidad admirada que se burlaban de Esparta: pero el rigor espartano no era una fachada como la demagógica de la socialdemocracia, que en Esparta no había prostíbulos: en el resto de Grecia Solón reguló su uso y disfrute: para eso lo legisló bien que era uno de los siete sabios: consta para la historia como el inventor de los burdeles; y aunque Plutarco intenta comprender el rigor de Esparta basándose en que su moneda era de una especial configuración, la realidad es que Esparta no se vendió al sistema financiero del banco central alemán pactado con los jacobinos: y esa honestidad y limpieza de conciencia hace que ni con una traición pudieran con trescientos soldados de la infantería española frente al todopoderoso ejército sarraceno que iba bajo el cobijo de haber comprado a toda la intelectualidad Griega; pero la infantería española es lo que es, y Leónidas aguantó y vencieron en la guerra y en el tiempo porque los nombres dan igual, como da igual la lluvia sobre el golfo de Lepanto cuando todo el mundo se puso a rezar el rosario: sabiéndose la que se nos venia encima, todo el pueblo español, de Cadaqués a Filipinas salieron a las calles y plazas a rezar el rosario mientras Cervantes se batía el cobre frente a las delicias turcas y España volvió a parar a los sarracenos a las puertas de Viena: y la reconquista vuelve a empezar, que el gobierno actual con su ministerio de la oposición han vendido sus deleznables servicios a los chinos y los moros que lapidan mujeres y asesinan maricones por el hecho de serlo, y eso no está en nuestra naturaleza que es la cultura, y que aunque lo disfracen de un europeísmo basado en Hitler y Napoleón, el pueblo español ha salido a las plazas a rezar el rosario: rápidamente el dinero de los sobornos a los éforos ha corrido comprando a los más conspicuos y vehementes aduladores del sistema, pero al pueblo se le engaña un rato: ya sabemos que por donde cantan las sirenas navega Ulises y Leónidas le zumba a la morería para que Europa sea lo que ahora es y muchas gracias a los héroes del tiempo, que Leónidas y Cervantes no dieron su vida en vano y ahora vuelve el dinero de los templos babilónicos a engrasar la maquinaria de los éforos españoles y el pueblo sale a las plazas: y ahora, con pobreza y humildad de nuevo, Leónidas dará su vida por España, la gente rezará el rosario y apoyarán y volverá el esplendor, que El Cid mira desde su caballo en la plaza mientras los éforos usan el dinero para confundir a la gente hambrienta que ha salido a las plazas a rezar el rosario porque los éforos venden su vida, su trabajo y la cultura que no tienen al banco centra alemán para justificar la alianza jacobina y hundir España, que desde Leónidas hasta hoy para bien y para mal hemos tenido nuestra historia y no hemos jugado a aspirar a tener dominio del mundo envidiando al vecino, porque nosotros somos los envidiados: Leónidas morirá y no será más que un nombre, pero morirá peleando y lo hará bien porque su conciencia está tranquila porque sabe que su mujer le quiere y que no es su muerte lo que importa sino la libertad.

martes, 16 de junio de 2015

¡Que le corten la cabeza!

El Madhatter invita a té y pasteles ¡hoy NO es su cumpleaños! y son para mi dos personajes totalmente distintos y válidos el literario y el de Disney; la misma obra me da para mucha percepción; y temo que no sólo a mí. El sombrerero lleva chistera y está totalmente loco: fundamenta el personaje en la realidad. LLeva chistera. La copa de la chistera había de estar erguida, es la cosa de la elegancia: si la copa se arruga entonces pasas a ser un personaje de Dickens en lugar de alta sociedad británica. Los sombrereros, para mantener la altura de la copa erguida, utilizaban en el tejido el mercurio, que debidamente procesado es metilmercurio, el mismo que producen las pilas botón si son insertadas en un medio en el cual las plantas se alimenten de tal residuo: el mercurio es inocuo al hombre; al procesarlo la planta, da metilmercurio: es letal, por el cambio celular que produce en la estructura ósea de los niños, asumido a través de las madres gestantes. Horrible.
Los sombrereros de Londres se volvían totalmente locos, al tratar consuetudinariamente con semejante monstruosidad para mantener un prestigio en el mundo de la moda, que los destroza inexorablemente.
Parte del precio de la sociedad industrial es la sumisión a la moda, obligatoriamente, implacablemente, no puedes quedar atrás: y si la moda es regresiva no vale la ropa antigua, ha de ser ropa moderna adecuada a tal avatar; y de tal modo la sociedad industrial se fundamenta en el engaño.
Aún tengo la chaqueta de cuero que me compré. Entonces todos los hombres tenían una chaqueta de cuero, cuando podían; si no, de pana. LA chaqueta de cuero. Me la compré al acabar la carrera y ganar algo, cómo, si no. Pero no voy a la moda, eso sí; se me reprocha de todas las maneras posibles, directas, indirectas, y circunstanciales. También uso las botas de la mili, la camiseta que llevo puesta ahora es de aquella época. Si algo sale bueno, me vale, para el resto; un problema menos, un gasto menos, una necesidad menos a cubrir, una vez cubierta. Tengo mucha ropa anticuada, sí, pero bien hecha, que da gloria llevarla.
Pero debo ser un bicho raro: no voy socialmente correcto. Y me la sopla. Lo a gusto que voy yo con mis cosas, liberado de las ataduras de la ingeniería social, lo extraño que resulto en un medio donde manda la apariencia, no el ser. Compras una chaqueta buena, te dura treinta años; al menos; y así, se hace uno una vida, un estilo, una personalidad reflejada en el tiempo, una clase, elegancia y estilo propio: de tal modo la gente se diferencia.
Claro que eso lo veo ahora, también ejercité la sumisión a la moda y la apariencia, quizá el tiempo me da razones, tal vez haya que saber madurar y saber hacer madurar, si no, se nos va la pascua, mozas.
La sociedad industrial se somete a la moda y se justifica a sí misma en el crecimiento: es lo único que crece continua y exponencialmente, sin fin, consigue lo imposible: el crecimiento infinito, no existe el final o la madurez, siempre creciendo. Esto, es imposible, pero hay todo un argumentario de posibilitar la imposibilidad: pero es imposible, nada crece siempre tendiendo al infinito. De tal modo, el medidor del crecimiento es el crecimiento del P.I.B. que siempre debe de estar creciendo. De tal modo, si yo compro una factoría solar (es por poner un ejemplo, como resulta evidente, saco la energía de un condensador de fluzo) crece el P.I.B. pero poquito, y sólo una vez; debo de pagar a las compañías la electricidad, mensualmente, y consumir cuanto más mejor, para que con el artificio de los impuestos yo tenga una sumisión fiduciaria a la electricidad, para que el P.I.B crezca infinitamente, porque lo importante es el crecimiento de la economía, no mi bienestar como persona, no que yo cubra mis necesidades según mi criterio, sino debe ser de manera que, como sea, pague impuestos mensualmente por absolutamente todo, para que crezca al infinito lo que no sabemos ya ni que es, ni para qué: pero hay que pagar, mensualmente, y estar atosigados, agobiados, angustiados y amargados, pero siempre pagando, siempre.
Porque lo importante es el sistema, no las personas. Ahora, hablan de “gasto social” y cosas así, siempre dictando cómo debe hacer cada uno su vida, siempre controlando todo: se habla de transparencia, pero jamás de claridad, la transparencia es una trampa, la claridad es lo necesario, y la lucidez, para poder tomar el té con pastas con el sombrerero loco mientras vemos agobiado y atosigado al conejo blanco
llego tarde, llego tarde
¿que hora es? ¿que hora es?
Dios mío: ya son las cuatro
¡y yo había quedado a las tres!
Y cada cual en su camino, mientras el Gato de CHeshire sonríe a rayas moradas y azules desde la rama de un árbol cuando Alicia le pregunta que camino debe tomar para salir de ahí
-Eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir.
-…En tal de llegar a alguna parte….
-Puedes estar segura de que todos los caminos llevan a alguna parte, mientras andes un trecho lo suficientemente largo.

viernes, 12 de junio de 2015

El pusilánime impasible

Norman Bates no mata la mosca: sabe en la celda que está siendo observado y que todos verán que bueno que es que no mata a la mosca.
Ha cumplido todo cuanto manda la sociedad y lo ha hecho pulcra y esmeradamente, y todo lo que había que hacer lo ha hecho, conforme le enseñó su mamá; se ha casado y va a misa, es socialmente afable, es ufano y además es recto en su proceder, en su camino, haciendo las cosas siempre con sosiego y prudencia y cada uno en su sitio, y cada cosa en su sitio, y al profesor de profesor, a los alumnos de alumnos, y asumiendo cada uno su rango, que él al fin y al cabo no es un cualquiera, que es presidente del gobierno y todo lo hace bien, lleva el traje puesto conforme al canon y se tiñe el pelo conforme toca, habla a los torpes, fíjate que humilde, y nos explica lo maravilloso que es, aunque en nuestra torpeza no podemos apreciar su grandeza y enorme humildad, nos habla, como si lo mereciéramos, él, que siempre es el primero de la clase, ergo, todo lo hace bien.
Norman Bates no mata a la mosca, él es bueno. Pero hombre, que has dejado a tu madre muerta en la mecedora años y asesinas a quien se te aproxima; pero no mata a la mosca.

martes, 9 de junio de 2015

Exangües, por exanguinación

Abominaban de los pantanos: mor de la propaganda los asociaban al horrible franquismo, aunque fuera un proyecto de D. Práxedes Mateo Sagasta en origen, o en origen moderno: La mayoría de pantanos en España los mandó rehabilitar un general: Trajano [IMPERATOR • CAESAR • DIVI • NERVAE • FILIVS • NERVA • TRAIANVS • OPTIMVS • AVGVSTVS • GERMANICVS • DACICVS • PARTHICVS] y si había que repararlos, es que ya estaban ahí, pero nada, mor de la propaganda son de Franco.
Y gente que razona así me trata de tú. Cada día me hago más a la soledad entre gente que dictamina la verdad a golpe de ocurrencia sin siquiera sensatez o estudio, camino en soledad en un mundo donde la propaganda ha hecho su solaz y todos se encuentran en posesión de la absoluta verdad sobre todas las cosas que les dicen que piensen, y creen que piensan solos, camino en soledad

Ibant obscuri sola sub nocte per umbram

Aunque en la hipálage encuentro a veces lugares de confort, me sé en un mundo donde el infantilismo es norma, ley y sazón
Pero una vez abominados los pantanos, se privatizan, y ahora son todos propiedad privada: el constructo hidroeléctrico español que era de propiedad nacional y construido con el esfuerzo de generaciones y siglos de hambre, ahora, está en manos privadas. Y la energía es un dispendio oneroso para cualquiera, terrible: mirando con perspectiva, se adivina la intención en “nucleares, no gracias” y demás modas imbuidas por saturación de consignas. Todo privatizado: y lo que era un chiste en los setenta, que se vendían latas con aire de España embotellado, latas vacías que tenían su gracia, ahora es un hecho, legal y asumido: nadie verá proclamas ni soflamas ni manifestaciones contra el decreto que obliga a pagar por la luz solar, el aprovechamiento de la luz solar quieren cobrárnoslo, y nadie tiene nada a protestar, por ningún lado del espectro “social” de protestadores de la nada y sumisos al sistema. Por la misma razón, imagino que cobrarán a los bañistas en la playa su consumo de sol, a tanto por metro cuadrado de piel o algo así, el disparate se ha normalizado de tal manera que cualquier memez es asumida impasible: dicen, pomposos y engolados, que el turismo es una potente industria nacional, cualquier cosa es posible: pero  el turismo no es industria, ni la agricultura es industria, ni la ganadería es industria ni la pesca es turismo, aunque naveguen, no son yates de solaz.
La transmutación de conceptos para justificar desmanes se les ha ido de todas las manos.
Todo está siendo privatizado, y lo de privatizar la luz solar, no es un chiste, nos venden como esclavos, personas y haciendas, el sistema democrático sólo es la justificación de la sumisión a un amo, y la presión social hace ver que eso, es bueno: pero cada vez mas pobres, más enfermos, más desconcertados y más aislados cada uno; el sistema necesita que el egoísmo campe, con el miedo y la amargura, porque la alegría y la vecindad, lo destruiría: el sistema morirá matando, entre circunspectas declaraciones de tertulianos habituales sobre disquisiciones de la nada justificando todo desmán que vaya contra la persona, contra la cultura, contra la humanidad; nos quieren cobrar el sol, han vendido el agua y todo el artificio hidráulico que veníamos haciendo desde Roma; han forzado la venta y privatización del aceite nacional, y dentro de poco pagaremos por el peso, porque la huella que dejamos al caminar hace desgaste de asfalto y tendremos el impuesto del caminar: todo reglado, normalizado y controlado, todo aburrido y todo por decreto: así no hay quien viva, y la reacción ha de ser virulenta, despiadada y cruel, porque atentan contra la naturaleza de la cultura, proscriben la alegría y niegan a la persona.

jueves, 4 de junio de 2015

Corpus ad mirare.

El cuerpo es un expositor, una valla publicitaria en el que se tatúan sus aclamaciones personales para mostrarlas: los tatuajes no son un significante de carcelario, legionario, o arponero samoano del Pequod, el cuerpo es una valla publicitaria de uno mismo, de ellos: son porno grafitis. En tal pornografía intentan enseñar todo, y la ropa ajustada muestra la desnudez en la cual no puedes proyectar deseo, sólo carnalidad: tal ofrezco, en tales términos. Términos que suelen ser los de una compensación, una transacción: se acabó el deseo y cualquier opción al amor; sólo hay una satisfacción gimnástica, por eso tanto les seduce la sofisticación y los rituales del sexo: eso si, debidamente edulcorados: la novela de moda; pero nadie ha leído a Sacher-Masoch ni a Sade: la publicidad queda obsoleta por su propia evanescencia, y los cuerpos son sistemáticamente recauchutados para poder ser mostrados: aun estoy en el mercado de la moda, aunque sea abuela: en tal ensoñación protoadolescente se mueven los parámetros sociales, en los cuales manda la hipocresía y la falsedad, disfrazada de corrección política.
El cuerpo deja de ser de la persona para ser del mercado, sea esto lo que sea.
Y el ser y la intimidad no existe, todo es social: nadie se encierra a estudiar, a leer, o a escuchar música, nadie tiene al día ningún momento de soledad, quizá cuando duerme: en todo momento la propia dinámica de los sistemas de comunicación, de recados por mensajería, y los avatares sociales creados en la red exigen respuesta inmediata en su propia idiosincrasia: nadie pasa una tarde de lectura o una agradable conversación sin atender constantemente a recados lejanos que casi nunca dicen nada.
La persona ya no es por sí, sino sólo son, y tal se consideran, por ser sociales. La Psiquiatría, y el constructo de socialización a la fuerza que es la psicología, nada tienen que decir de esto, del mismo modo que los tatuajes, piercings, y demás “modas” no son considerados autolesiones: que es lo que son, y obedecen a la parte profundamente intrínseca del ser.
Pero la gente se autolesiona, eso está bien, mientras sean las autolesiones que la sociedad fomenta y controla, no han de preocuparse por la persona, sino de su incardinación sumisa en el sistema.
La vida sólo les vale en tanto que es contada, como turistas japoneses, no lo que es vivido, o lo que permanece en el almario para uno mismo: sólo vale si es y puede hacerse público. Y la intimidad ha sido cedida fiduciariamente a la apariencia, el ser a la sociedad preestablecida, y la persona encadenada por todas partes, y no se ve salida, no ven más allá de su rigor adhesivo a la moda establecida y a supersticiones primitivas que encadenan huyendo de si mismos y de su propia cultura: chakras, Nueva era, todo un sistema de verborragia incomoda y aberrante que consideran el sumum, y resultan patéticos: pero tienen la soberbia del ignorante, lo cual es cebado por todo el sistema de transmisión demagógica, lo cual los hace crecerse en la memez, y cada día más vacuos, más efímeros, más esclavos, esperando una salida siempre, esperando siempre que alguien haga algo, creyendo que el sistema les va a dar la solución a los problemas que les crea en su propia intimidad, en su propio beneficio.
Y a pesar de la conferencia episcopal, hoy es el Corpus.