En vez de corralito lo han llamado preferentes, y así, cambiando el nombre a la cosa creen que cambian su esencia. Sí su percepción, por la gente que carente de toda instrucción creen lo que les cuentan, con cuentos pedantes de palabrería en la cual “asertivo” “proactivo” “empatía” son neomantras para condicionar sus actitudes: pican, las huestes: lo conseguido por los movimientos políticos, sindicales, y ong es la elaboración de un sistema verbal para la indefinición más absoluta: coyuntura: empieza a significar el sistema de justificación de cualquier infamia.
Cada partido, sindicato u ong ha elaborado su propio sistema verbal, pero todos dentro de una oleada: así, la izquierda se define con unos shibolets propios, que no significan nada, y se instalan en una nada que sólo destila odio, y envidia, siempre justificado por el victimismo; la derecha hace lo mismo, y traicionados los shibolets que creían que les adornaban, sea eta o el aborto, mascan en silencio la transmutación de su odio, porque claro: si bien el psoe en el poder era horrible, si lo hace el pp en el poder hay que callar. Y todos se someten a unos shibolets para todos: democracia, estado del bienestar, Europa, modernidad, progresar, macroeconomía.
Y nadie se plantea que los suyos nunca han sido de los suyos, y que todo el constructo ficticio al cual la forma de estructurar el habla endogámica les ha hecho creer que apoyaban, son realmente un montón de vividores que así justifican su saqueo y vida fácil.
El victimismo vaginista es la clave y justificación de todo desmán.
La gente empieza a percibirlo: lo de la clerecía ya es algo que clama al cielo, y los católicos, desamparados, son los que más desconfían de la clerecía; la izquierda se ha visto como lo que es, un entreguismo al poder plutocrático que les servía para proyectar su envidia y su carencia de toda formación, y su absoluto engaño: son democráticos sólo si ganan ellos, si no, incapaces de aceptar nada del contrario; es lo único que los diferencia de la derecha: el psoe va haciendo el destrozo, el pp lo pasa a limpio, y así vamos desde que Suárez se dejó embaucar por el aroma de la codicia y los cantos de sirena de la plutocracia financiera.
Lo real: un corralito que le han llamado preferentes, pero corralito; una ley de seguridad ciudadana que nos entrega a bandas criminales; un ejército en descomposición continua; una agricultura inexistente –en España, señores, en España- la cabaña apenas testimonial, y encima denostada con propaganda desde todos los medios con la más conspicuas argumentaciones del buenismo; un sistema industrial primoroso que fue desmontado en la “reconversión” que significó entregar la fabricación y la tecnología a manos del enemigo, una clerecía que daría vergüenza ajena en las fiestas de las tabernas de Sodoma; la pesca anulada “por el bien mayor” que es el Reich, un gobierno y oposición enfrentados en ver quien halaga más y mejor a los amos del Reich, unos sindicatos que han despojado, robado y destruido a los trabajadores y su dignidad, y todo un recurso de historia, cultura y creatividad que está siendo destrozado mediante el ninguneo, el desprecio, el silencio y la puñalada siempre por la espalda; una destroza propia de los soviets y del holodomor.
Todo esto se ha hecho con la activa colaboración de todo el sistema de prensa y propaganda que encasquillados en sistemas que funcionaban hasta la eclosión de la red, han engañado a la gente, que ya poco a poco se informa en las fuentes que son la red, y cada vez más, y el hundimiento de la prensa no lo va a parar su sumisión a dinero y subvenciones de cualquier lado, al cual sirven con displicencia.
Lo Real: España vendida al plutocrático poder fiduciario foráneo, y las personas tratadas como ganado: con propaganda les convencen de que “hay que saber ingles” y de que es bueno emigrar, en vez de decirles la verdad: sois esclavos y vais a hacer lo que digamos al precio que digamos donde digamos; y hay quien jalea esto desde el buenismo, en vez de sentirse orgullosos de su herencia y de ser hispanos, los sumergen en un sistema en el cual sólo si triunfan en inglés la vida les dará el triunfo, y así se jalea desde todas las instancias, y la gente va picando, y España desolada, y entregada a un capital fiduciario.
Los imbéciles de Barcelombia van creyéndose que es que ellos son “mejores que los del pueblo de al lado” como el enfrentamiento vecinal de Bilbao y San Sebastián, y dilapidando dinero, esfuerzo y tiempo en memeces: todos hacen memeces, esto está lleno de alharacas y esparajismos.
Idiotas: o paramos, sosegamos y aplacamos ánimos y vehemencias y empezamos a avanzar con humildad, o en veinte años los que mandarán serán Alí Babá y sus bandas de asesinos, o Fu Man Chú y sus huestes implacables, y Barcelombia será un califato dependiente de vete tu a saber que sitio aberrante, porque aquí cuatro idiotas no saben superar su adolescencia, ni callarse.
Y toda España en almoneda, y los españoles cada vez más despreciados, hundidos amargados y acomodados a la esclavitud.
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